La despresurizaci¨®n de Barajas
Indigencia, comercios cerrados, trapicheo en las esquinas y falta de viajeros. Este es el aspecto de las infrautilizadas instalaciones de Barajas, un aeropuerto que busca remontar el vuelo
El hombre se tumba. Se recuesta sobre su hombro izquierdo. Mulle la maleta. Se acomoda. Y otra vez se gira. No encuentra la postura. As¨ª que se levanta. Resopla. Estira las piernas. Da un breve paseo por la T-4. Y de nuevo vuelve a tumbarse sobre el suelo. Aunque esta vez se queda quieto. Mirando a la gigantesca b¨®veda del aeropuerto. De lejos parece solo un pasajero que ha perdido su vuelo y tiene que pasar la noche bajo el cielo de Barajas. Pero Edu, que as¨ª se llama ese hombre de 47 a?os, no est¨¢ ah¨ª como cliente, sino como inquilino.
Aterriz¨® en mayo en la terminal, tras haber hecho escala en otras esquinas de Madrid, y desde entonces vive en la planta de salidas junto a otros 15 indigentes. Algunos de ellos dicen que llevan all¨ª desde 2007. Ese a?o, Barajas registr¨® su cifra r¨¦cord de viajeros: 52.110.787. El a?o pasado, su tr¨¢fico a¨¦reo cay¨®, sin embargo, en picado hasta los 45.190.528 pasajeros. Para encontrar una cifra m¨¢s baja hay que remontarse hasta 2005, justo un a?o antes de la construcci¨®n de la terminal donde Edu y sus compa?eros de fatigas pasan la noche y el d¨ªa. Dicen que no se aburren: ¡°Imag¨ªnate: todo Barajas para ti y sin coste¡±.
Tal vez ese sea el sue?o de muchas compa?¨ªas a¨¦reas: las de bajo coste, ahuyentadas por la subida de las tasas y casi sin espacio en esa terminal, o de gigantes como Iberia, inmersa en un hondo proceso de reestructuraci¨®n y cada vez m¨¢s ligera de equipaje. Sin quererlo, los sin techo de Barajas se han convertido en observadores privilegiados de la crisis de turistas que desde el pasado verano planea sobre la Comunidad de Madrid y que ha convertido al aeropuerto de Barajas en el centro de todas las cr¨ªticas. En agosto, el aeropuerto barcelon¨¦s de El Prat super¨® por primera vez a Barajas en n¨²mero de pasajeros: gan¨® 31.700 pasajeros mientras Madrid perd¨ªa medio mill¨®n aunque en septiembre Barajas recuper¨® su plaza de l¨ªder. La regi¨®n recibi¨® en agosto 290.494 turistas extranjeros. Es decir, una ca¨ªda del 22,2% respecto al a?o anterior, seg¨²n la encuesta de Movimientos tur¨ªsticos en fronteras que el Ministerio de Turismo public¨® en septiembre y que encendi¨® las alarmas.
Sobrevivir en la Terminal
La batalla por el control de las pistas de la T4 se libra tambi¨¦n a peque?a escala. El monopolio de esta terminal pertenece a una fusi¨®n de gorrillas de muy diversa procedencia. Muchos de ellos son indigentes que viven all¨ª y sobreviven gracias a negocios tambi¨¦n muy variopintos. Aunque casi todos pugnan por hacerse con la mayor cantidad de fichas de los carritos portaequipajes.
Seg¨²n explican, las sacan con un alambre y las venden a los pasajeros por un euro. O el lote entero, de carrito con ficha, por dos. Otros embalan maletas por cinco euros y los hay que se llevan una comisi¨®n de 10 euros por captar clientes para volar a pa¨ªses de ?frica.
En Barajas hay 4.000 c¨¢maras. AENA asegura que ha puesto en conocimiento de la Polic¨ªa estas pr¨¢cticas.
