La agon¨ªa de Fagor
El grupo Mondrag¨®n tambi¨¦n tiene que afrontar un proceso de reciclaje
La noticia del derrumbe de Fagor Electrodom¨¦sticos no es f¨¢cil de asimilar y el an¨¢lisis de lo que ha acontecido hasta llegar a esta situaci¨®n l¨ªmite tampoco es evidente. Los que nos vamos enterando, poco a poco, de lo que ha pasado en esta empresa cooperativa tan importante vamos de susto en susto tratando de asimilar los hechos sin entenderlos del todo. Ya s¨¦ que en otros ¨¢mbitos o zonas geogr¨¢ficas esto era algo esperado, pero hay que reconocer que no es algo que se haya aireado demasiado. Cuando surgi¨® la primera noticia p¨²blica de que la empresa pod¨ªa presentar concurso de acreedores, hace ya tres semanas, hubo una reacci¨®n de estupor aunque se sab¨ªa que ten¨ªa problemas y que la empresa llevaba en p¨¦rdidas varios a?os. Se extendi¨® la idea que hab¨ªa trabajadores y cooperativistas que no estaban satisfechos, que criticaban las decisiones adoptadas y que hab¨ªa des¨¢nimo y falta de ilusi¨®n. Mal ambiente para superar una crisis tan profunda.
Oy¨¦ndole comprend¨ª que no hab¨ªa nada que hacer"
Se habl¨® tambi¨¦n de la ruptura del mecanismo de solidaridad entre las cooperativas. Algo que no parece haber ocurrido pues Corporaci¨®n Mondrag¨®n ha aportado, como m¨ªnimo, 70 millones de euros a Fagor. Tambi¨¦n el Gobierno vasco les ha apoyado con inyecciones de dinero. Hace menos de dos semanas vimos y o¨ªmos por primera vez al responsable de Fagor, Sergio Trevi?o. Lo que nos cont¨® en la entrevista que concedi¨® a EiTB result¨® preocupante. Lo que transmiti¨® fue que el plan de viabilidad para la empresa estaba elaborado y que lo ¨²nico que faltaba eran 170millones de euros para poder llevarlo a cabo. Oy¨¦ndole comprend¨ª que no hab¨ªa nada que hacer y que el cierre era inminente. Si el plan de viabilidad hubiera sido una soluci¨®n eficaz, la Corporaci¨®n Mondrag¨®n no hubiera mantenido tanto silencio. Y un plan de viabilidad sin financiaci¨®n para llevarlo a cabo no es un plan viable.
No se ha sabido lidiar con el tama?o"
Durante estas tres ¨²ltimas semanas hemos pasado de creer que Fagor podr¨ªa salvar aquellas partes de actividad con mayor valor a?adido a comprobar que se va a la liquidaci¨®n excepto, quiz¨¢, de Edesa de Basauri. Los efectos directos e indirectos de este desastre son impresionantes porque influyen negativamente en el empleo, en los acreedores, los proveedores, la econom¨ªa de la cuenca del Deba y tambi¨¦n la econom¨ªa del pa¨ªs. Y son tambi¨¦n tremendos para la confianza porque recuperarla ser¨¢ dif¨ªcil. El movimiento cooperativo tambi¨¦n necesita reciclarse. La impresi¨®n que se deriva de este caso es que no se ha sabido lidiar con el efecto tama?o en un momento tan complicado y donde la competitividad es imprescindible.
Nos preocupa el tama?o, pero pasar de peque?a a grande tiene sus riesgos"
Gestionar una cooperativa de gran tama?o, diversificada en el espacio y en los productos, es una tarea muy exigente. Nos preocupa, y con raz¨®n, el tama?o de nuestras pymes. Pero pasar de peque?a a grande con ¨¦xito tambi¨¦n tiene sus requerimientos. Y las cooperativas, en particular, han de afrontar la necesidad de mejorar la agilidad y flexibilidad de la gesti¨®n adem¨¢s de disponer de mejores reflejos en tiempos tan convulsos. No es la primera vez que vemos caer a una gran empresa. Ah¨ª est¨¢n Altos Hornos y Euskalduna, entre otras, pero lo de Fagor Electrodom¨¦sticos nos ha sorprendido porque pens¨¢bamos que estaba m¨¢s protegida. Que el mercado se come al m¨¢s chico y que es capaz de barrer del mapa tambi¨¦n a las empresas grandes ya lo sab¨ªamos pero intuir que pod¨ªa liquidar, con esta aparente facilidad, a la sucesora de Ulgor que naci¨® con tantas expectativas, tan buenas ideas y tanta fuerza e ilusi¨®n no era para nada esperable. Y menos a¨²n que se produjera en las condiciones en que se ha producido.
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