La historia espa?ola reciente, seg¨²n Frederic Amat y Juan Goytisolo
Los autores estrenan ¡®Memorias de tortuga¡¯, un cortometraje con Albert Pla
¡°Desde que cambiamos el siglo me siento perdido, no se a qu¨¦ atenerme¡±. La afirmaci¨®n pertenece a J, una de las dos tortugas que protagonizan Memorias de tortuga, la ¨²ltima pel¨ªcula del artista Frederic Amat, basada en un texto in¨¦dito de Juan Goytisolo. La obra, que combina memoria hist¨®rica y recuerdos personales del escritor, se estren¨® anoche en CaixaForum, la sede barcelonesa de la Fundaci¨®n La Caixa que ha adquirido una copia del cortometraje, para su colecci¨®n de arte contempor¨¢neo. La obra cuenta con dos interpretes de excepci¨®n: el cantautor catal¨¢n Albert Pla y el pintor y director Joan Baixas, fundador de la compa?¨ªa La Claca y autor con Joan Mir¨® de Mori el Merma,que prestan su voz, su rostro y sus brazos a J y G, las dos tortugas que materializan una suerte de ¡°transmutaci¨®n de Juan Goytisolo¡±, seg¨²n Amat. El resto de sus cuerpos desaparece bajo un caparaz¨®n, hecho de desperdicios cotidianos, una vieja radio, zapatos, bolsos y otros cachivaches, testigos del transcurrir de los a?os, unificados por el polvo del tiempo que todo lo recubre.
Las dos tortugas, totalmente ajenas tanto al modelo Disney como a los animatics de ¨²ltima generaci¨®n, evocan la tradici¨®n de las grandes parejas teatrales y literarias, desde Vladimir y Estrag¨®n de Esperando a Godot hasta los payasos Carablanca y Augusto. Medio hibernadas en un espacio humilde, cuyas paredes de cart¨®n se convierten en pantallas para proyecciones que ensanchan los recuerdos individuales al nivel de memorias colectivas, J y G mantienen una conversaci¨®n ir¨®nica y mordaz, pero llena de ternura. La misma ternura que destila la s¨²bita y extempor¨¢nea aparici¨®n al final del escultor Pep Duran, interpretando un limpiabotas, que sol¨ªa trabajar a la salida del prost¨ªbulo de la calle Robadors. ¡°Es una imagen de la Espa?a negra, que desde Goya llega hasta nuestros d¨ªas. Nuestra historia es el Bolero de Ravel¡±, indic¨® Goytisolo.
El escritor, que en su obra evoca el periodo enmarcado entre el fin de la Guerra Civil y la muerte de Franco, a trav¨¦s de canciones populares, himnos patri¨®ticos, letras obscenas y cu?as publicitarias radiof¨®nicas, no vacil¨® en convertirse en cantante para dar voz a su memoria. ¡°Es curioso porque no recuerdo nada de aquellos a?os, desde la Guerra Civil hasta que me fui de Espa?a, en mi memoria s¨®lo quedaron las canciones¡±, explic¨® el autor, que las grab¨® en el verano de 2012, en T¨¢nger, ciudad donde reside desde hace muchos a?os. ¡°Fue una experiencia extraordinaria¡±, asegur¨® Amat, que encarg¨® la banda sonora original al grupo CaboSanRoque, conocido por construir sus propios instrumentos con elementos reciclados. Como de costumbre Amat ha sido ¡°fiel, pero no servil¡± al sainete ib¨¦rico, que Goytisolo le entreg¨® en la primavera de 2012 con la idea de convertirlo en una pieza teatral. La vertiente m¨¢s pl¨¢stica de la creatividad de Amat se plasma en los asombrosos caparazones y en el espacio esc¨¦nico recabado en el plat¨® de la productora Nueveojos en Poblenou, que gracias a las proyecciones se ensancha y se estrecha, acelerando o congelando el tiempo. La imagen inicial, que evoca las capas de la memoria y la final, que revela la ficci¨®n incluyendo el c¨¢mara y dem¨¢s profesionales, encierran una pel¨ªcula llena de sugerencias y motivos para la reflexi¨®n, ¡°una c¨¢mara de resonancia y sombras¡±, la define Amat, que ya colabor¨® con Goytisolo en 2007, cuando estren¨® en el Teatro Real de Madrid, la opera Viaje a Simorgh, basada en su novela Las virtudes del p¨¢jaro solitario. ¡°Ser el traductor en im¨¢genes de las memorias de Juan ha sido un privilegio¡±, concluy¨® el artista.
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