El infierno y el cielo de Benic¨¤ssim
La ¡®Belle ?poque¡¯ rememora el esplendor de las villas Los vecinos critican la "utilizaci¨®n" de un patrimonio que no se cuida
Hubo un tiempo en que Benic¨¤ssim tuvo su propio infierno, su cielo (o corte celestial) y, claro, su limbo. Todos ellos en una zona que se prolonga desde la Torre de Sant Vicent, una construcci¨®n defensiva del siglo XVI, y el hotel Voramar, levantado en los a?os treinta. En esta franja de primer¨ªsima l¨ªnea de playa desembarcaron a principios del XX familias de la alta burgues¨ªa e importaron una forma de vida desconocida por los lugare?os. Fue la ¨¦poca de esplendor de la zona conocida como Las Villas y que el Ayuntamiento quiere rememorar con la celebraci¨®n estos d¨ªas de la segunda edici¨®n de la Benic¨¤ssim Belle ?poque.
En ella, un actor reencarnado en el ingeniero Joaqu¨ªn Colomas explica a los turistas que fue el primero en instalarse en la zona que luego lleg¨® a llamarse el "Biarritz de Levante". Hab¨ªa construido la primera villa en 1879 (con 15.000 pesetas) para residir all¨ª debido a la duraci¨®n de las obras del ferrocarril de Castell¨®n a Tarragona que le hab¨ªan encargado. Poco a poco, otras familias de gran fortuna le imitaron. En 1910 ya hab¨ªa unas 40 construcciones, cada una diferente, y naci¨® lo que se llam¨® "el infierno" por las grandes fiestas que all¨ª ten¨ªan lugar y que obligaron incluso a levantar un edificio para los mayores jolgorios. Hoy es el hotel Voramar. Las familias m¨¢s tranquilas se asentaron en la zona m¨¢s cercana a la Torre de Sant Vicent: la corte celestial.
El actor tambi¨¦n narra c¨®mo la Guerra Civil acab¨® con esta forma de vida. ¡°Las villas se socializaron¡±. Unas, como el Voramar, fueron hospitales (se atendi¨® a 7.000 heridos), otras centro de mando, otras acog¨ªan a los hu¨¦rfanos. Y tambi¨¦n hubo espacio para escritores, corresponsales de guerra¡ Es el caso de Villa Amparo. ¡°Aqu¨ª Ernest Hemingway y Martha Gellhorn se enamoraron¡±, recuerda el Joaqu¨ªn Colomas de hoy. En Villa Amparo tambi¨¦n residieron escritores como Miguel Hern¨¢ndez y Alejo Carpentier.
La Benic¨¤ssim Belle ?poque se celebra hasta este domingo con rutas, actuaciones, representaciones militares y otras muestras de ¨¦poca. Mientras, los residentes de estas construcciones hist¨®ricas aprovechan para mostrar su desencanto. ¡°?No ves que las villas mueren? ?M¨¢s pantomimas, alcaldesa?¡±, reza un cartel en la puerta de una de las edificaciones.
Su morador se queja de la ¡°utilizaci¨®n¡± de un patrimonio que no se conserva. A pocos metros se erige Villa Elisa, construida en los a?os 50 y de propiedad municipal. Es la ¨²nica en la que los turistas pueden entrar (solo pasar la verja) y ver un jard¨ªn abandonado y una fachada desconchada. La Generalitat debe al Ayuntamiento 1,5 millones de euros de una reforma que se empez¨® pero que se tuvo que paralizar por la deuda. La partida se presupuest¨® en 2012, pero la Generalitat a¨²n no ha pagado.
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