¡°El jazz atraviesa paredes que parecen imposibles de atravesar¡±
El pianista Abe R¨¢bade presenta hoy en Madrid su disco de versiones
Acaba de llegar de Macao, adonde le han conducido los tortuosos designios de su profesi¨®n, v¨ªa Santiago de Compostela, donde reside. Pero as¨ª es la vida de este n¨®mada del jazz. Abe R¨¢bade, gallego de 36 a?os, es un pianista de raza y un jazzista de coraz¨®n. Esta noche tocar¨¢ los temas de su ¨²ltimo disco, VErSons, en el C¨ªrculo de Bellas Artes, el primero en el que interpreta temas de otros autores: ¡°Me apetec¨ªa un mont¨®n hacer un disco de versiones, quiz¨¢s porque es algo que la mayor¨ªa hace al inicio de su carrera.
La ventaja de haber llegado tan tarde a ello es que me he podido permitir el lujo de mezclar cosas que aparentemente son dispersas¡±. De John Coltrane ¡ªLike Sonny¡ª a Friedrich Haendel Lascia L¡¯espina¡ª pasando por Luis Emilio Batall¨¢n ¡ªNo ni?o novo do vento¡ª. R¨¢bade se las arregla para hallar un punto com¨²n a todos ellos: ¡°como dijo Duke Ellington, hay dos tipos de m¨²sica, la buena y la mala. Y ya est¨¢. Hay que derribar las barreras entre lo culto y lo popular. Que andemos todav¨ªa distinguiendo entre unas m¨²sicas superiores y otras inferioreses un atraso. Beethoven y Stravinski son fant¨¢sticos, y Jimi Hendrix tambi¨¦n, y Batall¨¢n o Miles Davis. Para entender eso, nada mejor que una m¨²sica que atraviesa paredes que parecen imposibles de atravesar: el jazz¡±.
En su concierto de hoy, el pianista estar¨¢ acompa?ado por sus inseparables Pablo Mart¨ªn Caminero, al contrabajo, y Bruno Pedroso, a la bater¨ªa: ¡°este tr¨ªo est¨¢ para tocar lo que le eches y, si no, escucha el disco. Lo grabamos de un tir¨®n, como cuando tiras de un hilo y ya todo viene rodado¡±. Del disco al directo; la emoci¨®n, asegura R¨¢bade, est¨¢ garantizada por encima de los prejuicios que el t¨¦rmino jazz suscita en ciertos sectores: ¡°sucede porque a los j¨®venes se les pide que apliquen la f¨ªsica cu¨¢ntica al jazz y terminan haciendo una m¨²sica que nadie entiende. Es una espiral suicida. Hay que preguntarse para qui¨¦n estamos haciendo m¨²sica. Yo lo tengo claro: toco para quien la quiera recibir. T¨² pones un poco de tu parte y deja que yo me ocupe del resto¡±. La grandeza del jazz en cuanto que producto de la improvisaci¨®n puede ser tambi¨¦n su debilidad: ¡°es la m¨²sica del aqu¨ª y el ahora, un viaje a un mundo de sensaciones intensas que solo ocurren una vez. T¨² sabes que lo que est¨¢ ocurriendo no se va a repetir. Por eso, y por otras muchas cosas, escuchar jazz en vivo es una de las cosas m¨¢s trepidantes que puede haber en la vida. Quien no lo haya vivido, no sabe lo que se pierde¡±.
Abe R¨¢bade Tr¨ªo. C¨ªrculo de Bellas Artes. 20.30. 17 euros; socios, 13.
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