Aldeanismo y 9 d¡¯Octubre
En el imparable proceso de degradaci¨®n de las instituciones valencianas se van quemando etapas con inusitada rapidez
En el imparable proceso de degradaci¨®n de las instituciones valencianas se van quemando etapas con inusitada rapidez. Es lo que ocurre cuando entre todos situamos al mando a verdaderos cracks mundiales del rid¨ªculo y la incompetencia. Siempre encuentran nuevos ¨¢mbitos para seguir en su profesional empe?o de destrozar cualquier simulacro de convivencia democr¨¢tica homologable a la habitual en cualquier pa¨ªs europeo.
A falta de inter¨¦s por dedicarse a otros asuntos (tonter¨ªas de nada como la econom¨ªa, la educaci¨®n y esas otras menudencias), las Administraciones p¨²blicas valencianas llevan una temporada dedicadas a consolidar su p¨¦sima no-gesti¨®n, encadenar revolcones judiciales y, eso s¨ª, contratar m¨¢s y m¨¢s asesores. Lo primero es lo primero. Y luego, para pasar el rato, se dedican a civilizarnos, lo que siempre es de agradecer. En solo unas semanas nuestro gobernador civil con ¨ªnfulas ha compensado su triste papel de mandao pidiendo que se prohibiera una manifestaci¨®n catalanista y cosechando un rid¨ªculo judicial m¨¢s. Sin arredrarse lo m¨¢s m¨ªnimo por ello, se ha dedicado desde entonces a explicar las diferencias entre los ¡°malos valencianos¡± y los buenos. El nivel de degradaci¨®n que supone tener un president de la Generalitat dici¨¦ndonos que si no pensamos como ¨¦l no somos ¡°valencianos de verdad¡± retrata a la perfecci¨®n d¨®nde estamos. Que adem¨¢s se considere normal emplear a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y a los jueces (aunque ¨¦stos se hayan negado) para ¡°fer pa¨ªs¡± de esta peculiar manera convierte la pat¨¦tica an¨¦cdota en algo tristemente inquietante.
Mientras tanto, con el 9 d¡¯Octubre calentando motores, la alcaldesa de Valencia se dedica a decir que los vecinos que no comparten su modo de hacer pol¨ªtica, sus Copas del Am¨¦rica, sus F¨®rmulas 1 y dem¨¢s somos unos ¡°aldeanos¡±. Adem¨¢s, en una exhibici¨®n de cosmopolitismo de las que en Espa?a disfrutamos durante 40 a?os (ay, los buenos viejos tiempos en los que tambi¨¦n hab¨ªa ¡°buenos espa?oles¡± y ¡°malos espa?oles¡±), no s¨®lo ha impuesto desde hace a?os que las celebraciones se conviertan en una kermesse religiosa sino que ahora ya se excluye directamente de la misma a los representantes de la oposici¨®n pol¨ªtica que no acuden a misa, comulgan cristianamente y demuestran con ello que son gente de mundo que podr¨ªa perfectamente mimetizarse con la casta pol¨ªtica dirigente nada aldeana de pa¨ªses punteros y democr¨¢ticamente inobjetables como Arabia Saud¨ª.
Menos mal que la Generalitat ya ha anunciado, en coherencia con su modo de entender cu¨¢les son sus funciones y lugar en la sociedad, que va a poner en marcha una iniciativa para que la ¡°sociedad civil¡± explique que la ¡°Comunitat¡± es lo m¨¢s. Es lo que pasa cuando eres un gobernante de mundo (y ¡°buen valenciano¡±, por supuesto), claro, que te cuesta incluso entender que haya algo ah¨ª fuera que vaya m¨¢s all¨¢ del magma informe que a la voz de ¡°arrr¡± (y con la esperanza de pillar cacho) se pone siempre en posici¨®n de firmes detr¨¢s de ¡°la autoridad¡±. Y adem¨¢s, ?qu¨¦ caray!, si existe algo m¨¢s all¨¢ de ese mundillo tan c¨®modo y agradable que viene a los c¨®cteles a aplaudirnos, pues siempre podemos prohibirlo y as¨ª combatimos el aldeanismo detr¨¢s de la bandera ¡°de verdad¡± y debidamente acompa?ados de las autoridades militares y religiosas. Como en los viejos tiempos cosmopolitas.
?@Andres_Boix blog en http://blogs.elpais.com/no-se-trata-de-hacer-leer/
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