¡°El p¨²blico nos transmite ahora una efervescencia distinta¡±
El d¨ªa 18 de octubre el grupo Al Tall se despedir¨¢ definitivamente de la escena y el p¨²blico valencianos
El d¨ªa 18 de octubre el grupo Al Tall se despedir¨¢ definitivamente de la escena y el p¨²blico valencianos. Tras los pen¨²ltimos conciertos de Castell¨®n y Teulada, pondr¨¢n, con un concierto que ha agotado ya todas las localidades, punto y final a una carrera de casi 40 a?os en el Palacio de Congresos de Valencia. ¡°Unos treinta m¨²sicos m¨¢s¡±, anuncia Vicent Torrent, acompa?ar¨¢n en escena a la banda que cambi¨® la manera de entender la m¨²sica tradicional valenciana. Vicent Torrent y Manuel Miralles fueron sus fundadores, junto a Miquel Gil, que sigui¨® despu¨¦s carrera en solitario.
Pregunta. ?Sinceramente, ten¨ªan ganas de pasar la p¨¢gina de Al Tall?
Manuel Miralles. La verdad es que cada vez menos, seg¨²n vamos viendo la respuesta de la gente en los conciertos de despedida. Piensas ¡°?pu?eta!¡±. Pero es algo inevitable.
Vicent Torrent. Yo lo ten¨ªa muy claro, este ciclo hab¨ªa que cerrarlo. Los ¨²ltimos a?os estaba bajando el n¨²mero de conciertos espectacularmente. Ahora hemos tenido unos 16 o 17 conciertos de despedida y otros tantos homenajes. Pero si no se hubiera producido esa despedida, habr¨ªa que ver cu¨¢ntas actuaciones ten¨ªamos.
¡°Se nota en la gente joven el cambio en la percepci¨®n de la m¨²sica tradicional¡±
M.M. Y no pod¨ªamos abaratar m¨¢s el cach¨¦. El equipo es el que es.
P. ?Qu¨¦ har¨¢n despu¨¦s?
V.T. Tengo ganas de jugar a hacer m¨²sica, sin la presi¨®n de un disco o un concierto. Y tambi¨¦n escribir ideas y reflexiones sobre la m¨²sica y el pa¨ªs.
M.M. Yo estoy pensando en montar un grupo nuevo. No tengo el nombre, pero s¨ª un concepto transgresor de la tradici¨®n. Eso s¨ª, con respeto.
P. ?C¨®mo est¨¢ siendo la respuesta del p¨²blico en los conciertos de esta recta final de despedidas?
V.T. Hay algo distinto. Es como si hubiera despertado la gente respecto a nosotros. Puede que tambi¨¦n respecto a la situaci¨®n en general.
¡°Repescamos la clave de una m¨²sica viva, que es la improvisaci¨®n¡±
M.M. En general se nota una efervescencia social en el Pa¨ªs Valenciano diferente a la de hace unos a?os. Algo pasa.
P.En estos conciertos hay algunas canciones in¨¦ditas, ?no?
V.T. La que m¨¢s hemos tocado es Liberanos domine. Pero tambi¨¦n llevamos una actualizaci¨®n de Aix¨° ¨¦s Espanya, adaptada al ¨²ltimo 11 de septiembre, en torno a la independencia de Catalu?a. La hicimos como un regalo a Barcelona y seguramente la tocaremos en Valencia.
P. Liberanos domine es una canci¨®n sobre la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢. ?No les han dicho nada al respecto?
V.T. En absoluto. El caso es que ¨²ltimamente ha venido gente del PP a algunos recitales nuestros.
P. ?Por ejemplo?
Vicent Torrent: ¡°Ten¨ªa muy claro que este ciclo hab¨ªa que cerrarlo¡±
V.T. Por ejemplo, el alcalde de Teulada, que es del PP, estuvo en nuestro concierto del d¨ªa 8. Tenemos incluso fans del PP.
P. ?No han pensado despedirse con un disco antol¨®gico?
V.T. No s¨¦ si la discogr¨¢fica estar¨ªa por la faena. Toda nuestra discograf¨ªa es de Picap. No depende de nosotros.
P. Su ¨¢lbum de 1983, Tocs i vares, pasa por ser el mejor ¨¢lbum de su carrera. ?Por qu¨¦?
V.T. Depende. Entonces, nuestro p¨²blico m¨¢s reivindicativo no acababa de entenderlo. Pero fue el disco que nos descubri¨® en Espa?a y el m¨¢s creativo musicalmente. A partir del lenguaje tradicional hicimos un esfuerzo por ir m¨¢s all¨¢ del repertorio que hab¨ªa llegado a nosotros.
M.M. El texto de la carpeta del disco refleja la discusi¨®n, los debates y la reflexi¨®n que tuvimos hasta la grabaci¨®n final.
