¡°La igualdad real se pelea d¨ªa a d¨ªa¡±
La presidenta de las mujeres rurales critica la paralizaci¨®n de la Ley de Titularidad Compartida
Con la campa?a de la aceituna est¨¢n aflorando de nuevo casos de discriminaci¨®n hacia la mujer, que se ve desplazada de los tajos en beneficio de los hombres. Por fortuna, Montserrat Moyano (Alcal¨¢ la Real, Ja¨¦n, 1976), presidenta de la Federaci¨®n de Asociaciones de Mujeres Rurales de Andaluc¨ªa (Fademur) no cree que esa situaci¨®n est¨¦ generalizada. Bi¨®loga de profesi¨®n, Moyano es tambi¨¦n vicesecretaria general de la Uni¨®n de Peque?os Agricultores (UPA) en Andaluc¨ªa y concejal de Agricultura en su pueblo.
Pregunta. ?Las mujeres son visibles en el campo?
Respuesta. La realidad es que hay much¨ªsimas mujeres que colaboran en r¨¦gimen de ayuda familiar en las explotaciones agrarias, que no est¨¢n dadas de alta y la inmensa mayor¨ªa no son titulares de las explotaciones. Son mujeres que sufren una doble, y a veces triple, jornada de trabajo si tenemos en cuenta que la mujer cuando termina su trabajo en la explotaci¨®n, le queda por delante otra jornada m¨¢s con el cuidado de la casa y, otra m¨¢s, si adem¨¢s tiene hijos y mayores a su cargo.
P. ?Y de qu¨¦ ha servido la Ley de Titularidad Compartida en las explotaciones agrarias aprobada en 2011?
R. Esa fue una reivindicaci¨®n que abander¨® Fademur pero, lamentablemente, la realidad es que despu¨¦s de dos a?os el Gobierno de la naci¨®n a¨²n no ha regulado los Reglamentos de la Ley que permitan a las mujeres que sin darse de alta como cotitulares puedan solicitar el derecho de compensaci¨®n por el trabajo efectivamente realizado y no reconocido legalmente. Eso permitir¨ªa que aquellas mujeres que, habiendo participado de manera efectiva y regular y que no reciban pago o contraprestaci¨®n alguna por el trabajo realizado, tuvieran derecho a una compensaci¨®n econ¨®mica tanto en los supuestos de transmisi¨®n de la explotaci¨®n como de extinci¨®n del matrimonio.
La mecanizaci¨®n se utiliza como excusa para la discriminaci¨®n, pues precisamente permite que la mujer se pueda incorporar en igualdad
P. ?Qu¨¦ perjuicios causa?
R. Se est¨¢n perdiendo derechos d¨ªa a d¨ªa, pues se est¨¢ impidiendo el acceso a la titularidad a muchas mujeres ya que hay que tener en cuenta que el derecho a la compensaci¨®n prescribe a los cinco a?os de la realizaci¨®n del trabajo realizado.
P. ?Y en Andaluc¨ªa qu¨¦ incidencia ha tenido?
R. Muy poca, pues solo se han producido seis solicitudes de cotitularidad. La situaci¨®n de crisis hace que muchas familias no puedan hacer frente a una doble cotizaci¨®n m¨¢xime por su escasa bonificaci¨®n, y tampoco ha habido una campa?a de difusi¨®n de la Ley para darla a conocer. Adem¨¢s, la Junta de Andaluc¨ªa tampoco ha cumplido con el mandado del Parlamento para complementar las ayudas del Ministerio e incrementar el intervalo de edad de las mujeres que se podr¨ªan acoger a las mismas. Tampoco se ha creado el Registro Andaluz de Explotaciones de Titularidad Compartida.
P. ?Sigue la desigualdad?
R. S¨ª. El hecho de aprobarse una Ley no significa que se haya conseguido la igualdad efectiva. La igualdad real hay que seguir pele¨¢ndola d¨ªa a d¨ªa.
P. ?La mecanizaci¨®n expulsa a las mujeres del campo?
R. No compartimos esa opini¨®n. Creo que eso se utiliza como excusa para la discriminaci¨®n, pues precisamente la mecanizaci¨®n permite que la mujer se pueda incorporar en igualdad de condiciones a realizar las tareas del campo porque ya no es una cuesti¨®n de fuerza. Las mujeres son una parte de la ciudadan¨ªa que no se puede despreciar.
