¡°Hemos terminado siendo una sociedad para bodas y bautizos¡±
La Fundaci¨®n Chirivella Soriano muestra en Valencia la que quiz¨¢ sea su m¨¢s completa retrospectiva
La Fundaci¨®n Chirivella Soriano muestra en Valencia hasta el 5 de enero la que quiz¨¢ sea la m¨¢s completa retrospectiva de su obra: Artur Heras a cent metres del centre del m¨®n. Medio siglo de su producci¨®n vista a trav¨¦s de las obras de la propiedad de Vicent Madramany, su mayor coleccionista. Con una obra inscrita en el compromiso y la cr¨ªtica, Heras ha sido crucial en la renovaci¨®n de la figuraci¨®n, as¨ª como en la construcci¨®n de la narrativa del pop art espa?ol, aunque su inquietud creativa, y su concepci¨®n contraria a los muros entre figuraci¨®n y abstracci¨®n, le han conferido una gran versatilidad y un estilo de fusi¨®n muy singular. Huyendo de los l¨ªmites, Heras ha trabajado asimismo en el campo del dise?o y la edici¨®n, y en la gesti¨®n cultural. En 1982 se puso al frente de la Sala Parpall¨®, que fue la puerta de entrada del arte contempor¨¢neo en Valencia y donde empez¨® a germinar el IVAM. En 1995 el PP lo fulmin¨®.
Pregunta. ?C¨®mo definir¨ªa su momento creativo y vital actual?
Respuesta. Empiezo a tener noticias del tiempo que ha pasado sobre m¨ª. Comienzo a reconocer que no soy el que creo que soy, que soy otro: un viejo. Te plantas en 68 a?os y la vida es as¨ª. En cuanto al trabajo y la actitud, no he perdido el est¨ªmulo, las energ¨ªas ni la capacidad de trabajo.
P. ?Le obsesiona lo mismo como ser humano y como creador?
R. S¨ª. Esta exposici¨®n, aunque no he perdido el contacto con las obras, me ha servido para ver el v¨ªnculo que hay entre ellas, y que reaparece pese al paso del tiempo.
Si hay mucha armon¨ªa en la obra, se te puede dormir el esp¨ªritu
P. Algunas de sus grandes obsesiones son la ut¨®pica torre de la III Internacional de Tatlin, la palmera y la bandera. ?Tienen una explicaci¨®n?
R. Son iconos. Es cierto que Tatlin representa un personaje bastante especial, de la eclosi¨®n de la revoluci¨®n (hoy todav¨ªa vivimos de renta en el arte gr¨¢fico de ese momento). Tatlin une el juego entre la utop¨ªa absurda y delirante, y desde el punto de vista de la construcci¨®n es un elemento muy din¨¢mico, que tiene que ver con la fusi¨®n de la pl¨¢stica. La palmera es un elemento del paisaje pr¨®ximo. Lo utilic¨¦ en la Mostra del Cinema del Mediterrani porque no ten¨ªa demasiados elementos definitorios y luego reaparece en los cuadros. Es una idealizaci¨®n de la planta: se va hacia arriba, es el¨¢stica y resistente. Y la bandera... Un cuadro, antes o despu¨¦s, es una bandera. En aquel momento [el enfrentamiento her¨¢ldico de la Transici¨®n] estaba harto de las banderas y quise manifestarme desde un campo experimental. Era una mezcla del asco general y un divertimiento que me sigue permitiendo hacer lo que quiero como experimento pl¨¢stico.
P. Escrib¨ªa Alfons Roig que en sus obras siempre hab¨ªa un accidente cruel, angustioso. ?Sigue ah¨ª, pese al brillo ir¨®nico de algunas de sus realizaciones?
R. Alfons hizo ese texto respecto a unos cuadros obra del a?o 74, dentro de aquella cosa del trompe l¡¯oeil. Pero es cierto que siempre busco elementos que sacudan, a m¨ª el primero, porque si hay mucha armon¨ªa, se te puede dormir el esp¨ªritu.
P. Le achacan el uso de la est¨¦tica pop como instrumento de protesta. ?Solo se le puede considerar pop en ese sentido?
R. Mi generaci¨®n protestaba. Hist¨®ricamente, el pop rompe con el dominio del formalismo, pero yo ten¨ªa, y tengo, lazos con el formalismo y adem¨¢s me interesa la fusi¨®n de los lenguajes. He sido muy ecl¨¦ctico en eso, no me importa el purismo. Lo que ocurre es que se han impuesto las figuras del pop americano frente a las del ingl¨¦s, que ten¨ªa una carga social y una visi¨®n m¨¢s cr¨ªtica a diferencia de la imagen est¨¦tica tout court del americano. En ese sentido, pertenezco al pop art, aunque creo que eso es como si haces la mili en Cartagena y toda la vida te dicen que eres de Cartagena.
