Un ¡®mosso¡¯, tras reducir a Ben¨ªtez: ¡°Caballero, ?est¨¢ bien?¡±
Un agente dice que dio pu?etazos con ¡°el brazo d¨¦bil¡± y que fueron ¡°flojos¡±
Cuando los mossos le introdujeron en el coche patrulla, Juan Andr¨¦s Ben¨ªtez qued¨® inconsciente. Lo comprob¨® uno de los agentes que participaron, el 5 de octubre, en la reducci¨®n del empresario del Gayxample.¡°Caballero, ?est¨¢ bien?¡±, le dijo, seg¨²n su declaraci¨®n ante la juez que investiga el caso, a la que ha tenido acceso EL PA?S. Pero Ben¨ªtez no estaba bien. Acababa de entrar en parada card¨ªaca y muri¨® poco despu¨¦s en el hospital.
En sus declaraciones, los ocho mossos imputados coinciden en que su actuaci¨®n fue ¡°correcta¡± dada la ¡°agresividad¡± de Ben¨ªtez, y subrayan que solo le dieron ¡°golpes de distracci¨®n¡±. Esos golpes, seg¨²n el mismo agente, ¡°no quieren causar dolor, sino relajar la musculatura¡±. El polic¨ªa estaba en el coche patrulla para ¡°recoger la cabeza¡± de Ben¨ªtez tras la detenci¨®n. ¡°Estaba muy fuerte¡±, record¨®.
La versi¨®n de ese agente difiere en alg¨²n punto con la de su compa?ero de patrulla. Ambos fueron los primeros en llegar, alertados por una pelea, al Raval. As¨ª, mientras el primero afirm¨® con rotundidad que Ben¨ªtez y otro hombre ¡°se golpeaban¡± cuando llegaron y que les ¡°cost¨® bastante¡± separarles, su compa?ero repuso que no vio que se agredieran f¨ªsicamente, sino solo ¡°verbalmente y con gestos¡±.
La declaraci¨®n del mosso que trat¨® de ¡°caballero¡± a Ben¨ªtez es clave. Ante la juez Eva Molt¨®, detall¨® el incidente que origin¨® la intervenci¨®n policial. El imputado admiti¨® que el empresario le facilit¨® su nombre y apellidos. Cuando le pregunt¨® por el domicilio, en cambio, ¡°levant¨® el brazo izquierdo y se fue¡±. Mientras tanto, hab¨ªan llegado los refuerzos y el agente grit¨® a una mossa: ¡°?P¨¢ralo, p¨¢ralo!¡±, por lo que ¨¦sta le puso la mano en el pecho.
Ambos declararon que, sin mediar palabra, Ben¨ªtez la cogi¨® del pelo y le mordi¨® en el brazo izquierdo. La zarande¨® ¡°de un lado a otro, como si fuera un trapo¡±, declar¨® la agente. El hombre ¡°gritaba como un salvaje¡± y ella ¡°sinti¨® miedo a morir y que su vida en sus manos no ten¨ªa valor¡±. Los agentes se abalanzaron entonces sobre Ben¨ªtez, pero ¨¦ste logr¨® derribarlos a todos ¡ªy a un vecino que hab¨ªa acudido en auxilio de la mossa¡ª al suelo, seg¨²n el primer polic¨ªa.
¡°Nos ense?an a limpiar las manchas de sangre por higiene¡±, alega un agente
Ese mismo polic¨ªa fue informado despu¨¦s de que hab¨ªa quedado una mancha de sangre en el suelo, en el lugar donde Ben¨ªtez fue reducido, por lo que ¡°la limpi¨® con una botella de agua¡±. ¡°En la escuela [la Escuela de Polic¨ªa, donde se forman] nos ense?an a limpiar este tipo de manchas porque dejar un charco no es higi¨¦nico¡±, aclar¨®. Sus compa?eros reiteraron que es una pr¨¢ctica habitual tras una pelea. La juez, sin embargo, les mantiene imputados por obstrucci¨®n a la justicia, adem¨¢s de un delito contra la vida, torturas y coacciones (por pedir a los vecinos que borraran im¨¢genes de los hechos).
Uno de los v¨ªdeos, difundidos por este diario, muestra los pu?etazos, rodillazos y patadas que los agentes propinaron al hombre cuando estaba en el suelo. Uno de ellos, seg¨²n los investigadores, le propin¨® hasta cinco pu?etazos en la cabeza. Ante la juez, ¨¦ste justific¨® que fueron ¡°cinco o seis golpes de distracci¨®n¡± en la ¡°musculatura del brazo¡±, y no en la cabeza. Los golpes, especific¨®, lo fueron ¡°con el pu?o cerrado, de recorrido corto y flojos¡±, porque los dio ¡°con el brazo d¨¦bil¡±, o sea el izquierdo. El polic¨ªa neg¨® que usara la defensa contra el empresario y subray¨® que Ben¨ªtez estaba boca abajo y que le puso la mano en la cabeza para lograr que dejara de golpearse la cabeza contra el asfalto.
Los mossos subrayaron que, mientras se resist¨ªa de forma agresiva, Ben¨ªtez no pod¨ªa ser atendido porque supon¨ªa una amenaza para los m¨¦dicos. Otro de los imputados lleg¨® a declarar que ninguno de los polic¨ªas ¡°utiliz¨® ning¨²n tipo de violencia¡± y afirm¨® que, cuando se dieron cuenta de que el hombre no se mov¨ªa, fueron ¡°a la ambulancia corriendo¡±. El otro mosso ¡ªde la primera patrulla¡ª a?adi¨® que fue el sanitario el que ¡°orden¨® que le quitasen las esposas y lo sacasen del veh¨ªculo¡± para atenderle mejor. Uno de los sargentos imputados defendi¨® que la reducci¨®n fue ¡°acorde con la situaci¨®n¡± y que no hubo ¨®rdenes. ¡°Cada uno sabe lo que tiene que hacer¡±.
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