Repartir y compartir

Llevamos seis a?os inmersos en una crisis que nos demuestran que el viejo sistema capitalista no puede hacer frente a los graves problemas generados por esta. Su ideario de crecimiento a toda costa no tiene salida ya que provoca graves desequilibrios econ¨®micos y medioambientales. El resultado de sus pol¨ªticas de austeridad ha sido m¨¢s pobreza, m¨¢s paro, recortes de derechos b¨¢sicos a la ciudadan¨ªa y destrucci¨®n del Estado de bienestar.

Estas decisiones pol¨ªticas no son fruto del azar o de la imposibilidad de hacer otra cosa. La organizaci¨®n de los elementos b¨¢sicos de la crisis, su estallido y las pol¨ªticas de austeridad consiguientes son ideadas desde c¨ªrculos no democr¨¢ticos para poner fin a una etapa de prosperidad comunitaria. Ya lo anticip¨® Warren Buffet en 2006 cuando afirm¨® que ¡°hay lucha de clases, de acuerdo, pero es mi clase, la de los ricos, la que est¨¢ haciendo la guerra, y estamos ganando¡±. Y tiene raz¨®n. Veamos algunos ejemplos:

1.El modelo capitalista actual ha acentuado las diferencias entre ricos y pobres, han aumentado las desigualdades y Espa?a ya est¨¢ en la cabeza de este nefasto ranking: el 20% de la poblaci¨®n con m¨¢s renta ingres¨®, el 2011, 6,8 veces m¨¢s que el 20% m¨¢s pobre.

2.No se crea ocupaci¨®n, sino que se destruye, llegando a un 27% de paro, que en el caso de los j¨®venes alcanza el 60%. Adem¨¢s, la combinaci¨®n de paro y de envejecimiento demogr¨¢fico ponen en peligro la sostenibilidad del sistema de pensiones.

Ante la actuaci¨®n irresponsable de la banca privada hace falta crear una banca p¨²blica que permita a los Gobiernos recuperar la iniciativa

3.El volumen de deuda privada y p¨²blica no para de crecer y como la deuda creciente genera intereses crecientes, solo se puede pagar en una econom¨ªa en constante expansi¨®n, lo cual es imposible en un planeta finito. No se podr¨¢ devolver.

4.El desequilibrio ecol¨®gico del planeta ha llegado a un punto de no retorno. Todos los par¨¢metros ambientales y de recursos naturales est¨¢n en su punto m¨¢s bajo. La soluci¨®n capitalista de crecer exponencialmente nos lleva a la autodestrucci¨®n.

5.La tensi¨®n capitalista entre el sistema productivo, generador de bienes y servicios, y el financiero-especulativo ha desaparecido. El que dirige el sistema es el casino-especulativo, regido por los mercados liberados que se han zafado de las regulaciones nacionales e internacionales y han depositado sus ganancias en los para¨ªsos fiscales. Hemos pasado de la competencia entre mercados en un mundo globalizado al dominio de los oligopolios, de los planificadores fiscales que buscan el m¨¢ximo beneficio, imponiendo el deterioro de las condiciones laborales y la destrucci¨®n de la sostenibilidad medioambiental.

Ante esta situaci¨®n hay que decir basta y armarnos ideol¨®gicamente proponiendo un nuevo modelo sostenible econ¨®mica y ambientalmente, manteniendo un Estado de bienestar de calidad. Es imprescindible dar la espalda a las propuestas de la troika y de la derecha pol¨ªtica y crear un modelo donde la prioridad sea satisfacer las necesidades b¨¢sicas y una vida digna para todo el mundo. En Espa?a y en el resto del mundo occidental hay suficiente riqueza y se puede generar suficiente renta para que las personas vivan de una manera pr¨®spera. Repartir y compartir son las divisas del nuevo modelo.

?Cu¨¢les son sus principios? Ante la indecente y decidida pauperizaci¨®n social impuesta por el capitalismo hegem¨®nico hace falta crear una renta b¨¢sica universal (Suiza lo va a consultar a su poblaci¨®n) financiada con una nueva fiscalidad sobre las rentas y con los ahorros obtenidos por la eliminaci¨®n de las prestaciones y subsidios existentes por debajo de ella.

Ante la imposibilidad del sistema de acabar con el paro generando empleo para todos, sin crear una nueva burbuja, hace falta repartir el trabajo con nuevas pol¨ªticas laborales. Evidentemente hace falta un gran pacto social entre trabajadores, empresarios y Estado, con una mejor democracia industrial, fomento del cooperativismo y de la econom¨ªa social. La justicia social no solo consiste en repartir la riqueza, sino tambi¨¦n el trabajo, como un bien social.

Ante la insuficiente fiscalidad espa?ola en relaci¨®n a la media europea, hace falta captar nuevos recursos para financiar unos servicios p¨²blicos suficientes y de calidad: combate decidido contra el fraude y los para¨ªsos fiscales. Converger los tipos fiscales de las rentas del trabajo con las del capital, las plusval¨ªas y las empresariales (actualmente las rentas del trabajo cotizan entre un 25% y un 35% y las empresas del Ibex pagan un tipo medio inferior al 10%).

Ante la actuaci¨®n irresponsable de la banca privada hace falta crear una banca p¨²blica que permita a los Gobiernos recuperar la iniciativa en la financiaci¨®n del tejido productivo local y la innovaci¨®n.

En definitiva, estamos en una involuci¨®n econ¨®mica, social, pol¨ªtica y moral por lo cual es necesario una repuesta que ha de ser revolucionaria, no en las formas sino en el fondo. Este tendr¨ªa que ser el objetivo de las fuerzas pol¨ªticas de izquierdas y la de los movimientos sociales que piden a gritos un cambio. No valen parches, ni pol¨ªticas reformistas keynesianas. O cambiamos el modelo o nos hundimos, nosotros y nuestros hijos y nietos.

Joan Boada i Masoliver es profesor de historia.