P. Pero en muchos tajos no se quieren a mujeres en la recolecci¨®n de la aceituna.
R. Este a?o, con la cosecha tan abundante y la mano de obra necesaria, no se van a generalizar esas situaciones. Es algo que se da m¨¢s en las grandes fincas, pero no tanto en las peque?as explotaciones familiares.
P. ?C¨®mo afectan los recortes a las mujeres del medio rural?
R. De entrada, vemos como una clara discriminaci¨®n hacia las mujeres de nuestra tierra que el Gobierno aprobara planes especiales de empleo para Canarias y Extremadura y no para Andaluc¨ªa, con el problema que hab¨ªa de baja cosecha en el olivar. Eso ha motivado que muchas mujeres (y tambi¨¦n hombres) se queden sin poder cobrar el subsidio agrario.
Vemos como una clara discriminaci¨®n hacia las mujeres de nuestra tierra que el Gobierno aprobara planes especiales de empleo para Canarias y Extremadura y no para Andaluc¨ªa
P. ?Y en pol¨ªticas sociales?
R. En Andaluc¨ªa, el a?o pasado se quitaron todas las guarder¨ªas temporeras coincidiendo con la campa?a de recolecci¨®n de la aceituna. Podemos entender que en algunos casos hab¨ªa duplicidad entre las guarder¨ªas y los colegios con aula matinal y comedores. Pero esa situaci¨®n, que este a?o se repite, afecta fundamentalmente a peque?as pedan¨ªas que las Diputaciones no pueden asumir y, por tanto, a municipios rurales. Pedimos que se estudie los casos donde exista una demanda suficiente de ni?os y no cuenten con colegios dotados de aula matinal, comedor y actividades extraescolares para poner en marcha el servicio.
P. Mujeres que tambi¨¦n tienen que cuidar de los mayores, ?no?
R. As¨ª es, por eso lamentamos que est¨¦ paralizada la incorporaci¨®n de nuevos usuarios dentro de la Ley de Dependencia, que ha sido una herramienta fundamental que ha permitido la incorporaci¨®n de muchas mujeres al mercado laboral transformando en empleo remunerado una actividad tradicionalmente asumida por ellas y que realizaban de forma voluntaria y altruista. Se ha visto que desde la puesta en marcha de esta Ley han sido numerosas las iniciativas empresariales lideradas por mujeres.
P. Las mujeres rurales no est¨¢n en el Consejo Andaluz de Participaci¨®n de las Mujeres. ?Por qu¨¦?
R. En su d¨ªa denunciamos que el proceso de elecci¨®n de las vocal¨ªas en fue totalmente sesgado en la medida que Fademur-Andaluc¨ªa, con 25 asociaciones integradas, se qued¨® sin representaci¨®n porque el procedimiento de votaci¨®n no permit¨ªa que sus propias asociaciones pudieran votarlas al no tener ¨¢mbito regional. Por tanto, la ¨²nica Federaci¨®n de Mujeres Rurales de ¨¢mbito regional est¨¢ excluida de este ¨®rgano fundamental donde se analizan y acuerdan las pol¨ªticas en materia de igualdad.
¡°Sobreactividad¡± femenina
- Los estudios realizados por Fademur ponen de manifiesto que la igualdad real entre hombres y mujeres est¨¢ a¨²n muy lejos en el medio rural. Seg¨²n las encuestas realizadas a mujeres que colaboran junto con sus maridos en la explotaci¨®n familiar agraria, dos terceras partes de ellas no estaban cotizando a la Seguridad Social, a pesar de que un 62% tienen jornadas laborales de m¨¢s de 60 horas semanales entre el trabajo de la explotaci¨®n y el dom¨¦stico. "Las mujeres desempe?an una sobreactividad que equivale al 36% de un trabajo normal", indica Montserrat Moyano, de Fademur. Adem¨¢s, un 50% de las encuestadas dedica unas 30 horas semanales a la actividad agr¨ªcola, ganadera o de gesti¨®n, y casi un 37% emplean entre 35 y 45 horas semanales. "Las mujeres no obtienen por todo este trabajo ni remuneraci¨®n ni derechos sociales", lamenta Moyano.
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