Fabra defiende el trabajo de despacho frente a la pancarta

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, afirm¨® ayer en las Cortes que prefiere el ¡°trabajo de despacho¡± antes que ¡°las plataformas, manifestaciones y pancartas¡±. A esa estrategia atribuy¨® la consecuci¨®n de ¡°acuerdos beneficiosos para la Comunidad Valenciana¡± como el memorando del trasvase Tajo-Segura, el tercer carril del corredor ferroviario mediterr¨¢neo, la obtenci¨®n de un d¨¦ficit asim¨¦trico o la nueva ley de Costas.

Imbuido, probablemente, de ese esp¨ªritu de trabajo de despacho, el presidente se esforz¨® por eludir el cuerpo a cuerpo con los portavoces de la oposici¨®n en la sesi¨®n de control. Y el resultado no pudo ser m¨¢s decepcionante. El jefe del Consell se limit¨® a colocar el argumentario del PP y la oposici¨®n a remachar un clavito con la inscripci¨®n ¡°?para qu¨¦ queremos un presidente de la Generalitat que act¨²a como un delegado del Gobierno?¡±.

El argumentario enviado por G¨¦nova rompi¨® las costuras del discurso de Fabra en varios momentos de su intervenci¨®n. Fundamentalmente cuando insisti¨® en atribuir al PP los buenos datos de la ¨²ltima Encuesta de Poblaci¨®n Activa y cuando, sin venir a cuento, coloc¨® una referencia a la doctrina Parot en una pregunta sobre el futuro de R¨¤dio Televisi¨® Valenciana (RTVV). El resto de su intervenci¨®n se concentr¨® en tachar a los partidos de la oposici¨®n de antivalencianos y en evitar responder a las interpelaciones realizadas.

Tanto que, al final, no hubo respuestas. Ni a las diez preguntas concretas que le formul¨® el portavoz socialista Rafael Rubio ¡ªpara saber qu¨¦ actuaciones piensa llevar a cabo Fabra para paliar el maltrato inversor que sufre la Generalitat¡ª. Ni a los interrogantes que para el portavoz de Comprom¨ªs, Enric Morera, genera la ley de Reforma de la Administraci¨®n Local, que resta competencias a los ayuntamientos. Ni a las aclaraciones que pidi¨® Marga Sanz, de Esquerra Unida, para saber los planes del Consell sobre RTVV.

Ignorando todos estos interrogantes, el presidente de la Generalitat prefiri¨® acusar a Sanz de buscar la foto detr¨¢s de la pancarta. A Morera, Fabra le recrimin¨® el ¡°discurso apocal¨ªptico¡± de Comprom¨ªs. Y a Rubio, el jefe del Consell le reproch¨® que no apoyase sus iniciativas y que el PSPV hubiese dado apoyo institucional a la UGT en los ayuntamientos donde gobierna. En resumen, qued¨® claro que Fabra prefiere el despacho a la calle. Y, seguramente, al Parlamento.