Pa¨ªses patas arriba, el videojuego
Tampoco aqu¨ª gustan las terceras v¨ªas. Rajoy y Mas coinciden en que hay que simplificar
Pocas cosas pueden sorprendernos. Estados Unidos cerr¨® su administraci¨®n y casi suspende pagos: una minor¨ªa ultra, el Tea Party, bloquea la democracia. Y no pasa nada, ?o s¨ª? El rey de Holanda, pa¨ªs escrupuloso hasta ahora en la equidad, anuncia solemnemente el fin del Estado del Bienestar y es aplaudido sin mover una ceja por los dirigentes europeos. ?O no? En Francia sube como la espuma la ultraderecha de Marie Le Pen y s¨®lo la Comisi¨®n Europea tuerce el gesto con un informe nada favorable a la expansi¨®n ultra. Pero mira hacia otro lado cuando mueren decenas de inmigrantes en el Mediterr¨¢neo e intenta arreglarlo con ret¨®rica y prevenci¨®n: hay miedo, como dijo el comisario Almunia al hablar de esa utop¨ªa, la seguridad de Europa. Las barbas del vecino desbordan inventos. Un marco id¨®neo.
Hab¨ªa subido la bolsa, el Ibex, hab¨ªa euforia en gobiernos como el espa?ol aunque el paro, obviamente, segu¨ªa donde estaba. Rajoy vend¨ªa en Jap¨®n nuestros salarios extraordinariamente competitivos; parec¨ªa orgulloso de habernos transformado en los chinos de Europa. Aqu¨ª nadie, salvo sus compinches, le daba la raz¨®n. Estimulados por el delirio cotidiano, el ministro de Hacienda, glorioso, aseguraba que los salarios hab¨ªan ganado poder adquisitivo, y la vicepresidenta m¨²ltiple acus¨® a medio mill¨®n de parados de defraudar al Estado, cosa que ni compr¨® la BBC, desde hace unos a?os art¨ªfice infatigable del v¨¦rtigo espa?ol.
En nuestras propias barbas se percibe un pa¨ªs patas arriba. Cuando no protestan los m¨¦dicos, lo hacen los maestros, los estudiantes, los farmac¨¦uticos, los obreros de aqu¨ª y all¨ª, las mujeres, los del cine, el teatro, la m¨²sica o los museos, los de las energ¨ªas renovables, los comerciantes, los trabajadores de bancos o los funcionarios, los pensionistas, los preferentistas y hasta 2.000 alcaldes est¨¢n contra una ley que quiere ¡°cambiar el sistema¡± organizativo logrando, por ejemplo, el milagro de en Espa?a s¨®lo haya municipios de m¨¢s de 20.000 habitantes. ?Hasta la geograf¨ªa protestar¨ªa si pudiera?
?Hay alguien que no proteste en este pa¨ªs? La labor de don Mariano es excepcional: lo nunca visto en unanimidad. El decreto/ley ha funcionado a todo gas y la mayor¨ªa absoluta protege esa tendencia absolutista llamada 'Plan Nacional de Reformas'. Y a¨²n nos espera la contrarreforma del aborto, o esa cosa m¨¢gica: ¡°la unidad del mercado¡±. Somos, como tambi¨¦n dijo Mr. Montoro, ¡°el modelo de ¨¦xito en el mundo¡±. Lo celebran y a?aden que ?suben las inversiones! Y los suizos sin mentar a B¨¢rcenas aseguran que tenemos m¨¢s millonarios que nunca. Todo sea para olvidar el enfado de que Madrid no tenga JJOO, reciba muchos menos turistas y su modelo de desarrollo se base en Eurovegas, que es una fatalidad del peor gusto. ?Madrid decae? Hasta Aznar hace una aparici¨®n flam¨ªgera previniendo del centrifugado territorial. Pero la capital del imperio sigue sin saber idiomas. Es un¨ªvoca, no est¨¢ para terceras v¨ªas. Barbas espa?olas: de pena.
No es raro que los catalanes de pro hagan ahora un inventario de agravios en el que reflejan ideas tan sabias como hecha la ley hecha la trampa o, mirando al mism¨ªsimo Rajoy y al mundo entero, proclaman ¡°la cronificaci¨®n de la deslealtad¡±. ?Choque de trenes? No, por Dios, ¡°un tren nos ha pasado por encima¡±, a los catalanes, claro. Cierto: cada d¨ªa nos arrolla un tren u otro. No quiero ofender a nadie porque, a menudo, me expreso mal, y pido disculpas de antemano: todo esto ya lo sab¨ªamos. Pero no nos constaba tan claramente cu¨¢l es, como dijo el president Mas, la raz¨®n de esta desafecci¨®n: ¡°cien a?os de terceras v¨ªas nos han tra¨ªdo hasta aqu¨ª¡±. Tampoco aqu¨ª los mandos gustan de las terceras v¨ªas. Y es l¨®gico: repartir votos entre dos siempre es m¨¢s f¨¢cil que entre tres o m¨¢s. Hay que simplificar. Claro que s¨ª. Ah¨ª coinciden Rajoy y Mas.
Simplificar es lo que ha hecho el premier Cameron: para las elecciones de 2015, Reino Unido se retirar¨¢ de la legislaci¨®n europea de Derechos Humanos, que regula tambi¨¦n las obligaciones de los empresarios con los trabajadores. ?Objetivo? Despido libre. ?Quedan tantos trucos por aprender! Lo digo por nuestros hijos, pobrecillos. La pol¨ªtica de videojuego es su futuro.
Margarita Rivi¨¨re es periodista.
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