La despresurizaci¨®n de Barajas responde a m¨²ltiples factores. Por un lado est¨¢ la falta de ox¨ªgeno de Iberia, la mayor compa?¨ªa que opera en ese aeropuerto. La que fue en su d¨ªa la mayor aerol¨ªnea de Espa?a por pasajeros se encuentra actualmente sumida en un profundo proceso de reconversi¨®n. En noviembre de 2012, International Airline Group (IAG), la matriz que agrupa a la fusi¨®n de esta compa?¨ªa con British Airways y a la absorbida Vueling, vir¨® su rumbo para tratar de estabilizar a la compa?¨ªa espa?ola. IAG aplic¨® uno de los ajustes m¨¢s duros que se recuerdan que consisti¨®, finalmente, en la reducci¨®n de 3.141 puestos de trabajo (de unos 20.000 empleados) adem¨¢s de una rebaja salarial de hasta el 35% del sueldo. El consorcio justificaba de este modo las p¨¦rdidas operativas de la que fue una de las empresas bandera de Espa?a. En 2012, Iberia perdi¨® 351 millones de euros. Pero desde 2008, no conoce resultados positivos. Para colmo, su filial de bajo coste, Iberia Express ¡ªel trasunto de Vueling, la nueva ni?a bonita del grupo IAG con base en El Prat¡ªno termina de despegar del todo.
Como en una partida de domin¨®, la crisis econ¨®mica ha arrastrado una ca¨ªda del tr¨¢fico a¨¦reo cuyo cielo est¨¢ ahora dibujado principalmente por el surco que han ido dejando, en estos ¨²ltimos a?os, aerol¨ªneas de bajo coste como la propia Vueling, la segunda de Espa?a con 2,4 millones de viajeros en septiembre, y Ryanair, la reina de la austeridad llevada al l¨ªmite con 3,3 millones de pasajeros el pasado mes. Por detr¨¢s de ellas se sit¨²a Air Europa (1,3 millones). Y en cuarto lugar, Iberia, que registr¨® el mes anterior 1,2 millones de viajeros; un 32% menos que un a?o antes. A todo esto hay que sumar la subida de las tasas aeroportuarias de AENA, la empresa p¨²blica encargada de gestionar 46 de los 50 aeropuertos que hay en Espa?a. En los ¨²ltimos tres a?os, las tasas de Barajas han aumentado un 113% (en El Prat 108%). Lo cual ha provocado que algunas compa?¨ªas a¨¦reas hayan cambiado de rumbo. EasyJet cerr¨® en junio del a?o pasado su base en Madrid y recort¨® la mitad de su oferta en Barajas. Y un mes despu¨¦s, Ryanair cancel¨® 11 trayectos con origen y destino en la regi¨®n y redujo la frecuencia de 24. AENA no tiene pensado bajar las tasas, pero ha anunciado bonificaciones.
Ninguna de esas aerol¨ªneas de bajo coste operan en la T4. Otro de los problemas que explican la crisis de ese aeropuerto, de 4.000 hect¨¢reas, es, precisamente, su infrautilizaci¨®n. Barajas opera al 60% de su capacidadad. Edu, el indigente que una hora m¨¢s tarde duerme pl¨¢cidamente, est¨¢ acostado frente a una fila fantasma de mostradores de facturaci¨®n. El grupo IAG dispone de esta moderna terminal de 499.445 metros cuadrados (la m¨¢s grande de todas) en exclusividad casi junto a sus socios de One World: una alianza compuesta por 12 compa?¨ªas entre las que est¨¢n American Airlines o Royal Jordanian, entre otras.
La T4 se inaugur¨® en 2006 y cost¨® aproximadamente unos 6.200 millones de euros; el 50% de la deuda de AENA. La terminal fue dise?ada por el arquitecto espa?ol Antonio Lamela y el brit¨¢nico Richard Rogers. Su edificaci¨®n recibi¨® importantes premios de arquitectura como el Premio Stirling del Real Instituto de Arquitectos Brit¨¢nicos. Hoy parece un gran palacio deshabitado. De 24 restaurantes que tiene esta terminal, 11 est¨¢n cerrados por obras de reforma. Esto unido a la bajada de turistas ha provocado unas p¨¦rdidas del 25%, seg¨²n fuentes del sindicato de trabajadores de estos establecimientos.
