Al calabozo tras ser agredida sexualmente
Una ONG y la Defensora del Pueblo frenan en el ¨²ltimo instante la deportaci¨®n de una mujer La v¨ªctima no tiene los papeles en regla y denunci¨® una agresi¨®n sexual en Ourense
Agredida sexualmente, excluida del derecho universal sanitario, acusada de simular un delito y detenida por ilegal. A Vera R., inmigrante rusa de 52 a?os empadronada en el municipio ourensano de San Cibrao das Vi?as y con trabajo y pareja estables, le falt¨® un suspiro para haber sido deportada ayer a su pa¨ªs de origen.
Habr¨ªa sido el punto final a la cadena de vejaciones que asegura haber padecido desde que en marzo de 2010 agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa hicieron una redada en el bar de M¨¢laga en el que trabajaba y la Comisar¨ªa General de Extranjer¨ªa y Fronteras emiti¨® una orden de deportaci¨®n contra ella. La orden se ejecut¨® tres a?os despu¨¦s, este martes por la ma?ana, en el domicilio ourensano que comparte con Enrique, su pareja; nueve meses despu¨¦s de que la mujer presentara una denuncia por violaci¨®n de la que fue atendida en el servicio de urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) que certific¨® la agresi¨®n sexual y que el juzgado de Instrucci¨®n 1 de Ourense sobresey¨® provisionalmente ¡°sin tomarle declaraci¨®n¡±. Prosper¨®, en cambio, el atestado que levant¨® contra ella la polic¨ªa acus¨¢ndola de simulaci¨®n de delito mientras el CHUO le remit¨ªa una factura por 893,30 euros por la asistencia. La mediaci¨®n de la ONG Aspacia, que atiende a v¨ªctimas de violaciones, ha frenado la expulsi¨®n de Vera y ha desembocado en la apertura de una investigaci¨®n de su calvario.
A Vera R. el CHUO le factur¨® la asistencia m¨¦dica de la agresi¨®n sexual ¡°por no tener tarjeta sanitaria¡±, explica su compa?ero para precisar de inmediato que, en realidad, ¡°ella no tiene derecho a nada, no puede tener tarjeta sanitaria y ni siquiera podemos casarnos ni inscribirnos como pareja de hecho porque tiene el pasaporte caducado; da igual que tenga un trabajo fijo aqu¨ª cuidando a un matrimonio mayor¡±.
Con las heridas psicol¨®gicas de la agresi¨®n sexual a¨²n latentes (las detalla ella misma en un v¨ªdeo sobre la situaci¨®n administrativa de las mujeres inmigrantes que padecen violencia sexual editado hace 10 d¨ªas por la ONG Aspacia), y con la demanda por la agresi¨®n sexual vuelta en su contra, la mujer fue detenida y trasladada a Comisar¨ªa en cuyos calabozos pas¨® la noche del martes con vistas a una deportaci¨®n que de momento ha sorteado. La salv¨®, in extremis, la Oficina del Defensor del Pueblo que atendi¨® el mismo martes, ya casi de madrugada, la petici¨®n de Aspacia. "Creemos que su detenci¨®n no se ajustaba a Derecho", se?al¨® a este diario un portavoz del Defensor del Pueblo que reconoce que llamaron a la Comisar¨ªa de Extranjer¨ªa pidiendo que la pusieran en libertad "en cuanto desde Aspacia nos informaron con detalle de este caso que desconoc¨ªamos". Extranjer¨ªa accedi¨®.
Aspacia se muestra "muy satisfecha" de la intervenci¨®n del Defensor del Pueblo y la decisi¨®n de la polic¨ªa que ha accedido a "investigar la situaci¨®n de Vera, su proceso de expulsi¨®nn y todas las irregularidades que han rodeado este caso". La ONG muestra su indignaci¨®n por el descr¨¦dito concedido a una denuncia por agresi¨®n sexual "certificada con contundencia en los informes m¨¦dicos del CHUO". La mujer relat¨® con detalle c¨®mo dos hombres la agredieron y la dejaron desnuda de noche en un monte de O Pi?eiral, en el municipio en el que convive desde hace seis meses con Enrique, y c¨®mo lleg¨® en ambulancia a urgencias del hospital ourensano.
Vera R. sali¨® a primera hora de la ma?ana de ayer de los calabozos de la Comisar¨ªa de Ourense pero no rumbo a Rusia. Se queda en Ourense en espera de ver legalizada su situaci¨®n "y reparado su honor". "Est¨¢ indignada pero euf¨®rica, muy agradecida", describe Tard¨®n el estado de ¨¢nimo de la mujer que, de momento ha quedado "en libertad con cautela, localizada", pendiente de presentarse cada 15 d¨ªas en la Comisar¨ªa ourensana. El subdelegado del Gobierno en Ourense, Roberto Castro, reconoce que su puesta en libertad supone "el an¨¢lisis de otras diligencias pedidas por la asociaci¨®n Aspacia" que supondr¨¢n la revisi¨®n de todas las circunstancias adversas que ha vivido. Castro puntualiza que las fuerzas de seguridad en Ourense "se limitaron a cumplir el requerimiento de la Comisar¨ªa de Extranjer¨ªa que inst¨® a su detenci¨®n dado que ten¨ªa un domicilio conocido".
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