La Sinf¨®nica de Galicia inaugura la temporada de la Filarm¨®nica Ferrolana
Ofreci¨® un programa de estructura aparentemente convencional ¨Cobertura, concierto, sinfon¨ªa- pero de notable variedad estil¨ªstica y gran fuste sinf¨®nico

La Orquesta Sinf¨®nica de Galicia, bajo la direcci¨®n de Mija¨ªl Jurowski y acompa?ando al violonchelista Johannes Moser, ha inaugurado la temporada de la Filarm¨®nica Ferrolana con un concierto en el Teatro Jofre de Ferrol, el primero de los tres que la OSG celebrar¨¢ para la sociedad esta temporada. A su vez, la Real Filharmon¨ªa de Galicia actuar¨¢ en dos ocasiones y la Camerata Boccherini, formada por m¨²sicos de la OSG y dirigida por su concertino, Massimo Spadano, lo har¨¢ en una. El resto de la programaci¨®n de la FF est¨¢ formado por conciertos en los que actuar¨¢n prestigiosos grupos de c¨¢mara.
Con la obertura The school of scandal, escrita por Barber al final de sus estudios musicales, dio comienzo un programa de estructura aparentemente convencional ¨Cobertura, concierto, sinfon¨ªa- pero de notable variedad estil¨ªstica y gran fuste sinf¨®nico. La obra, que mostr¨® la riqueza de sonido de la OSG y el firme pulso del director ruso, arranc¨® los primeros aplausos del p¨²blico.
En el Concierto para chelo de Lutoslawski, Johannes Moser exhibi¨® su maestr¨ªa t¨¦cnica y una soberbia musicalidad en la larga introducci¨®n a solo de car¨¢cter meditativo, interrumpida en su final por la estridencia de un mundo exterior personificado en la disonancia de las trompetas. En el segundo movimiento, Four episodes, destac¨® el contraste t¨ªmbrico del chelo con metales y percusi¨®n y su car¨¢cter r¨ªtmico con la orquesta. El clima de suspensi¨®n de su canto sobre las cuerdas en la Cantilena permiti¨® a Moser resaltar sulirismo. Luego, esa especie de divisi total de sus temas aleatorios en la orquesta produjo el caos sonoro de enorme y dur¨ªsima emotividad que personaliza esta obra. Caos y emotividad crecientes que, en el Finale terminaron de captar la atenci¨®n de una mayor¨ªa del p¨²blico, haciendo mella en su sensibilidad.
En la segunda parte del concierto, Jurowski demostr¨® ser uno de esos grandes directores que quedan de la vieja escuela rusa que creci¨® en la extinta URSS. Su versi¨®n de la Cuarta de Schumann estuvo dotada de todo el empaque, poder¨ªo sonoro, ampl¨ªsima gama y matizaci¨®n din¨¢micas que cabe esperar de aquella. Su soberbio fraseo se caracteriz¨® por un largo aliento y un contraste de tempi muy marcado pero lleno de la l¨®gica que impone el car¨¢cter de una obra que interpret¨® con todos sus picos sonoros y emocionales, sin ser rapada por el rasero de esa especie de corta-c¨¦sped que supone la moda de tocar obras rom¨¢nticas con instrumentos de ¨¦poca y criterios historicistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.