Las mentiras de una periodista en Canal 9

El Partido Popular puso Canal 9 a su servicio desde el verano de 1995, cuando desaloj¨® al PSPV-PSOE del Palau de la Generalitat. Desde ese momento, la cadena televisiva se convirti¨® en un instrumento de propaganda de las pol¨ªticas del Gobierno valenciano y, sobre todo, la mayor publicista de la figura de los sucesivos presidentes de la Generalitat: Eduardo Zaplana y, tras el breve per¨ªodo de Jos¨¦ Luis Olivas, Francisco Camps.

En todos esos a?os los informativos solo han reflejado aquello que los comisarios pol¨ªticos de turno iban priorizando al servicio de Presidencia de la Generalitat. Una de las trabajadoras de la actual Nou (antes Canal 9), Iolanda M¨¤rmol, ubicada en la delegaci¨®n de Madrid, colg¨® ayer en su cuenta de Twitter (@iolandamarmol) un escrito que titul¨® Mis mentiras en Canal 9, donde explica jugosos detalles:

¡°Recuerdo cuando nos exig¨ªan grabar a Eduardo Zaplana en su perfil bueno. Y la oda que me encargaron sobre ¨¦l cuando dej¨® la presidencia de la Generalitat Valenciana para ser ministro. Tambi¨¦n recuerdo la bronca y los gritos que me dedicaron cuando en ese v¨ªdeo de retrospectiva Zaplana aparec¨ªa en una imagen con la tr¨¢nsfuga que le hab¨ªa permitido hacerse con la alcald¨ªa de Benidorm. Recuerdo poco despu¨¦s, cuando de ser el Elegido, paso a ser el innombrable. C¨®mo nos prohibieron que apareciera en los planos".

Y prosigue: "C¨®mo buscaba per¨ªfrasis absurdas cuando no pod¨ªa nombrarle en mis directos en los leones, a pesar de ser el portavoz del PP en el Congreso. Cuando Camps impuso su ley en Canal 9. Cuando nos dieron la orden de dejar de llamarle Francesc para que fuese llamado Francisco, coincidiendo con la ¨¦poca en que se postulaba como posible sucesor de Rajoy. Cuando trataron de prohibirme que contase que Zaplana dejaba su esca?o en el Congreso. Cuando me prohibieron decir que Zapatero hab¨ªa anunciado el cheque-beb¨¦, como si de este modo los valencianos no fuesen a conocer la noticia. Cuando escrib¨ªas 'fracaso estrepitoso' y te lo cambiaban por '¨¦xito discreto'. Cuando nos desplegaron para loar las maravillas de Terra M¨ªtica en su inauguraci¨®n y no pod¨ªamos decir que no hab¨ªa ni una sombra. Cuando me re?¨ªan porque me sal¨ªa el acento catal¨¢n 'y eso molesta a los blaveros [anticatalanistas]".

"Tambi¨¦n recuerdo c¨®mo corr¨ªa el cava en las plantas de direcci¨®n de Canal 9 en Burjassot las noches electorales de mayor¨ªas del PP, mientras que los redactores com¨ªamos bocatas de salami. Cuando se pagaban directos millonarios para que Camps saliese hablando en directo en pleno Amazonas. Y los millones de veces en las que no me dejaron poner declaraciones de la oposici¨®n. O de cualquier ciudadano que criticase al PP, o a la Generalitat. Y recuerdo tambi¨¦n cuando nos prohibieron decir 'recortes'. Tampoco pude decir que miles de manifestantes gritaban contra el gobierno. Los manifestantes no 'colapsaban' el Paseo del Prado, la manifestaci¨®n 'transcurr¨ªa por'. Y no pon¨ªamos pancartas expl¨ªcitas contra Rajoy, ni contra el PP. Y fueron tantas, tantas, que un d¨ªa empiezas a sentir verg¨¹enza de trabajar para ellos. Ahora se termina. Injustamente. Pero lo ganaron a pulso¡±, concluye.