La estrategia del silencio
La mayor¨ªa de los altos cargos de la Junta imputados en el ¡®caso ERE¡¯ evitar¨¢n responder a los pr¨®ximos interrogatorios de la juez Mercedes Alaya
Las interminables declaraciones del caso de los ERE que acababan al alba, con la juez Mercedes Alaya, abogados, fiscales y el acusado exhaustos despu¨¦s de cuatro d¨ªas de comparecencia, son agua pasada. Los protagonistas de la rama pol¨ªtica de la causa han dado un giro de tim¨®n y ahora prima el silencio. La inmensa mayor¨ªa de los 17 altos cargos de la Junta, imputados el pasado junio y que comparecer¨¢n en los pr¨®ximos meses en el juzgado, prev¨¦n acogerse a su derecho a no declarar para evitar que su testimonio contribuya a su incriminaci¨®n. Esta senda del silencio ya ha sido marcada este mes por los ex directores de Presupuestos Antonio Lozano y Buenaventura Aguilera junto al jefe de servicio Antonio Diz Lois, y todo apunta a que casi nadie responder¨¢ a las incisivas preguntas de la juez.
?Afecta esta falta de respuestas al procedimiento? La juez ya ha aclarado sus tesis sobre el uso inadecuado de las transferencias de financiaci¨®n, el mecanismo utilizado por el Ejecutivo aut¨®nomo para el pago de los ERE durante una d¨¦cada. Los silencios impedir¨¢n a Alaya sostener con m¨¢s mimbres sus acusaciones y no benefician a la investigaci¨®n, aunque est¨¢ por ver el alcance real para el proceso.
¡°Declarar ante la juez no te beneficia nunca. No vas a defenderte porque la juez tiene ideas preconcebidas. Mi actitud inicial era declarar y aclarar, pero vista la idea que tiene del contubernio mantenido durante 10 a?os por equipos distintos, es in¨²til. Ella no es permeable al debate t¨¦cnico¡±, se queja uno de los imputados que avanza su negativa a declarar. Lo cierto es que los abogados y periodistas veteranos del caso ERE han visto desfilar por el juzgado numerosos acusados que advert¨ªan de que por fin ellos convencer¨ªan a la juez de su nula intervenci¨®n en la trama y de la err¨®nea concepci¨®n de la juez... Hasta que Alaya desvelaba su imputaci¨®n, el acusado se quedaba ligeramente noqueado y durante el denso interrogatorio ciertas respuestas flaqueaban ante la determinaci¨®n de la juez.
La sala de vistas ha acogido muy pocas excepciones con sesudos debates t¨¦cnico-jur¨ªdicos en los que la situaci¨®n procesal de los imputados no haya empeorado de manera clara. Pero nadie ha salido indemne. ¡°La cuesti¨®n es muy compleja y de interpretaci¨®n de normas m¨¢s que de responsabilidad penal. Basta meter la pata un poco para que se vuelva en contra. No son interrogatorios sobre hechos, sino sobre interpretaciones¡±, estima un letrado que pide el anonimato, como el resto de los 12 abogados consultados que a¨²nan la defensa de los imputados. Solo un letrado avanza que su cliente declarar¨¢.
¡°No te defiendes. La juez tiene ideas preconcebidas¡±, se queja un imputado
La acusaci¨®n ejercida por el PP censura esta ¡°estrategia com¨²n¡± encaminada a minar la instrucci¨®n: ¡°No es una estrategia de guardar silencio, sino de dar una imagen distorsionada de la magistrada¡±, opina Luis Garc¨ªa, letrado del PP. En los ¨²ltimos interrogatorios la tensi¨®n entre el abogado Jos¨¦ Mar¨ªa Mohedano y Alaya ha sido sonada y ha provocado chispas en la sala.
La tesis de la juez incluye ¡°el uso ilegal¡± de las transferencias de financiaci¨®n y c¨®mo la exconsejera Magdalena ?lvarez, tres exviceconsejeros, cuatro secretarios generales t¨¦cnicos y nueve directores generales conocieron el mecanismo de pago de los ERE, dise?ado para no fiscalizar las subvenciones y propiciar la malversaci¨®n de fondos p¨²blicos. ¡°Ordenar¨ªa il¨ªcitamente de acuerdo con otros (...) Cambio meramente aparente (...) partida radicalmente inadecuada (...) falsear el presupuesto¡±. Las acusaciones de la juez son graves, pero algunos letrados est¨¢n convencidos de que tienen respuesta. ¡°De ser cierta la tesis, en todo caso se basar¨ªa en vulneraciones del ordenamiento jur¨ªdico, pero de instrucciones y ¨®rdenes, sin rango de ley¡±, apunta un letrado.
Una senda para los acusados
El camino marcado por los dos ex directores generales de Presupuestos Antonio Lozano y Buenaventura Aguilera, que comparten abogado, parece haber calado. Ambos censuraron el trato dispensado por la juez Alaya. El primero de ellos porque en su interrogatorio la magistrada oblig¨® a su letrado a que se separara del defendido, al que acus¨® de hacer ¡°teatro¡±. Y Aguilera porque pidi¨® tiempo para analizar su imputaci¨®n y Alaya se opuso.
Los comentarios de los abogados van dirigidos a la l¨ªnea del silencio, pese al costo que conlleva ante la opini¨®n p¨²blica para sus defendidos de una escasa o nula colaboraci¨®n con la justicia. Uno de estos imputados, con un cargo relevante en la Administraci¨®n, matiza: ¡°Me pide el cuerpo declarar, explicar mi postura, pero por otro lado estoy en manos de un abogado y debo seguir la defensa de mis intereses. Har¨¦ lo que me digan¡±. Otro letrado a?ade: ¡°Hay clientes que declaran muy mal, y un juez de instrucci¨®n impone. No todo el mundo tiene empaque para aguantar el tir¨®n¡±.
Las quejas sobre los interrogatorios se han repetido desde que comenz¨® la instrucci¨®n hace ya casi tres a?os, si bien hasta ahora ning¨²n letrado se ha enfrentado a la juez de manera tan abierta y agria como el abogado madrile?o Jos¨¦ Mar¨ªa Mohedano, que tild¨® de ¡°corruptela procesal¡± parte de la instrucci¨®n judicial, adem¨¢s de criticar que exist¨ªa una ¡°instrucci¨®n paralela¡± por parte de la Guardia Civil.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.