Memoria de la educaci¨®n republicana
Antiguos miembros de la Federaci¨®n Universitaria Espa?ola mantienen su voluntad de transformar a trav¨¦s del conocimiento
Con el lema de abrir el aula al pueblo, la suya fue una generaci¨®n que pudo cambiar el mundo. Sus ideales de apertura, tolerancia y libertad promet¨ªan un futuro de esperanzas fraguadas al albor republicano, que la guerra y la dictadura truncaron. Siete d¨¦cadas despu¨¦s, solo unos pocos de los j¨®venes integrantes de la Federaci¨®n Universitaria Escolar (FUE) pueden dar testimonio directo de aquel esplendor educativo. El ¨²ltimo viernes de noviembre sus familiares y simpatizantes celebraron una comida para rememorar la historia viva de sus anfitriones, los estudiantes fuistas, hoy nonagenarios, para los que el paso de tiempo no ha erosionado la gran consigna que marc¨® sus vidas: transformar la sociedad a trav¨¦s de la educaci¨®n.
En una mesa del restaurante del Hotel Victoria ¡ªsin ¡°Reina¡±, como gui?o a los tiempos de la Rep¨²blica¡ª, a Alejandra Soler y Juan Mar¨ªn les rodea un grupo de seguidores con libro y bol¨ªgrafo en mano. Juan, de 93 a?os, presenta en formato papel el homenaje que sus familiares y amigos le dedicaron en septiembre en el Rector Peset a su trayectoria como fuista desde 1934. A la reci¨¦n centenaria Alejandra, cofundadora de la sede valenciana de la FUE, tambi¨¦n se le acercan para que le firmen sus memorias reeditadas en 2009, cuyo t¨ªtulo, La vida es un r¨ªo caudaloso con peligrosos r¨¢pidos, solo puede sentir quien haya recorrido entero ¡°el terrible siglo XX¡±, como ella califica.
Las guerras ¡ªcivil, mundial o fr¨ªa¡ª no han arrebatado a Alejandra los ideales de equidad, justicia social y derecho a la educaci¨®n que conjug¨® como fuista y comunista siendo estudiante de Filosof¨ªa y Letras, antes de partir al exilio en Rusia. ¡°Nunca he torcido mis criterios¡±, afirma la que fuera nuera del periodista y pol¨ªtico F¨¦lix Azzati. A los 100 a?os se siente llena de vida, ¡°ahora m¨¢s que antes¡±, con el ¨²nico af¨¢n de ser ¨²til a los dem¨¢s. Preocupada por el devenir actual, observa con indignaci¨®n las reformas educativas del ministro Wert: ¡°Les van a llevar a los j¨®venes a creer todo como dogmas, sin tener criterios propios¡±. Veterana en correr delante de las fuerzas del orden por defender la educaci¨®n democr¨¢tica en tiempos de Primo de Rivera, particip¨® junto con Juan Mar¨ªn como referentes en la primavera valenciana del instituto Llu¨ªs Vives, del que ambos fueron alumnos.
¡°Alejandra es La Pasionaria valenciana¡±, anota Agust¨ªn Quiles, de 92 a?os, antiguo miembro del Instituto Obrero. Vecino de Russafa, se form¨® en la laicidad de la escuela mixta graduada de la Casa de la Democracia, al socaire del PURA de Blasco Ib¨¢?ez, hoy reconvertida en la Iglesia de Mar¨ªa Goretti en la Gran V¨ªa de German¨ªas. Este ¡°republicano-anarco¡±, que acude a las comidas de los fuistas desde hace cinco a?os, no le ve futuro a la sociedad actual. ¡°Est¨¢ atada con un reglamento que hay que deshacer, y el ¨²nico que puede hacerlo es el intelectual¡±.
Por el recuerdo a su marido, V¨ªctor Agull¨®, miembro fundador desde que la FUE tuviera su r¨¦plica valenciana en 1930, Amparo Albuixech, su viuda, acude a este encuentro entre amigos con los que comparte ¡°ideas parecidas de izquierda¡±, evocando el origen apol¨ªtico de aquel movimiento estudiantil inspirado en la Instituci¨®n Libre de Ense?anza. A sus 86 a?os, no disimula que viene sobre todo para pasarlo bien, como cuando sale al cine con su amiga Juanita Alberich, de 94 a?os, todas las semanas.
Afiliada a las Juventudes de Izquierda Republicana, Juanita se uni¨® a los 14 a?os a la FUE cuando era ¡°un centro de estudiantes con buenas ideas¡±. ¡°En las tertulias de ahora intercambiamos ideas y criticamos al Gobierno, porque a nuestra edad no podemos hacer m¨¢s¡±, reconoce quien vivi¨® entre Argelia y Francia hasta la muerte de Franco. Para su hija, Annik Onofra Valldecabres, las reuniones de los antiguos miembros de la FUE ayudan a rememorar las dificultades de lo que tuvieron que exiliarse. ¡°A los hijos que hemos nacido en el exilio nos sirve para reconocer nuestras ra¨ªces, de d¨®nde venimos y lo que somos¡±.
Simpatizantes como Josep Medina, de 69 a?os, impulsor de la Associaci¨® d¡¯Amics de la FUE, formada en 2011 con 77 integrantes, intentan que la longeva formaci¨®n no desaparezca con las bajas de los fuistas. ¡°Los apreciamos como si fueran nuestros padres. Tienen una visi¨®n muy actual, pero con gran experiencia acumulada por sus a?os de vida¡±, explica quien ve en esas personas la historia que le hab¨ªan ocultado de adolescente en el franquismo.
Un ejercicio de memoria colectiva en una gran familia en la que se traspasan ense?anzas, solidaridad y uni¨®n ante cualquier situaci¨®n es como lo definen Cristina Escriv¨¤, escritora memorialista, y Gl¨°ria Marcos, presidenta de la Fundaci¨® Institut d¡¯Estudis Pol¨ªtics. Amigas de la FUE, ambas representan a la segunda generaci¨®n que asegura mantener viva la semilla que sembraron los veteranos fu¨ªstas para cambiar el mundo en el siglo XXI. ¡°Porque la dignidad de un pueblo no se recupera mientras no pueda leerse la p¨¢gina de la historia que nos han negado¡±.
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