Che, oye, mira, ya est¨¢ bien

Si Ana Botella cree que la reforma laboral es el mayor avance de la civilizaci¨®n desde los romanos, ser¨¢ porque est¨¢ persuadida de que su marido es un hombre civilizado. Si Carlos Fabra dice estar contento de la condena de cuatro a?os que le han impuesto, es porque est¨¢ seguro de merecer unos cuantos m¨¢s, y eso porque ya no existe la guillotina para los estafadores de post¨ªn, gracias a dios, que no al suavemente condenado. Si ese tal Rafael Hernando no fuera un fascista fuera de cuentas no har¨ªa las declaraciones que hace como fascista fuera de cuentas. Ning¨²n camarero de chiringuito de playa necesita de fabuladores expertos en imagen salvo que uno sea Alberto Fabra (o crea serlo, que es peor), y entonces s¨ª, necesita un cambio de imagen, de ideolog¨ªa (si la tiene) de compostura (si sabe lo que es eso), de complicidades mafiosas (que s¨ª lo sabe) y de impostura en general para dedicarse a lo que realmente sepa hacer, que por ahora no hay el menor indicio de qu¨¦ cosa puede ser. Si Francisco Camps no hace lo posible por dejar de parecerse en su actitud y en sus pringosas maneras a Fernando Esteso, acabar¨¢ de buf¨®n tard¨ªo y sin gracia en cualquiera de esos circos navide?os que hacen de las suyas en fechas tan entra?ables; como payaso ya ha cumplido su ciclo, as¨ª que bien podr¨ªa hacer de animalillo de compa?¨ªa, que es lo que siempre ha sido, o bien seguir de equilibrista fingido lanzando seis hostias consagradas al aire y recogerlas una a una sin perder la compostura, aunque para cumplir esa haza?a hubiera que regalarle otros trajes. Pregunta: si hay m¨¢s de cien banqueros en este pa¨ªs que ganan m¨¢s de dos millones de euros al a?o ?con cu¨¢ntos de ellos ser¨ªa saludable terminar de una vez para conseguir que el pico de los dos millones obtenidos se distribuyera entre los miles de menesterosos que con suerte hacen una comida diaria? ?Y por qu¨¦ un Rey que mira por sus s¨²bditos tiene que ser intervenido de urgencia de una cadera mal pensada y mal usada mientras las listas de espera para cirug¨ªas de esa ¨ªndole y de otras tal vez de peor pron¨®stico se alargan sin pausa ante la desesperaci¨®n de los pacientes casi en estado de moribundia?, cuando tampoco es tan abrumador el trabajo que debe desarrollar por su acaso exquisito empleo. ?Y los discapacitados verdaderos no ser¨¢n esa pandilla que hace como que nos gobierna mientras se entretiene engordando los bolsillos de los suyos? D¨®nde mirar en esta comunidad sin morirse de asco, d¨®nde acudir sin que los p¨¢rpados se nieguen a abrirse ante tanta y tan grande porquer¨ªa, en qu¨¦ lugar de los de aqu¨ª se puede sobrevivir dignamente sin echar mano de la mascarilla a fin de no oler tanta mierda. ?Y por qu¨¦ el corruptor siempre encuentra la mano amiga que le ayudar¨¢ a consumar su irrefrenable vocaci¨®n? Y si ahora van a multar al buen tunt¨²n a quienes participen en manifestaciones de protesta, ?no ser¨ªa m¨¢s barato y m¨¢s decente ahorrarse los motivos de crispaci¨®n de la ciudadan¨ªa? ?Nadie ya va a decirle al se?or Aznar que se calle?... Parafraseando a Rimbaud, todav¨ªa estamos vivos, en el centro de una herida todav¨ªa abierta.