P. ?La protesta ya no marca su pulsi¨®n art¨ªstica?
R. M¨¢s que la protesta, lo que la marca es la visi¨®n cr¨ªtica.
No s¨¦ si estoy en alguna lista. Si lo estoy, debe ser negra como el carb¨®n
P. ?Su pintura ser¨ªa diferente sin el cura Alfons Roig?
R. Sin duda, Alfons supuso una gran ayuda. Un¨ªa a su condici¨®n de cura (yo al principio ten¨ªa alguna reticencia al respecto) la del conocimiento y los contactos en el mundo del arte moderno. Entonces, el estudio de la pintura se paraba en el impresionismo y la pintura se hac¨ªa todav¨ªa con caballete. Sus reflexiones como profesor fueron muy importantes, junto a los viajes que hice a Francia.
P. ?C¨®mo pintaba usted antes de ser sacudido por el arte vivo?
R. No fui un enfant terrible, pero s¨ª un enfant espavilat. Pintaba en acuarelas y dibujaba. Era mal estudiante y, por tanto, hac¨ªa dibujos y caricaturas. Me regalaron unas acuarelas y ten¨ªan una cosa fascinante, casi m¨¢gica: esa textura de la ola que moja la playa. Muy pronto empec¨¦ a hacer cosas atrevidas, a tener vida propia.
P. Aparte de la exposici¨®n de la Fundaci¨®n Chirivella Soriano, no ha habido muchas oportunidades de ver su obra en Valencia, y menos en centros p¨²blicos. ?Est¨¢ castigado por algo?
El IVAM est¨¢ en su m¨ªnimo hist¨®rico. Sustituye creaci¨®n por producto industrial
R. Pues no s¨¦ si estoy en alguna lista. Si lo estoy, debe ser negra como el carb¨®n. Con la Administraci¨®n no tengo demasiado...
P. ?No le han perdonado que hiciera gesti¨®n cultural con un gobierno socialista?
R. Lo ha dicho bien: hice gesti¨®n cultural, y pasado el tiempo creo que no estuvo tan mal. Pero no s¨¦ qu¨¦ causa hay.
P. Pero la nota.
R. Es evidente. Salta a la vista. Se ve a la lejan¨ªa.
P. En aquellos a?os en que usted dirigi¨® la Sala Parpall¨®, ?lo que gan¨® el arte en Valencia lo perdi¨® su obra?
R. Algunos a?os s¨ª lo llev¨¦ con dificultad porque fue mucho trabajo y me atrap¨® mucho.
Este es un pa¨ªs brutal, con una cepa agraria muy salvaje
P. ?Sufri¨® un pulso entre el gestor y el artista, que gan¨® el gestor en uno de sus mejores momentos creativos?
R. No lo dir¨ªa as¨ª. Entiendo lo uno y lo otro como un todo. Alrededor del arte hay te¨®ricos, connaisseurs, espabilados y ladrones, pero tambi¨¦n hay gente que tiene pasi¨®n. Yo ten¨ªa mucha disposici¨®n y me vino bien conocer las dos partes de la barra. Fue una situaci¨®n de privilegio.
P. ?Qu¨¦ ten¨ªa aquella Valencia que no tiene esta?
R. Sin caer en la nostalgia, dir¨ªa que hab¨ªa unas ganas que ahora se han convertido en asco, producido tambi¨¦n por ciertas gestiones y por una situaci¨®n econ¨®mica brutal de empobrecimiento y malestar.
P. ?La cultura del c¨¢terin, por usar una expresi¨®n suya, mat¨® a la estrella del arte?
R. Hemos terminado siendo una sociedad para bodas y bautizos. En el peor sentido de las bodas y los bautizos. Los contenedores estos, esta osamenta millonaria, se ha convertido en eso.
P. Por cierto, ?qu¨¦ ha sido del IVAM?
R. Est¨¢ en su m¨ªnimo hist¨®rico. Cuanto m¨¢s brutal es la situaci¨®n, la respuesta es m¨¢s s¨®rdida. De ese tinglado no soporto la sustituci¨®n de la creaci¨®n por productos industriales. Y adem¨¢s, de mala calidad.
P. ?Es l¨®gico que Andreu Alfaro no tenga una sala en el IVAM?
R. Desde el punto de vista del IVAM, s¨ª. Es patol¨®gicamente l¨®gico. Era un artista muy importante, pero era muy vehemente y dec¨ªa lo que pensaba. Era un incordiador.
P. Es decir, al arte se lo juzga en funci¨®n de las ideas del autor, no por la realizaci¨®n en s¨ª.
R. Es un pa¨ªs brutal, con una cepa agraria muy salvaje.
P. Usted tambi¨¦n tiene esculturas relegadas por el PP en el Ayuntamiento de Gandia.
R. No s¨¦ muy bien por qu¨¦.
P. ?Por qu¨¦ molesta tanto el arte a algunos dirigentes de la derecha?
R. No es el arte el que molesta: es el autor. Depende de por d¨®nde vengas y qui¨¦n seas.
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