La violencia de g¨¦nero debe combatirse desde las aulas
Las profesionales alertan de que falla la detecci¨®n y prevenci¨®n del maltrato
En 2004 la ley contra la Violencia de G¨¦nero puso este problema en el centro neur¨¢lgico de la pol¨ªtica espa?ola. Naci¨® como una ley transversal que deb¨ªa empapar todo y a todos; sin embargo, su desarrollo en el largo plazo est¨¢ pendiente y las medidas que ya se han adoptado necesitan m¨¢s medios. ¡°Se han adoptado medidas a corto y medio plazo contra la violencia de g¨¦nero, pero ?se ha progresado tanto en ¨¢mbitos como el educativo o el sanitario?¡±, plantearon el pasado viernes cuatro profesionales en contacto con el problema. Fue durante un desayuno de trabajo, patrocinado por el Banco SabadellCAM, con responsables de la Cadena SER y EL PA?S.
¡°Cada muerte es un fracaso del sistema. Tenemos que trabajar m¨¢s el ¨¢mbito educacional¡±, subray¨® la portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Gabriela Bravo. ¡°Tenemos que ser capaces de formar a los j¨®venes para que no sigan reproduciendo patrones de violencia¡±, insisti¨® a la vista del aumento de casos de maltrato entre adolescentes. En 2011 se investigaron 473 asuntos en los que hab¨ªa implicado alg¨²n menor, cifra que en 2012 creci¨® hasta los 632, seg¨²n la Memoria de la Fiscal¨ªa General del Estado.
Bravo llam¨® especialmente la atenci¨®n sobre las ¡°v¨ªctimas silenciosas¡± de los casos de violencia, que son los menores, muchas veces en contacto con el maltrato desde que nacen. ¡°Son los ni?os que reciben de forma indirecta esa violencia f¨ªsica y ps¨ªquica, los que acaban reproduci¨¦ndola¡±, dijo.
Para Estefan¨ªa Navarrete, coordinadora del programa GAMA de la Polic¨ªa Local de Valencia, falta desarrollar mucho m¨¢s la ley de 2004. ¡°Nos hemos quedado en el camino, con parches¡±, defendi¨® la inspectora, que reclam¨® campa?as de prevenci¨®n contra la violencia entre los menores. ¡°Hay que trabajar en el colegio, en casa y en todos los ¨¢mbitos, remach¨®. Porque las mujeres son un todo, no podemos desmembrarlas, necesitan una asistencia integral¡±, defendi¨® Navarrete.
"Una v¨ªctima de maltrato es una mujer da?ada, pero no d¨¦bil¡±
Cristina Nadal, coordinadora del Centro Mujer 24 horas, conoce el problema desde la base. A este centro llegan muchas v¨ªctimas de malos tratos antes de que denuncien a sus agresores y muchas de ellas no saben los derechos que les asisten. Otras, ni siquiera se sienten v¨ªctimas. ¡°Una v¨ªctima de violencia de g¨¦nero es una mujer da?ada, pero no es d¨¦bil porque ha creado unos resortes de supervivencia incre¨ªbles¡±, dijo Nadal en un intento por derribar t¨®picos.
Pilar Gil, abogada de la Fundaci¨®n para la Atenci¨®n de las V¨ªctimas del Delito y Encuentro Familiar (Favide), alert¨® de que est¨¢ fallando la detecci¨®n y prevenci¨®n de los casos. ¡°No se trata solo del mundo educativo, es la sociedad entera la que falla. No nos hemos concienciado de que la violencia de g¨¦nero es una materia tan sensible como el terrorismo¡±, afirm¨® rotunda. Es un problema cultural que se da en todas las clases sociales.
Los centros de atenci¨®n a las mujeres est¨¢n haciendo un trabajo del 500%, dijo Gil, ¡°pero siempre que muere una de ellas por violencia de g¨¦nero nos preguntamos lo mismo: ?Por qu¨¦ no lo sab¨ªamos? Hay algo ah¨ª que nos falta por perfilar¡±.
Todas apuntaron como da?ina la criminalizaci¨®n de las v¨ªctimas, cuando trasciende que no denunciaron el maltrato, o que s¨ª lo hicieron pero al poco retiraron la denuncia. Por el contrario, parece darse una cierta permisividad hacia el maltratador, al que realmente la sociedad tendr¨ªa que aislar. ¡°Su agresor es la persona de la que se enamoraron, el padre de sus hijos y la que le est¨¢ haciendo da?o¡±, dijo Nadal a modo de explicaci¨®n.
