Musulmanes sin mezquita
Fieles de Mollet piden al Ayuntamiento que les permita habilitar el templo en un local reci¨¦n comprado. El Consistorio alega que lo impiden las ordenanzas


Cientos de zapatos y sandalias asoman por las puertas de la mezquita que tiene la comunidad isl¨¢mica Al Huda en el centro de Mollet del Vall¨¨s (Vall¨¨s Oriental). Las chilabas de los m¨¢s rezagados alcanzan en bolandas el n¨²mero 57 de la calle San Ram¨®n mientras los ¨²ltimos fieles se descalzan, apurados, en busca de un lugar vac¨ªo entre la multitud que aguarda, de rodillas, sobre las alfombras de la sala. Tras tres meses rezando a las puertas del Ayuntamiento como protesta por la decisi¨®n del consistorio de prohibir la actividad religiosa en el local que la comunidad hab¨ªa comprado, los 350 fieles de Al Huda han retornado a su antigua sede. Hacinados en 160 metros cuadrados, el im¨¢n inicia el rezo del viernes.
¡°Quieren apartarnos, que nos vayamos lejos, a un pol¨ªgono industrial que est¨¢ a dos kil¨®metros de aqu¨ª¡±, se queja el portavoz de la comunidad, Ahmed Belgouch. El colectivo, que compr¨® un local m¨¢s grande al otro lado de la calle ante el aumento de fieles en la comunidad, acusa al Ayuntamiento de entorpecer el proceso para habilitar una mezquita mayor y de querer ¡°apartarlos¡± a las afueras de Mollet, donde ya realiza sus actividades la otra comunidad musulmana de la localidad.
El Consistorio, por su parte, insiste en que el local que ha adquirido el colectivo es, seg¨²n la normativa urban¨ªstica municipal, exclusivamente de uso comercial, por lo que no se pueden realizar actividades culturales o religiosas como las que pretende Al Huda.
La comunidad rez¨® ante el Consistorio durante dos meses como protesta
Tras la compra del local, de 550 metros cuadrados, la comunidad musulmana comenz¨® a habilitar el espacio y se encontr¨®, a principios de julio, con varias denuncias de los vecinos por hacer obras sin permiso municipal. ¡°No eran obras. Solo pintamos las paredes y arreglamos el parqu¨¦. Y s¨ª que ten¨ªamos un permiso municipal por el que tuvimos que pagar¡±, apostilla Belgouch. Sin embargo, el alcalde de Mollet, Josep Monr¨¤s (PSC), insiste en que lo ¨²nico que ten¨ªan ¡°era la tramitaci¨®n del permiso, no la concesi¨®n del mismo¡±. Por ello, explica el edil, ¡°tuvimos que precintar el local, como har¨ªamos con cualquier otro que no tuviese autorizaci¨®n municipal¡±.
Ante la determinaci¨®n del Consistorio, la comunidad decidi¨® realizar las sesiones de rezo delante del Ayuntamiento, ¡°como medida de presi¨®n¡±. Para solucionar el conflicto, el alcalde explica que ofreci¨® a la comunidad otros emplazamientos en el pol¨ªgono industrial e ¡°incluso un local a 300 metros del suyo, donde ya celebraron otros a?os el ramad¨¢n¡±, pero el colectivo se neg¨® a aceptarlos.
Sin acuerdo a la vista, el pasado viernes, la comunidad musulmana rompi¨® el precinto y volvi¨® a entrar en el local. El consistorio solicit¨® una orden de desalojo y, cuatro d¨ªas despu¨¦s, los mossos d'esquadra vaciaron el centro por imperativo judicial.
El alcalde reitera que no se trata de un tema religioso: ¡°Antes de comprar el local les avisamos de que ah¨ª no podr¨ªan realizar actividades de culto. Hay una normativa que hay que cumplir. Nosotros seguimos ofreciendo di¨¢logo firme, pero no cambiaremos la normativa urban¨ªstica ni cederemos al chantaje¡±.
Tras el rezo, las puertas del viejo local se despejan de zapatos y fieles. Al tiempo que Belgouch insiste en la necesidad de ¡°recuperar la convivencia pac¨ªfica¡± que han tenido hasta ahora con el pueblo, una vecina se para ante la puerta de la mezquita: ¡°Oye, rezad por m¨ª. Pedid trabajo para la Carmen¡±, ruega la se?ora. Belgouch asiente: ¡°Rezamos por usted y por todos, siempre¡±. La comunidad recurrir¨¢ la orden de desalojo del local, que sigue precintado y sometido a estrecha vigilancia por la Polic¨ªa Municipal de Mollet.
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