Manuel Miralles: ¡°Pienso en montar un grupo nuevo, transgresor de la tradici¨®n¡±
V.T. Est¨¢bamos repescando el mecanismo fundamental de una m¨²sica viva, que es la improvisaci¨®n, la variaci¨®n sobre palos que nuestros bisabuelos hac¨ªan cuando tocaban jotas o fandangos.
P. ?No era m¨²sica para bailar?
M.M. No siempre. Cuando no era para bailar, la gente improvisaba. Una jota pod¨ªa durar un cuarto de hora y si era jota y fandango, m¨¢s de 20 minutos.
P.Casi tan revelador como Toc i vares fue Xarq Al Andalus, porque fue una ins¨®lita fusi¨®n con la m¨²sica africana.
M.M. Ambos fueron nuestros discos m¨¢s ambiciosos y tambi¨¦n son los que m¨¢s disfrutamos. Los dos nacieron en las trobades.
P. Ustedes impulsaron la Trobada de M¨²sica de la Mediterr¨¤nia y con ella influyeron en la escena valenciana. ?Hasta qu¨¦ punto aquellos encuentros musicales influyeron tambi¨¦n en ustedes?
V.T. Fueron muy importantes para nosotros. Ahora hay muchas m¨²sicas e int¨¦rpretes que puedes encontrar en Internet. Entonces no. Gracias a la Trobada tuvimos cerca a m¨²sicos que nos enriquecieron.
M.M. Nos reafirmaron en la atracci¨®n m¨¢s o menos consciente que sent¨ªamos por las m¨²sicas mediterr¨¢neas.
P. ?Se atreven a se?alar tres aportaciones esenciales de Al Tall a la m¨²sica valenciana?
V.T. La primera ser¨ªa la desfolclorizaci¨®n. Cuando empezamos, la m¨²sica tradicional estaba muy folclorizada. Quedaban cuatro dol?ainers, los grupos de danzas, una m¨²sica elemental, penosa. Comenzar a utilizar el lenguaje tradicional para hacer canciones de la ¨¦poca y decir las cosas en nuestro lenguaje supuso un giro total.
M.M. Esa es la aportaci¨®n m¨¢s importante. Creaba un sentimiento de dignidad en la gente.
V.T. Cuando toc¨¢bamos por los pueblos canciones como Obriu cabretes, era la m¨²sica que la gente reconoc¨ªa y entend¨ªa.
P. Se identificaban.
M. M. Era como decir 'mira, un conjunto moderno que hace las canciones que hac¨ªamos nosotros'. Provocaba emociones sorprendentes. Recuerdo un conierto en Els Poblets de D¨¦nia, en una placita, con el escenario a dos metros de las casas. A mi lado hab¨ªa un abuelo, sentado con el gayato, que nada m¨¢s comenzar se puso a llorar.
P. ?Era como una catarsis?
V.T. Entonces la valoraci¨®n de la gente mayor de los pueblos respecto a esas m¨²sicas, esas canciones, era muy pobre.
M.M. Se consideraban 'coses de poble'.
V.T. Recuerdo que fuimos a grabar a una mujer a Banyeres para la fonoteca del Institut de la M¨²sica y dijo: 'Mira que tienen poco conocimiento, ?para qu¨¦ graban eso?
M.M. Es lo mismo que le pasaba a la lengua.
P. Dir¨ªase que esa percepci¨®n de la m¨²sica tradicional ha cambiado considerablemente, ?no?
M.M. El cambio se nota sobre todo en la gente joven. Basta con ver c¨®mo est¨¢n ahora con Pep El Botifarra, que canta lo que cantaban nuestros abuelos. Es para quitarse el sombrero.
P. Tampoco ten¨ªa la dol?aina cuando empezaron tantos seguidores como tiene ahora.
M.M. Alguna responsabilidad tenemos en la rehabilitaci¨®n de la dol?aina, y no por ser dol?ainers estupendos, cosa que no hemos sido nunca.
P. ?Cu¨¢ndo empezaron a usarla?
VT. Desde el principio. La tocamos hasta que aparecieron dol?ainers de verdad. En alguna ocasi¨®n invitamos a Joan Blasco a subir al escenario para tocar unas piezas con nosotros.
M.M. Imagina, yo recurr¨ª a Blasco para que me indicara las posiciones, para que me dijera c¨®mo se hac¨ªa. Y creo que tambi¨¦n aportamos algo en la introducci¨®n de las cuerdas, con la bandurria, el la¨²d, el buzuki...
P. ?No se tocaban ya?
V.T. Se tocaban para las rondallas. El buzuki [instrumento griego de cuerdas] lo usamos ya en el primer disco. Fue romper el purismo del folclore, reutilizar los elementos y los recursos de la tradici¨®n valenciana e ir un poco hacia la fusi¨®n mediterr¨¢nea por entender que hay un lenguaje com¨²n.
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