"No nos hemos concienciado de que es un tema sensible como el terrorismo¡±
La dependencia emocional y econ¨®mica complica en extremo la separaci¨®n de la v¨ªctima de su maltratador. Por eso la crisis, la falta de empleo, hace que el proceso de desvinculaci¨®n y recuperaci¨®n sea mucho m¨¢s lento en momentos como los actuales.
El entorno de las v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero es vital a la hora de detectar los casos y denunciarlos, pero muchas veces ese c¨ªrculo encuadra los indicios de maltrato en el ¨¢mbito de las dificultades conyugales y no entra, censur¨® Bravo.
Tolerancia cero a todos los niveles
El ¨²ltimo informe del Observatorio de la Violencia de G¨¦nero del CGPJ constata que las denuncias por maltrato han ca¨ªdo un 9,2% desde 2008, al poco de estallar la crisis, pero existe una bolsa de casos oculta. En los seis primeros meses de 2013, las denuncian cayeron otro 4,2% respecto a enero-junio del a?o anterior hasta rozar las 61.000. La Comunidad Valenciana es la tercera autonom¨ªa en n¨²mero de denuncias por violencia dom¨¦stica.
Dar la vuelta a la violencia de g¨¦nero no es f¨¢cil, pero las cuatro profesionales que participaron en el debate apuntaron algunas. Que la violencia de g¨¦nero se combate desde las aulas suena a obviedad; sin embargo, no siempre se potencia. Charlas, material did¨¢ctico y mucha pedagog¨ªa para evitar en los colegios el sexismo. Los centros sanitarios son tambi¨¦n terminales donde se detectan estos casos, pero habr¨ªa que extremar la vigilancia, desde los m¨¦dicos de familia hasta los servicios de urgencias. Con el entorno familiar y social de la v¨ªctima sucede lo mismo. ¡°No se puede mirar hacia otro lado¡±, repitieron.
Y en los medios de comunicaci¨®n tambi¨¦n hay una tarea de concienciaci¨®n importante porque tienen mucho poder de influencia. ¡°Son un reflejo de la sociedad¡±, reflexion¨® Estefan¨ªa Navarrete, inspectora de la Polic¨ªa Local de Valencia, quien abog¨® por la creaci¨®n de un comit¨¦ evaluador, con capacidad ejecutiva, que retire de los medios de comunicaci¨®n contenidos que fomenten la discriminaci¨®n de g¨¦nero. ¡°Si determinados programas de televisi¨®n, por ejemplo, no son buenos, habr¨ªa que retirarlos¡±, defendi¨® sin ambages.
El tratamiento informativo de los casos mortales por violencia de g¨¦nero es crucial. ¡°Criminalizarlas es no entender absolutamente nada de lo que les pasa a las mujeres que sufren malos tratos¡±, insisti¨® Pilar Gil, abogada de la Fundaci¨®n para la Atenci¨®n a las V¨ªctimas.
Se necesitan m¨¢s campa?as de prevenci¨®n y, sobre todo, m¨¢s medios econ¨®micos y humanos. ¡°Deber¨ªamos haber avanzado mucho m¨¢s en la detecci¨®n y prevenci¨®n de casos¡±, se?ala Bravo. Todos los estamentos implicados en el problema de la violencia de g¨¦nero deben hacer autocr¨ªtica para evitar nuevos casos. Revisar los fracasos, indagar qu¨¦ eslab¨®n de la cadena fall¨® y el motivo del error porque lo cierto es que ¡°no se han puesto en marcha todos los mecanismos necesarios y previstos en la ley de 2004¡±, admitieron las protagonistas del debate. ¡°Es necesaria la tolerancia cero a todos los niveles¡±, reiter¨® la portavoz del CGPJ.
Dentro del contexto europeo, Espa?a es uno de los pa¨ªses donde el maltrato de g¨¦nero tiene visibilidad. Los programas europeos en los que participa el Grupo GAMA le han servido a Navarrete para concluir que la violencia de g¨¦nero es un problema global, se da en la pr¨¢ctica totalidad de pa¨ªses europeos. ¡°La visibilidad que se da en Espa?a a la violencia de g¨¦nero, no se da en todos los dem¨¢s pa¨ªses, algunos de ellos avanzados¡±, destac¨® la inspectora. En muchos ni siquiera se contabilizan los casos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.