Un desconocido escultor universal
El Bellas Artes de Granada y la Fundaci¨®n Rodr¨ªguez-Acosta exhiben la primera retrospectiva del granadino Juan Crist¨®bal
¡°Detr¨¢s de Juan Crist¨®bal hay obras muy significativas y conocidas, pero el p¨²blico no sabe que son suyas¡±. Estas palabras de la directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, Mar¨ªa del Mar Villafranca, son el punto de partida de la retrospectiva dedicada al escultor granadino. La exposici¨®n Juan Crist¨®bal. (1896-1961), que se inaugur¨® este jueves es la primera monograf¨ªa que se realiza sobre el artista andaluz. Con m¨¢s de un centenar de piezas y dos sedes para visitarla, el Museo de Bellas Artes del Palacio de Carlos V y la Fundaci¨®n Rodr¨ªguez-Acosta en Granada, la exhibici¨®n descubre a un escultor universal y, a la vez, desconocido.
Juan Crist¨®bal naci¨® en el pueblo de la alpujarra almeriense Ohanes y, a muy temprana edad, su familia se mud¨® a Granada. Entre sus amigos figuraron hombres tan relevantes como Juan Belmonte, ?ngel Barrios o Ismael Gonz¨¢lez de la Serna. En su tierra adoptiva comenz¨® la carrera como escultor, y gracias a su mentor, Natalio Rivas, un influyente pol¨ªtico granadino, consigui¨® el encargo que le llevar¨ªa a realizar su obra maestra: el monumento al escritor y diplom¨¢tico granadino ?ngel Ganivet.
¡°La pieza m¨¢s importantes de la colecci¨®n podr¨ªan ser cualquiera como el retrato de Ram¨®n y Cajal o el modelo para el monumento a Goya en Madrid. Con la escultura Maja gan¨® su primera medalla de oro en la Exposici¨®n Internacional de Barcelona en 1929 y otro premio lo obtuvo con la madera de Miguel de Cervantes (1928), que se exhibe normalmente en el Ministerio de Defensa.¡±, explica el comisario de la muestra, Eduardo Quesada Dorador. Hasta el 2 de marzo de 2014, los visitantes podr¨¢n contemplar la cabeza en terracota de Modesto Cendoya o el busto de Manuel de Falla en su carmen de la Antequeruela en 1927. Adem¨¢s, hay varias obras realizadas durante su larga estancia en Madrid, entre las que se encuentran la cabeza en bronce de ?ngel Barrios (1943).
Una de sus obras cumbres es el monumento al escritor ?ngel Ganivet
Junto a estas piezas se pueden contemplar documentos, fotograf¨ªas y cuadros de pintores y amigos personales del artista como Julio Romero de Torres o Ignacio Zuloaga. En una vitrina en el Museo de Bellas Artes se muestra la portada realizada por Juan Crist¨®bal para el primer libro que public¨® Federico Garc¨ªa Lorca, amigo ¨ªntimo del escultor. Adem¨¢s, podr¨¢ verse por primera vez Sibila, una obra realizada entre 1917 y 1926 en m¨¢rmol negro. Cedida por en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, su traslado al Palacio de Carlos V se convirti¨® en una odisea debido a que peso, unos 1.200 kilogramos.
Aunque sin duda, una de las piezas m¨¢s preciadas del escultor no se encuentra ni en la Fundaci¨®n Rodr¨ªguez-Acosta ni en Palacio de Carlos V, sino a medio camino entre ambas instituciones desde hace 92 a?os. ¡°Juan Crist¨®bal decidi¨® que el monumento a ?ngel Ganivet se instalara en el paseo de la Alhambra. Y desde entonces siembre ha estado all¨ª¡±, aclara el comisario a?adiendo que ¡°fue una de sus obras maestras¡±.
¡°Su trabajo se enmarca entre la idealizaci¨®n y el clasicismo. Tiene una especie de estilo greco romano. El pictoricismo y naturalismo fueron sus maestros¡±, cuenta Quesada, que encuentra en la historia una raz¨®n clara de por qu¨¦ el escultor no es tan conocido en nuestro tiempo. ¡°El siglo XX ha terminado siendo el del triunfo de la vanguardia. Fuera de Picasso, Mir¨®¡ la vanguardia estuvo en guerra con el arte tradicional del que Juan Crist¨®bal y otros creadores fueron verdaderos maestros. Creo que ahora asistimos a una recuperaci¨®n de figuras. Estas son ocasiones para mostrarlos, recordarlos y valorarlos en su justa medida, igual que a la vanguardia¡±, concluye el comisario.
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