El proceso va por dentro
El derecho a decidir ha permitido a CiU sobrevivir a unas elecciones, marcar la agenda informativa y camuflar los recortes
En cuesti¨®n de semanas, aparecer¨¢ en el mercado la pregunta y la fecha de la consulta, dos productos que, en ausencia de permiso gubernamental para hacerla ¡ªcondici¨®n expresada por Mas para proclamar o/y aplazar la Primavera¡ª, tienen la aureola de otros grandes errores universales del dise?o, como la compresa-cenicero, o el acelerador de part¨ªculas desechable. ?Es as¨ª? ?Qu¨¦ funciones tienen, en todo caso, esos dos objetos desprovistos de funci¨®n? Este art¨ªculo pretende esbozar una respuesta a esas preguntas, que se condensan en esta: el proceso que culminar¨¢ con una fecha y una pregunta, pero no con un refer¨¦ndum, ?es, en fin, un fracaso?
Sobre el fracaso, es preciso se?alar que, en la vida, s¨®lo fracasa lo que carece de funci¨®n. El proceso catal¨¢n, por tanto, es un ¨¦xito. Realiza su funci¨®n. ?Cu¨¢l es su funci¨®n? Desde el 12S de 2012, fecha en la que el Govern asumi¨® como suya una iniciativa apoyada por el 80% de la sociedad, su funci¨®n es, como su nombre indica, gubernamental. La gesti¨®n del Derecho a Decidir, as¨ª, ha posibilitado grandes ¨¦xitos gubernamentales. CiU, el partido peninsular pionero en los recortes ¡ªbrutales, estructurales¡ª, sigui¨® existiendo tras unas elecciones, algo inusitado en el Sur. Las actividades fundamentales de un gobierno sure?o ¡ªasumir su ausencia de soberan¨ªa y suprimir el bienestar, hacer negocios con ello, pagar deuda, legislar v¨ªa presupuestos y sin orden el fin del Welfare State¡ª, han pasado a un segundo plano, lejano. Se ha reducido la protesta social, y ha aumentado, a la vez, la represi¨®n y el control policial, sin apenas repercusiones.
Un gobierno similar/comparable/sustituible al espa?ol, al italiano, al portugu¨¦s, al griego y, en breve, snif, al franc¨¦s, ha mantenido cierta sensaci¨®n de existencia. O, incluso, de originalidad. La m¨¢s importante es, tal vez, su dominio cultural. La CT/ Cultura de la Transici¨®n, pocha en Espa?a ¡ªcostar¨¢ que un intelectual o un medio, cobrando lo mismo, defiendan, por ejemplo, la Ley Wert, o la Ley de Seguridad Ciudadana, como ¨¦pica de la democracia frente a los violentos¡ª, en Catalunya va a tutipl¨¦n.
Este dominio vertical de la cultura, que libera al poder de control, y acelera, modera, radicaliza o frena a voluntad la percepci¨®n de la gesti¨®n del Derecho a Decidir
El Govern fija la agenda informativa y es fuente de los temas que fija. As¨ª, su gesti¨®n del Derecho a Decidir ¡ªteatral, sin voluntad y sin resultados, emitida para consumo interno¡ª, copa la agenda cultural e informativa. La f¨®rmula espa?ola y catalana CT de informaci¨®n ¡ªla tertulia radiof¨®nica¡ª, s¨®lo habla de movimientos y ¨¦pica democr¨¢tica, de manera que es dif¨ªcil, en verdad, percatarse de la direcci¨®n real, poco democr¨¢tica e inapelable de las pol¨ªticas gubernamentales.
Los medios p¨²blicos han evolucionado, r¨¢pidamente, hacia la RTVV de cuando cobraba. Cuando coges el transporte p¨²blico, dispones, de forma gratuita, de medios escritos que te hablan de la evoluci¨®n imparable de un Derecho a Decidir que no evoluciona ¡ªseg¨²n los ¨²ltimos datos facilitados por la Gene, esos medios nos salen de 3 a 6 euros por ejemplar¡ª, pero no del proceso postdemocr¨¢tico, evidente, diario, absoluto.
EL dominio vertical de la cultura es, de hecho, absoluto. Verbigracia: en la rueda de prensa del Govern, con motivo de la publicaci¨®n del auto en el que se comunicaba que CiU cobr¨® de Ferrovial por pol¨ªticas, s¨®lo dos medios ¡ªdos; dos; dos; dos¡ª, preguntaron por ese caso. Este dominio vertical de la cultura, que libera al poder de control, y acelera, modera, radicaliza o frena a voluntad la percepci¨®n de la gesti¨®n del Derecho a Decidir, augura un gran futuro a la f¨®rmula, que puede superar a este gobierno y alcanzar al pr¨®ximo, se supone que de ERC, un partido que ha votado en Barcelona lo contrario que en Madrid ¡ªun indicativo de que hoy, en Barcelona, estamos m¨¢s informados sobre Madrid¡ª.
Es decir, la no investigaci¨®n de la corrupci¨®n sanitaria, o de la represi¨®n policial ¡ªnos pongamos como nos pongamos, la mayor de Europa¡ª y, tach¨¢n-tach¨¢n, la prolongaci¨®n primero, y la emisi¨®n despu¨¦s, de presupuestos post-democr¨¢ticos. Si la gesti¨®n del autonomismo, esa balsa de aceite que ahogaba conflictos, dur¨® 35 a?os, la del independentismo puede durar lo mismo, consistir en lo mismo y, lo m¨¢s gracioso, puede estar gestionada por los mismos. Todo apunta, en todo caso, a que la gesti¨®n gubernamental finalizar¨¢ con final abierto, prolongable, en el que, de dos gobiernos post-democr¨¢ticos implicados y con pol¨ªticas similares, uno defender¨¢ contra el otro su legado democr¨¢tico no atendido. Que tiene guasa.
La pregunta ¡ªposiblemente dad¨¢¡ª, y la fecha ¡ªirrelevante¡ª de un reder¨¦ndum que no se producidr¨¢ es, en efecto, un ¨¦xito gubernamental. ?Lo es tambi¨¦n social? No. En 2011 se produjero las movilizaciones sociales m¨¢s importantes de Europa. La sociedad sali¨® a la calle para hacer lo que no se hac¨ªa en los parlamentos. Defender la democracia y el bienestar. De todas las movilizaciones sociales, el Govern asumi¨® como propia solo una. Y ni siquiera esa reivindicaci¨®n ha salido adelante. El resto de demandas han sido, en Barcelona y Madrid, directamente desatendidas, reprimidas o/y legisladas en su contra. Estamos, de hecho, ante el mayor ¨¦xito gubernamental de a?os, y ante el mayor fracaso democr¨¢tico en d¨¦cadas.
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