El rodillo de Dinamarca acaba con Portugal y buscar¨¢ ante Croacia su cuarto t¨ªtulo mundial de balonmano seguido
La selecci¨®n n¨®rdica, con recursos inagotables, saca de rueda tras el descanso al sorprendente equipo luso (40-27)
La fiesta de la emocionante Portugal en el Mundial de balonmano se acab¨® donde mueren los sue?os de todos, frente a Dinamarca (40-27). Los n¨®rdicos desfondaron a los lusos tras el descanso y se clasificaron para la final, que disputar¨¢n este domingo contra Croacia (18.00, Teledeporte). La campeona ol¨ªmpica buscar¨¢ su cuarto t¨ªtulo mundial seguido para volver a confirmar su dominio absoluto en este deporte. Ninguna selecci¨®n hab¨ªa logrado m¨¢s de dos oros consecutivos y ellos persiguen el cuarto. Portugal, la gran revoluci¨®n de este campeonato, que nunca en su historia hab¨ªa alcanzado unos cuartos mundialistas, luchar¨¢ por el bronce ante Francia un rato antes (15.00).
Los lusos se mantuvieron de una pieza en la primera mitad, aguantaron el demarraje inicial de los daneses (2-6) y fueron capaces de resistir el elevado ritmo anotador de su rival. El 20-16 del intermedio dej¨® un poso de intriga en el pabell¨®n de Oslo. Un suspense que salt¨® por los aires en cuanto el partido se reanud¨®. Dinamarca, que m¨¢s que ganar encuentros despacha rivales, despeg¨® para no volver.
En los primeros 10 minutos de la segunda mitad, llev¨® la diferencia a la decena de goles (30-20) y ah¨ª se acab¨® el debate. La velocidad en el juego dan¨¦s, una m¨¢quina de lanzar contragolpes con las piernas de Mathias Gidsel (nueve goles), la variedad de recursos ofensivos (ocho tantos sin fallo de Rasmus Lauge) y el muro bajo palos de Emil Nielsen (15 paradas) hundieron a Portugal, ya muy desdibujada y entregada a su suerte. Fue un vendaval (20-11 tras el intermedio) que se concret¨® en la mayor ventaja en una semifinal de un Mundial (+13). El conjunto luso se quebr¨® atr¨¢s, choc¨® ante la porter¨ªa rival y sobre ¨¦l cay¨® una lluvia de contraataques que lo barri¨® de la pista. El destino, hasta ahora, de todos en este torneo.
El domingo, a Dinamarca le espera Croacia, campeona en 2003, una selecci¨®n que no se encontraba entre las favoritas para llegar tan lejos, pero que fue escalando al cobijo de su gente, en la bombonera de Zagreb, como qued¨® claro en la semifinal abrasiva que le levant¨® a Francia este jueves. Su problema es que la final ya no ser¨¢ en su caldera, sino bajo la nieve de Oslo.
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