La empresa adjudicataria, ?reas, explica que los locales se est¨¢n renovando y que van a entrar nuevas cadenas como Cien Montaditos, Starbucks o Burguer King, entre otros. Franquicias que contribuyen, acaso, a homogeneizar a¨²n m¨¢s el concepto de turismo de Madrid. Otro de los males de la ciudad: no hay una postal clara de la capital. Se ve, por ejemplo, en algunas tiendas de regalos de la T4 donde entre los art¨ªculos de promoci¨®n figuran imanes de paellas, alegor¨ªas a la sangr¨ªa, toros, flamencas o camisetas est¨¢ndar de I love Madrid [Quiero a Madrid]. Pero no basta solo con quererla. Para superar esta crisis hace falta algo m¨¢s. Es necesario que vengan m¨¢s turistas, pero sobre todo que regresen.
Los planes para elevar el vuelo
Aeropuertos Espa?oles y Navegaci¨®n A¨¦rea (AENA) ha ideado ya un plan para salvar el aeropuerto de Barajas. En un documento llamado Plan Bienal (2014-2015), detalla las medidas que este organismo, que depende del Ministerio de Fomento, propone para evitar que el aer¨®dromo madrile?o siga en ca¨ªda libre. Estas ser¨ªan la promoci¨®n de Iberia y de Air Europa, captaci¨®n de vuelos de la l¨ªnea de bajo coste Norwegian y la apertura de nuevas rutas hacia Asia y Am¨¦rica.
Ese martes, unas 200 personas transitan en toda la terminal de la T4. Incluidos los trabajadores. Una t¨ªmida recepci¨®n de navarros esperan a que aterrice una amiga que llega a las 20.50 de Par¨ªs (Francia). Estar¨¢n un d¨ªa en la regi¨®n y luego volver¨¢n a Pamplona. ¡°Madrid ha perdido tir¨®n¡±, aduce Francisco, de 54 a?os. ¡°Adem¨¢s, es muy cara. Solo por venir aqu¨ª ya te gastas un dineral¡±, a?ade. Luis, el novio de Eva, la chica a la que esperan, lleva un ramo de rosas por el que ha pagado en una m¨¢quina aleda?a 14, 95 euros: ¡°El amor es caro¡±.
Los cinco han venido en Metro. Para entrar en cualquiera de las cuatro terminales de Barajas hay que pagar un suplemento de tres euros. Y para salir, otros tres que se suman al precio del billete normal que se paga por tramos. En total, una visita al aeropuerto puede salir hasta por ocho euros. Aunque existe la opci¨®n de volver en un autob¨²s expr¨¦s, que cuesta cinco euros, y que llega hasta Atocha. Seg¨²n uno de sus conductores, en estos ¨²ltimos dos a?os han perdido tambi¨¦n pasajeros: ¡°Vamos menos cargados¡±. Una realidad que los taxistas de la zona corroboran. ¡°En la T2 se forman dos filas: la de los tontos y la de los listos, que son los coches que aparcan para recoger a sus familiares. Si hacemos cuatro carreras al d¨ªa es un milagro¡±, comentan.
Dentro, la realidad no es mucho mejor. Vendedores de cupones, informadores tur¨ªsticos, dependientes, comerciales o hasta el cura de la capilla. Todos coinciden en se?alar la sangr¨ªa de turistas de la que se han librado, eso s¨ª, algunas empresas de alquileres de veh¨ªculos como Avis, que ha notado una subida del 2% o Europcar que ha contenido el descenso un 8,3%. ¡°Nosotros tambi¨¦n lo notamos: nos dan menos dinero¡±, concluye Edu. ¡°As¨ª no hay quien despegue¡±.
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