La Peineta, en el limbo
La elecci¨®n de Tokio deja a Madrid sin un impulso vital para reactivar la mudanza del Atl¨¦tico a San Blas y terminar de soterrar la M-30 en la ribera del Manzanares tras a?os de retrasos
El Vicente Calder¨®n deber¨ªa haber dejado de ser el hogar del Atl¨¦tico en 2011. O en 2012. Y as¨ª sucesivamente. El ¨²ltimo plazo para mudarse a La Peineta lo pon¨ªa recientemente el presidente del conjunto rojiblanco, Enrique Cerezo, en el verano de 2015. Mientras, el cron¨®metro que el Ayuntamiento y el club pusieron en marcha el 5 diciembre de 2011 en la presentaci¨®n de la remodelaci¨®n del estadio de San Blas, que entonces se dec¨ªa que estar¨ªa listo para la temporada 2014-2015, supera ya los 630 d¨ªas ¡ªel reloj en total puede contar hasta 9.999 d¨ªas, m¨¢s de 27 a?os¡ª sin que haya habido avances significativos. Ayer tampoco llegaron.
Tras sucesivos gatillazos fruto de la burbuja inmobiliaria que revent¨® en 2008 trastocando los planes iniciales de los responsables del club y del exalcalde Alberto Ruiz-Gallard¨®n, la elecci¨®n de Tokio como sede de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2020, con Madrid relegada al tercer puesto, deja a la Operaci¨®n Calder¨®n sin un impulso que se antojaba decisivo tras a?os de par¨¢lisis. Por mucho que desde el club y FCC insistan en que el estadio se terminar¨¢ (de no hacerlo, la constructora afrontar¨ªa una penalizaci¨®n). ¡°El compromiso es construirlo¡±, afirman desde la FCC. Aparte de la volatilidad en los plazos de ejecuci¨®n de la hipot¨¦tica casa del Atl¨¦tico en el futuro, lo que est¨¢ claro es que las inversiones ¡ªen total 1.500 millones de euros¡ª que se iban a licitar en infraestructuras se han quedado en humo. Incluido el aparcamiento para 3.000 coches o las estaciones de cercan¨ªas previstas alrededor del que iba a ser el estadio ol¨ªmpico y colchonero.
Desde que la piqueta entr¨® en La Peineta a finales de 2011, con un retraso de tres a?os sobre los planes iniciales ¡ªel Atl¨¦tico lleg¨® a difundir unas fotos del coliseo tomado por camiones y excavadoras en marzo de ese a?o, aunque no le otorgaron las licencias de obras pertinentes hasta julio¡ª, las obras, responsabilidad de FCC, no han experimentado avances significativos. ¡°La actividad no es la acorde al ritmo propio de cualquier obra, en la que se busca rapidez para ahorrar costes. Aqu¨ª se estaba pendiente del empuj¨®n de los Juegos¡±, explica un ingeniero que sigue al d¨ªa los detalles de la evoluci¨®n en la construcci¨®n del estadio.
El Calder¨®n, ¡®abandonado¡¯
En los ¨²ltimos a?os el Calder¨®n ha experimentado una apreciable dejadez en su mantenimiento. "Salta a la vista... y al olfato", sentencian abonados que llevan a?os, algunos d¨¦cadas, acudiendo ceremoniosamente. El colapso de los ba?os de varios sectores del estadio, algunos verdaderas zonas cero por su olor penetrante y los regueros de or¨ªn a sortear, es una de las quejas m¨¢s habituales de los forofos. Otra es el estado de abandono del exterior del coso rojiblanco, sobre todo de la fachada que da al r¨ªo. Hace un par de a?os faltaban una quincena de los cristales que se pusieron de ornamento en todo el per¨ªmetro. Ahora son el doble. El coste de cada luna puede alcanzar los 3.000 euros. "?Para qu¨¦ poner una nueva si dentro de unos a?os jugaremos en otro estadio?", razona un responsable.
En este tiempo se han acabado de poner los pilotes de hormig¨®n del recinto, unos cimientos con hasta 30 metros de profundidad dada la abundancia de sepiolita (es fr¨¢gil) en el subsuelo. En la fase actual se estaba colocando una losa gigantesca de cemento y ferralla sobre esos pilotes. Por encima ya asoman puntales de hormig¨®n con hierro sobresaliendo para el te¨®rico siguiente escal¨®n de las obras.
