Un mes enrocados

Sindicatos y direcci¨®n de CatalunyaBanc reanudar¨¢n el martes las reuniones del periodo de negociaci¨®n del Expediente de Regulaci¨®n de Empleo (ERE) previo al tercer intento de venta de la entidad nacionalizada que contempla el despido de un tercio de la plantilla: 2.400 personas hasta 2016. La cifra exacta de afectados que revel¨® el lunes pasado la entidad es de 2.395, algo menos de los 2.435 anunciados de salida. Es pr¨¢cticamente el ¨²nico avance que se ha producido durante las negociaciones previas e informales de un ERE anunciado a finales de julio y en el que la postura del banco, cuyo principal accionista es el FROB, parece inamovible. La direcci¨®n ha insinuado que podr¨ªa haber margen si los trabajadores aceptaran movilidad obligatoria, modificaci¨®n de horarios y una rebaja salarial, pero no ha cuantificado nada de lo anterior.

La entidad, que ha recibido 12.500 millones de euros en ayudas p¨²blicas, mantiene su oferta de salida: 20 d¨ªas por a?o trabajado con 12 mensualidades. Reforma Laboral pelada. Unas condiciones inferiores a las ofrecidas a los despedidos de las otras dos entidades rescatadas: 4.500 en Bankia y 1.860 de NovaCaixa Galicia, que lograron hasta 30 d¨ªas, m¨¢s de dos a?os y compensaciones por antig¨¹edad. Y hubo salidas voluntarias y prejubilaciones.

La plantilla pide prejubilaciones para 900 empleados que ser¨¢n mayores de 55 a?os en 2016

En CatalunyaBanc no. Ni siquiera se contemplan las prejubilaciones, con el argumento del decreto de marzo que endurece las salidas de empleados de m¨¢s de 50 a?os penalizando a las empresas con parte de su coste. Ello pese a que 900 empleados cumplir¨¢n los 55 a?os hasta 2016. Hasta el consejero de Econom¨ªa del Gobierno catal¨¢n, Andreu Mas-Colell, ha exigido un trato igual que el recibido en Bankia y NCG para los empleados de la antigua Caixa Catalunya. ?stos han escrito al ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos. Y nada. Tampoco la in¨¦dita manifestaci¨®n de 4.000 empleados y sus familias vestidos de luto.

Los sindicatos admiten que en Bankia, la oferta de salida (22 d¨ªas y 14 meses) dist¨® mucho de lo finalmente conseguido. Pero en el caso de la entidad catalana subrayan que lo habitual es que a estas alturas de la negociaci¨®n la empresa haya cedido en algo.

La direcci¨®n ofrece peores condiciones que en Bankia y NovaCaixa Galicia

El FROB no aclara por qu¨¦ las condiciones de este despido masivo son inferiores a las de las otras dos nacionalizadas. En julio, su director general, Antonio Carrascosa, dijo en Barcelona que el ajuste se realizar¨ªa antes de octubre ¡ªfecha prevista para la nueva venta¡ª y lo calific¨® de ¡°muy necesario¡±. Deber¨ªa haberse hecho antes, a?adi¨®. El FROB recuerda ahora las exigencias de Bruselas ¡ªel plan de reestructuraci¨®n exige el ¡°uso m¨¢s eficiente de recursos p¨²blicos¡± y que las indemnizaciones se aproximen al ¡°m¨ªnimo legal¡± aunque habla de ¡°flexibilidad¡±¡ª, mantiene que se est¨¢ en pleno proceso negociador y no da m¨¢s explicaciones. La direcci¨®n de CatalunyaBanc tampoco hace declaraciones, huyendo de ¡°debates paralelos¡± a la negociaci¨®n.

Pero fuentes del sector financiero dan claves para explicar la diferencia. Adem¨¢s de las exigencias de Bruselas, aseguran que ahora la actitud del FROB es ¡°ejemplarizante¡±. El Gobierno debe cumplir sus propias leyes, como la reforma laboral y el decreto de prejubilaciones de marzo, dicen. Otras fuentes sostienen que en los ERE de Bankia y Nova Caixa Galicia, y pese a estar vigente la reforma laboral, al Gobierno le interesaba m¨¢s la paz social y que ahora tiene m¨¢s presi¨®n por cerrar la venta con el menor coste. ¡°Son momentos distintos y entidades distintas, esto no es caf¨¦ para todos¡±, se?ala otra experta.

El FROB busca ser ¡°ejemplarizante¡±, dicen fuentes financieras

El secretario general del SEC, el sindicato mayoritario, Jordi Campins, apunta otra raz¨®n: ¡°La inexperiencia del equipo de recursos humanos de la antigua caja, que afronta su primera negociaci¨®n¡±. ¡°Nunca hab¨ªa visto una estrategia negociadora as¨ª, tratando de flecos lo fundamental, que es el n¨²mero de despidos y las indemnizaciones; mientras dan importancia a cuestiones como el plan social¡±, explica. Campins a?ade que pese al tocho de 2.500 folios de documentaci¨®n que les entregaron y que contienen balances, resultados y auditor¨ªas, desconocen datos clave, como el ahorro que persigue el ajuste. Durante la comisi¨®n parlamentaria que investiga el hundimiento de las cajas se habl¨® de 180 millones para el ERE y cerrar oficinas, pero sin mayor concreci¨®n. ¡°No hemos descubierto nada que no supi¨¦ramos¡±, dice tras bucear entre centenares de folios.

La representante de CC OO, Montse Delgado, sigue perpleja como el primer d¨ªa: ¡°No me lo explico¡±. Y considera que las exigencias de Bruselas son una excusa: ¡°Siendo comisario europeo de Competencia, Joaqu¨ªn Almunia, dijo que no exigir¨ªan condiciones diferentes¡±. Delgado es muy cr¨ªtica con la gesti¨®n del ERE y asegura que puede tener consecuencias ¡°negativas para la entidad y su venta¡±. Si se judicializa, por ejemplo, ser¨¢ un problema para el comprador. ¡°Juegan a que corra el tiempo para negociar a ¨²ltima hora, a ver qu¨¦ consiguen¡±, cree Susagna Muns, de UGT.

La alternativa unitaria de los sindicatos SEC, CC OO, UGT y CSICA rebaja los despidos a 1.900 personas, contempla prejubilaciones, bajas incentivadas para los menores de 50 a?os, reducciones de jornada y excedencias. Ser¨ªa ¡°el chocolate del loro¡± al lado de los 12.500 millones del rescate.