Ya no hay truchas espa?olas

En enero de 2010, cuando el entonces lehendakari Patxi L¨®pez enarbol¨® la bandera de un nuevo contrato social en el que introduc¨ªa la revisi¨®n de la fiscalidad en Euskadi para garantizar el futuro de los servicios p¨²blicos, el portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, recurri¨® a su verbo f¨¢cil para ningunear la propuesta. ¡°No todos somos truchas espa?olas de piscifactor¨ªa que se alimentan de pienso compuesto y por lo tanto saben igual¡±. L¨®pez ya le advirti¨® de que ¡°nunca me he considerado una trucha, me gustan m¨¢s los peces de colores¡±. M¨¢s de tres a?os despu¨¦s, los nacionalistas aceptan la revisi¨®n fiscal. Las truchas de la piscifactor¨ªa han dejado de ser espa?olas.

?El PNV ha hincado la rodilla en el debate de una nueva fiscalidad m¨¢s distributiva con el PSE-EE, que se antojaba anatema hasta ahora en su ideario, mediante una estrategia rentista. Los nacionalistas han renunciado conscientes de la dejaci¨®n que supone a cambio de asegurar a corto y medio plazo una estabilidad pol¨ªtica al Gobierno de I?igo Urkullu de la que carec¨ªa. Egibar, por ejemplo, fue capaz durante 40 minutos de intervenci¨®n en el Parlamento de no aludir una sola vez a la propuesta de reforma fiscal que L¨®pez acababa de anunciar en el debate de pol¨ªtica general de 2010. El pr¨®ximo d¨ªa 26, unir¨¢ sus votos a los del PSE-EE para conceder a la C¨¢mara su capacidad de interlocuci¨®n en los impuestos de Euskadi.

Pero el PNV ya cuenta con el desgaste que le puede suponer la victoria pol¨ªtica del PSE-EE en el pacto que ambos partidos y el lehendakari Urkullu suscribir¨¢n ma?ana. ¡°Si tenemos que pagar ese peaje, lo pagamos¡±, asum¨ªan con claridad en el EBB conscientes de que su orden de prioridades comienza por apuntalar al Gobierno vasco.

La resistencia numantina del PNV al debate sobre una nueva pol¨ªtica fiscal ha llegado m¨¢s de una vez a la descalificaci¨®n pol¨ªtica, f¨¢cil de entender habida cuenta de la hostilidad en las relaciones de ambos partidos. Como presidente del PNV, Urkullu consideraba ¡°una demagogia¡± que ¡°paguen m¨¢s impuestos los que m¨¢s ganan¡±. Para el l¨ªder nacionalista, no hab¨ªa necesidad alguna de debatir sobre fiscalidad para mejorar la situaci¨®n econ¨®mica: ¡°el problema es que el Gobierno vasco no ha hecho nada¡±, se lamentaba apenas unas semanas antes de ser lehendakari.

En esta ferviente oposici¨®n, el PNV-EE siempre ha encontrado el verbo hiriente y expl¨ªcito de Jos¨¦ Luis Bilbao, diputado general de Bizkaia. ¡°La vaca no da m¨¢s leche y no se trata de orde?arla m¨¢s sino de curarla porque est¨¢ enferma¡±. Ahora se ha encontrado la soluci¨®n y de hecho se conf¨ªa en obtener 1.500 millones m¨¢s en tres a?os.

En una l¨ªnea de similar confrontaci¨®n podr¨ªa situarse el interminable contencioso sobre el papel del Parlamento en la fiscalidad. Hasta el martes, el PNV, amparado en la textualidad del actual marco jur¨ªdico, siempre ha entendido que la C¨¢mara ¡°no tiene nada que decir en este tema¡±.

La cruzada socialista sigui¨® en mayo del pasado a?o con un pleno monogr¨¢fico en la C¨¢mara sobre la fiscalidad. Tambi¨¦n entonces recibi¨® el desafecto nacionalista. El PNV vot¨® en contra de todas las iniciativas del PSE. No apoy¨® la lucha contra el fraude ni la elusi¨®n fiscal ni el incremento de esfuerzo para quien m¨¢s tienen. Hoy piensa lo contrario.

En esta carrera en solitario, los socialistas acudieron con la misma carpeta de ahora a Sabin Etxea tras las elecciones del 21-O y propusieron al PNV un acuerdo global para el inicio de legislatura sobre fiscalidad, impulso econ¨®mico, servicios p¨²blicos y revisi¨®n del entramado institucional que calca pr¨¢cticamente las l¨ªneas maestras del aprobado ahora. Los nacionalistas, convencidos entonces de gobernar solo con pactos puntuales, lo rechazaron.

Ahora, los nacionalistas, a cambio de asegurar la estabilidad de su Gobierno, admiten que la pol¨ªtica fiscal se lleve al Parlamento, que se aumente la progresividad haciendo pagar m¨¢s a quienes m¨¢s ingresan, que se deben eliminar los m¨¢rgenes de la ingenier¨ªa fiscal y que es imprescindible acometer planes conjuntos contra el fraude. Consciente de los jirones ideol¨®gicos que le supone el acuerdo, al que llega por la debilidad parlamentaria a¨²n como primera fuerza, el PNV se siente c¨®modo con el acuerdo porque destierra los sobresaltos en su futuro gesti¨®n. ¡°Hemos demostrado nuestra voluntad de llegar a acuerdos y lo hemos conseguido porque el pa¨ªs y la situaci¨®n econ¨®mica nos lo requer¨ªan¡±, subrayan fuentes nacionalistas implicadas en las negociaciones.