Que se lo dejen ya
Dimitir es sano para el cuerpo, acaso tambi¨¦n para el alma incluso de los cuerpos pegados al Opus Dei
Parece que el todav¨ªa ministro Crist¨®bal Montoro est¨¢ dispuesto a desmontar la Agencia Tributaria con el pretexto de que la c¨²pula del organismo est¨¢ infestada de horribles directivos socialistas, un problema (para ¨¦l y para los que le mandan) que est¨¢ dispuesto a resolver a escobazo sucio. Y eso que solo es ministro con fecha de caducidad. Imag¨ªnense lo que har¨ªa este hombre tan imaginativo de ser el Rey o por lo menos presidente del Gobierno. A grandes enfados, grandes remedios. Con la sanidad p¨²blica est¨¢ ocurriendo algo parecido. En esta comunidad han desaparecido del mapa unos cuantos miles de facultativos de la p¨²blica en cosa de un par de a?os, mientras el n¨²mero de enfermos crece sin cesar y las listas de espera est¨¢n pero casi nadie ya las espera en el fondo de su coraz¨®n, o de su artrosis, o de su columna vertebral, o de su silla de ruedas.
Mientras tanto, Juan Cotino (?Juan Cotino!) pone la mano en el fuego por su familia, loado sea entre las reiteradas ingestas de hostias consagradas, que acaso le han trastornado el entendimiento emocional (por donde se deja ver que aqu¨ª cada cual se droga como puede), asegurando que nadie de los suyos tiene la menor intervenci¨®n en los casos de presunto latrocinio por los que se los menciona en los tribunales, y tambi¨¦n mientras tanto (aqu¨ª casi todo el mundo est¨¢ como a la espera de no se sabe bien qu¨¦, si le citan a declarar como testigo de algo en lo que debi¨® intervenir, si como imputado en algo que no debi¨® hacer, o si como enchironado por cualquier felon¨ªa que efectivamente cometi¨®), un muy crispado Alberto Fabra se revuelve contra los manifestantes que lo increpan aduciendo que debe seguir haciendo lo que hace con manifestantes que lo agobian o sin ellos, por lo que bien cabr¨ªa aconsejar a quienes contra este personaje se pronuncian que cesen por un tiempo sus hostilidades, a fin de que desprovisto de ese respaldo indirecto el jefe decida no hacer nada sensato, que es lo que viene haciendo desde que okupa la Generalitat. Mientras tanto, la Abogac¨ªa del Estado solicita entre siete y diez a?os de c¨¢rcel para la c¨²pula inicial de aquel invento de Zaplana de convertir la espalda de Benidorm en una Terra M¨ªtica: son sus nombres Luis Esteban, expresidente del asunto, Antonio Rinc¨®n, exdirector t¨¦cnico. Miguel Navarro, exdirector general y Justo (vaya) Valverde, exjefe de contrataci¨®n. ?Y de qu¨¦ se les imputa? De estafa, naturalmente, por lo mismo que ese proyecto rufianesco fue una estafa zaplanera desde su concepci¨®n.
Y bien. Cabe a?adir que cuando los pol¨ªticos, especialmente los nuestros, no pueden ni asomarse a la calle sin ser objeto de reproches multitudinarios y m¨¢s que justificados, ha llegado el momento de que se refugien en sus estupendas casas mientras la tormenta escampe, que no lo har¨¢ mientras ellos conserven su visibilidad como pol¨ªticos. Dimitir es sano para el cuerpo, acaso tambi¨¦n para el alma incluso de los cuerpos pegados al Opus Dei. En la confianza de que pronto ser¨¢n readmitidos por la familia como consejeros o asesores de altos vuelos en cualquier cosa.
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