Un a?o despu¨¦s de que este diario desvelara los planes de demoler el Calder¨®n y la cercana f¨¢brica de Mahou en el paseo de los Pontones para levantar en su lugar torres de hasta 17 plantas (la idea original era de 30 alturas), unos 1.600 pisos al cambio, Ayuntamiento y Atl¨¦tico firmaron en 2008 un convenio para que el club se trasladara de Arganzuela a San Blas. Ganaba as¨ª un campo nuevo de 73.000 asientos, 20.000 m¨¢s de los actuales, que FCC construir¨ªa con un coste de 160 millones. La operaci¨®n, que no reportar¨ªa beneficios econ¨®micos al club ¡ªen un primer momento lo dio por hecho, adem¨¢s de contar con 80 millones extra para fichajes¡ª, se completaba con el soterramiento del ¨²ltimo tramo de la M-30 para completar Madrid R¨ªo. FCC costear¨ªa las obras (el contrato firmado con el club preve¨ªa un gasto de 218 millones, m¨¢s 41 por la parcela) con la venta de casi 2.000 viviendas. Sin embargo, lo convenido en papel no super¨® la llegada de la crisis, y los plazos se fueron retrasando, sobre todo por la parte del Atl¨¦tico (que deb¨ªa m¨¢s de 200 millones solo a Hacienda a 30 de junio de 2012).
La f¨®rmula en que el club lleva a?os pagando parte de los 41 millones de la parcela de La Peineta resume por las que pasa la tesorer¨ªa colchonera. Desde 2009 el Ayuntamiento ha recibido miles de entradas para partidos del Atl¨¦tico como local en la Liga y Copa del Rey por valor de unos cinco millones. Un pago en especie que al Atl¨¦tico le ha supuesto ahorrarse de momento el 10% del precio de los terrenos, ya que las localidades le salen gratis. El Ayuntamiento afirma que ha repartido el 83% de las entradas entre escuelas de f¨²tbol municipales y el resto las ha destinado a patrocinadores y voluntarios de Madrid 2020. En contraposici¨®n a las dificultades rojiblancas, Mahou, en una pol¨ªtica de plazos consumados, inici¨® los trabajos de demolici¨®n de su f¨¢brica a finales de 2010. La cervecera pag¨® entre tres y cuatro millones de su bolsillo en unas tareas que apenas duraron un a?o.
Frente a la solvencia de Mahou, las dudas sobre la capacidad del Atl¨¦tico para costear las obras de La Peineta ¡ªinaugurada en 1994, cost¨® 50 millones y apenas ha sido utilizada en escasos cert¨¢menes de atletismo¡ª llevaron al Ayuntamiento a comprometerse a costearlas en ¨²ltimo extremo, en caso de celebrar las Olimpiadas. ¡°Con independencia de que Madrid organice los Juegos, actualmente se est¨¢n realizando obras en el estadio para convertirlo en uno de los m¨¢s modernos del mundo. Su finalizaci¨®n est¨¢ prevista para 2015, y el responsable de su construcci¨®n y financiaci¨®n es el Ayuntamiento de Madrid, propietario de la sede, que ha aportado las correspondientes garant¨ªas¡±, establece el informe que la candidatura present¨® al Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional.
Para facilitar el traslado del Atl¨¦tico a La Peineta y enmendar de una vez la principal operaci¨®n urban¨ªstica pendiente en la almendra central de la capital, la Asamblea de Madrid aprob¨® el pasado junio la nueva Ley de Patrimonio Hist¨®rico. El PP, con mayor¨ªa absoluta, incluy¨® un apartado que desbloquea expresamente la operaci¨®n. La disposici¨®n minimiza ostensiblemente la imposibilidad de construir edificios de m¨¢s de cuatro plantas (tres plantas m¨¢s ¨¢tico), decidida por Esperanza Aguirre en la Ley del Suelo de 2007. Los Ayuntamientos solo podr¨ªan autorizar la construcci¨®n de edificios singulares con una altura superior ¡°cuando concurran circunstancias especiales debidamente apreciadas y motivadas¡±. La limitaci¨®n solo ser¨ªa de aplicaci¨®n en los planes urban¨ªsticos aprobados a partir de la entrada en vigor de la norma.
Con todo, el Ayuntamiento y la Comunidad aprobaron una modificaci¨®n urban¨ªstica en 2009, permitiendo tirar el estadio y la f¨¢brica para construir torres de hasta 17 alturas; es decir, muy por encima del l¨ªmite legal. El Tribunal Superior estim¨® en enero de 2012 un recurso que bloque¨® la operaci¨®n. Para resolver el entuerto, la Ley de Patrimonio recoge que el l¨ªmite de cuatro alturas aprobado en tiempos de Aguirre no afectar¨¢ al suelo que ya era urbano en 2007. Pero, sin la ola ol¨ªmpica, se antoja que el proceso se alargar¨¢ en el tiempo, si no es que se detiene por completo. El Atl¨¦tico, de momento, se queda en su hogar desde 1966. Y pinta que por mucho tiempo.
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