?Perdemos el tren en el puerto de Valencia?
Seguimos sin obtener los beneficios del debate, el conocimiento y la comprensi¨®n mutua de ciudad y puerto
Estos d¨ªas es noticia la salida a exposici¨®n p¨²blica del plan especial de la Marina Real, la ordenaci¨®n y propuesta de la d¨¢rsena interior del puerto de Valencia, un proyecto de futuro y esencial para todos. La remodelaci¨®n de un ¨¢rea mar¨ªtima y portuaria en una ciudad es una clara oportunidad para generar la revitalizaci¨®n urbana, para abordarla como proyecto integral, de car¨¢cter p¨²blico, que se conciba como nodo de flujos y tambi¨¦n como lugar, para el conocimiento, la innovaci¨®n y el uso p¨²blico. Se acaba de celebrar en Santander un encuentro internacional para debatir los motores y tendencias de cambio en las ciudades portuarias. El inter¨¦s y atractivo del agua, del puerto y del frente mar¨ªtimo est¨¢ hoy fuera de duda en todo lugar. La experiencia de Santander en la trasformaci¨®n como ciudad portuaria, tanto en la gesti¨®n como en los proyectos y sus desarrollos, incluso hoy d¨ªa en marcha, resulta bien interesante.
En Valencia se han sucedido en los ¨²ltimos a?os actuaciones importantes en el ¨¢mbito mar¨ªtimo y portuario que se han mirado y analizado internacionalmente: la construcci¨®n del paseo mar¨ªtimo, el desarrollo del puerto en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, las transformaciones en la d¨¢rsena interior, por ejemplo. La ciudad tiene numerosas centralidades: el aeropuerto, su centro hist¨®rico, puerto y barrios mar¨ªtimos, sus campus universitarios, la estaci¨®n del Norte, ¨¢reas tecnol¨®gicas e industriales¡ A nivel internacional no siempre las intervenciones que se miran y amparan en el prisma de la denominada relaci¨®n puerto-ciudad han tenido ¨¦xito. Pero hay muchas otras ¨Clos docklands en Londres, Porto Antico en G¨¦nova, Hamburgo, Santander, Estocolmo, M¨¢laga, etc.-, que, son muy buenos ejemplos y han sido definidas con mucha paciencia y participaci¨®n (?por no hablar de Barcelona, claro!). En todo lugar ha habido una estrategia de convivencia entre puerto y ciudad a la que, adem¨¢s, se ha sumado una fuerte componente de informaci¨®n. El puerto es depositario de la identidad mar¨ªtima. En el resto de Europa hay tres agentes: puerto, ciudad y ciudadanos y las pol¨ªticas de acercamiento son continuas y multilaterales.
El puerto no puede ignorar a la ciudad, pero la ciudad no puede tampoco dictar al puerto qu¨¦ hacer, sin tener en cuenta que es motor de la econom¨ªa regional y nacional, y que depende de y debe responder a los cambios tecnol¨®gicos y productivos, en el contexto internacional de nuestro abastecimiento. Ambas maneras de hacer llevan a ignorar los conflictos y, consecuentemente, a no resolverlos, a no abordarlos de manera anticipada. En nuestro caso hay que hablar ya de la regi¨®n portuaria, refiri¨¦ndonos al sistema Valencia-Sagunt -o, mejor, incluso-, al sistema Castell¨®n-Sagunt-Valencia. La soluci¨®n, y as¨ª se ve en los casos internacionales de ¨¦xito, pasa por la colaboraci¨®n abierta y participativa, donde la voz y la intervenci¨®n comunitaria de la ciudadan¨ªa son imprescindibles. No sirve el modelo DAD (Decidir-Anunciar-Defender). Pero, adem¨¢s, hay que implicar a todos: Ayuntamiento, asociaciones c¨ªvicas, empresas y universidades, partidos pol¨ªticos... La gobernanza general, si se desea de ¨¦xito y moderna, debe incluir a todos los agentes sociales, pol¨ªticos y econ¨®micos, con una comunicaci¨®n comunitaria amplia. Seguimos sin tener un proyecto de ciudad portuaria, sin valorar nuestra cultura mar¨ªtima, nuestro patrimonio material e inmaterial, sin crear un apoyo al conocimiento, un port center que explique y permita conocer nuestra historia, el puerto, su importancia, a quienes en ¨¦l trabajan, etc.
Todo parece indicar, con un proyecto mim¨¦tico y parcial, donde se plantea lo eternamente recurrente (m¨¢s comercial, m¨¢s oferta de alojamiento¡), fuera de los par¨¢metros modernos y participativos, que Valencia va a perder de nuevo el tren con este plan especial en el puerto. Se han hecho proyectos aislados ¨Cel circuito, las bases, la marina-, sin un plan global. Seguimos sin obtener los beneficios del debate, el conocimiento y la comprensi¨®n mutua de ciudad y puerto, sus influencias rec¨ªprocas y beneficiosas, sin elaborar el mapa y llevar adelante no solo el crecimiento sino el desarrollo, un proyecto compartido de ciudad mar¨ªtima, de ciudad portuaria.
Vicent Esteban Chapapr¨ªa? es doctor ingeniero de Caminos en la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia
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