¡°Esto es una carta blanca al Gobierno para gestionar igual otra marea negra¡±

¡°No se ha hecho justicia reparadora¡±. El abogado de Nunca M¨¢is, Pedro Trepat, no ha ocultado esta ma?ana su decepci¨®n tras la absoluci¨®n tanto del capit¨¢n del Prestige, Apostolos Mangouras, como del ¨²nico cargo del Gobierno de Aznar juzgado por la gesti¨®n de la cat¨¢strofe, Jos¨¦ Luis L¨®pez-Sors. Para Trepat, la sentencia es ¡°insatisfactoria y aparentemente incoherente¡± porque, entre otras cosas, justifica la exculpaci¨®n del exdirector general de la Marina Mercante en que tom¨® la decisi¨®n de alejar el petrolero de la costa bas¨¢ndose en un ¡°asesoramiento t¨¦cnico y m¨¢s que suficiente¡±, un extremo que, seg¨²n el letrado, no qued¨® demostrado en las sesiones del juicio. ¡°Esta sentencia es una carta blanca para gestionar una nueva crisis¡± igual que lo hizo el Gobierno de Aznar en noviembre de 2002, lament¨® Trepat. De hecho, el fallo afirma que en estos nueve meses de juicio ¡°nadie fue capaz de se?alar qu¨¦ se deber¨ªa hacer¡± hoy en d¨ªa si se repitiese la emergencia que dio el Prestige tal d¨ªa como hace 11 a?os. ¡°En un proceso penal solo se dirime si algo es delito¡±, explica otro de los abogados de las partes la falta de respuestas.

La otra cara de la ma?ana la ten¨ªa el abogado de Mangouras, Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Soroa. ¡°Estoy muy contento¡±, se ha limitado a decir, mientras la abogada del Estado que llev¨® la defensa de L¨®pez-Sors, no escond¨ªa su sonrisa. ¡°Se ha demostrado que mi defendido actu¨® de forma razonable¡±, ha subrayad, a las puertas del Palacio de Justicia de A Coru?a, Consuelo Castro. El presidente del tribunal que juzg¨® el caso entre octubre de 2012 y julio de 2013, Jos¨¦ Luis P¨ªa, ha le¨ªdo el fallo mientras una veintena de miembros de Nunca M¨¢is se concentraban en la escalinata del palacio, sede del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, custodiados una decena de polic¨ªas.

Ese despliegue policial ha sido uno de los pocos recuerdos a la crispaci¨®n que vivi¨® Galicia mientras el Prestige extend¨ªa hace 11 a?os su reguero de contaminaci¨®n por el Atl¨¢ntico. Al t¨¦rmino de la lectura del dictamen, que se realiz¨® sin la presencia de los tres acusados, no se produjeron muestras estent¨®reas ni de alegr¨ªa ni de malestar. Solo se pudo o¨ªr un murmullo de discretas felicitaciones a los abogados vencedores.