La Barcelona rural de 1900
Una exposici¨®n rescata 150 fotograf¨ªas desconocidas de la antigua ciudad
La maleta de madera que don¨® la dibujante Lola Anglada en 1973 al Archivo Fotogr¨¢fico de Barcelona permaneci¨® olvidada durante a?os. Fue durante la labor de catalogaci¨®n que realiza este archivo de sus fondos cuando la maleta reapareci¨® y, tras abrirla y analizar su contenido, dio a conocer lo que durante d¨¦cadas ha conservado: m¨¢s de 5.000 im¨¢genes, entre negativos y fotograf¨ªas positivadas; la mayor¨ªa instant¨¢neas de los alrededores de Barcelona de principios del siglo XX, sobre todo de Collserola. De entrada, se pens¨® que aquellas im¨¢genes sirvieron de fuente de inspiraci¨®n a la dibujante para sus obras.
Pero no. Tras contrastar este material y sus trabajos quedaba claro que Anglada no hab¨ªa utilizado jam¨¢s las fotograf¨ªas para sus dibujos. Las im¨¢genes eran, en su mayor¨ªa, rincones verdes de esta sierra y pueblos localizados en su falda, como Pedralbes, Sarri¨¤, Vallcarca, Sant Gervasi y Horta, que al cabo de poco tiempo, acabar¨ªan anexionados a la gran ciudad convertidos en algunos de sus barrios. 150 im¨¢genes ¡ªentre tirajes de ¨¦poca y actuales de gran tama?o¡ª de este material misterioso, que muestra un pasado hoy desaparecido, pueden verse en la exposici¨®n Entorn 1900 que el Archivo Fotogr¨¢fico de Barcelona ha inaugurado recientemente. ¡°El material, de entrada, no tiene nada que ver con la dibujante; nunca hizo referencia de ¨¦l en sus escritos ni correspondencia, solo lo entreg¨® al archivo para que se conservara¡±, explica el comisario Rafel Torrella. Lo que estaba claro es que alguna relaci¨®n ten¨ªa que haber con ella.
Tras comparar el material ¡°de estas excursiones por Collserola por alguien que hab¨ªa escogido la monta?a frente a la gran mayor¨ªa que prefer¨ªan fotografiar Montju?c, su transformaci¨®n urban¨ªstica y la visi¨®n que se ten¨ªa desde all¨ª¡±, seg¨²n Torrella, con otros trabajos conservados en el Centre Excursionista de Catalu?a, el experto ha podido determinar que la mayor¨ªa de las im¨¢genes fueron realizadas por el abuelo de la dibujante, Jaume Anglada Colominas. Un fot¨®grafo amateur que comparti¨® afici¨®n y paseos con Frederic Bordas, cuyo material conserva el Centro excursionista. En una de las im¨¢genes de Bordas incluso aparece Anglada llevando en la mano una c¨¢mara en un paraje similar al que se puede ver en alguna fotograf¨ªa.
La exposici¨®n est¨¢ organizada en tres ¨¢mbitos. En el primero solo aparece la ¡°naturaleza salvaje del parque¡±, sin presencia humana. Unas im¨¢genes que el autor trat¨® de forma art¨ªstica. En el segundo, est¨¢ claro que el protagonismo lo tiene la acci¨®n del hombre en la naturaleza y c¨®mo estaba ocupando el espacio. Por eso, son las casas y los caminos, muchos de ellos origen de las actuales calles de Barcelona, el objeto del objetivo del fot¨®grafo. Se reconocen los alrededores del monasterio de Pedralbes; la carretera de Vallvidrera, las escuelas P¨ªas de Sarri¨¤ en construcci¨®n o la iglesia dels Josepets en la actual plaza Lesseps. Menos identificable: el paseo de la Bonanova ocupado por un enorme tren de carb¨®n o la plaza Eivissa, e irreconocible el castillo de Bellesguard, tal y como lo encontr¨® Gaud¨ª antes de su intervenci¨®n.
En el ¨²ltimo, las im¨¢genes est¨¢n llenas de vida ya que es la actividad humana la protagonista. Mercados en la calle, fiestas llenas de gente en fuentes como la de la Teula, el Remei o Lle¨®, romer¨ªas como San Medir y Santa Creu d¡¯Olorda, y bailes que, peri¨®dicamente, se desarrollaban en la monta?a. Torrella atribuye las im¨¢genes a los dos fot¨®grafos: ¡°Anglada estaba m¨¢s interesado en la naturaleza y las edificaciones, mientras que Bordas se fij¨® m¨¢s en su uso l¨²dico¡±.
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