La Diputaci¨®n coru?esa concede a dedo m¨¢s del 60% de sus contratos

La Diputaci¨®n de A Coru?a, con independencia del color pol¨ªtico de su gobierno, se caracterizaba desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas por decidir mediante concurso p¨²blico la inmensa mayor¨ªa de sus contrataciones de obras, m¨¢s de nueve de cada diez. Pero el actual ejecutivo provincial del PP, con Diego Calvo al frente, ha invertido estos dos ¨²ltimos a?os la tendencia en aras, alega, de ¡°una mayor agilidad¡±. Y ya son mayor¨ªa, m¨¢s de seis de cada diez, las adjudicaciones a dedo, mediante la f¨®rmula del negociado sin publicidad.

De nada valieron las m¨²ltiples advertencias en contra de este procedimiento, una modalidad opaca y reservada por ley solo a casos o razones puntuales y muy justificadas, que realiz¨® el servicio provincial encargado de fiscalizar las contrataciones. El funcionario que se encarga, por concurso, de este departamento desde 1999, Luis Jaime Rodr¨ªguez, fue relevado en agosto de sus funciones. Y Calvo design¨®, a dedo, para sustituirlo al frente del Servicio de Contrataci¨®n a una funcionaria procedente de la Xunta, Patricia Rodr¨ªguez Franco, hasta entonces encargada del registro de contrataciones de la Conseller¨ªa de Econom¨ªa.

Son incontables los informes emitidos en 2012 y hasta el pasado agosto por el Servicio de Patrimonio y Contrataci¨®n contrarios a las adjudicaciones de obras y servicios resueltas mediante negociados sin publicidad. Este departamento, tal como le obliga la ley, inform¨® al Tribunal de Cuentas y su equivalente auton¨®mico, el Consello de Contas, de esas contrataciones para que se verifique su legalidad. Para el anterior responsable provincial de fiscalizar las adjudicaciones, la modalidad ahora predilecta del gobierno de Calvo para repartir los contratos no solo restringe al m¨ªnimo las ofertas y participaci¨®n de empresas. Pone tambi¨¦n en duda que se ajuste a la Ley de Contratos, que exige limitar los negociados sin publicidad a casos puntuales y estrictamente justificados, algo que ni siquiera figura en la mayor¨ªa de los expedientes de obras.

Valga de ejemplo el reparto del plan anual de conservaci¨®n de carreteras de la Diputaci¨®n, que se licita dividido en una treintena de grupos, uno por cada zona de la provincia. Desde finales de los a?os ochenta, siempre se adjudicaba mediante concurso p¨²blico. Pero en 2012, en contra del criterio del ahora exjefe de Contrataci¨®n, se resolvi¨® a dedo el 70% del presupuesto de ese plan, cuatro millones de euros de un total de 5,8 millones. El negociado sin publicidad permite adjudicar un contrato sin concurso ¡ªpara obras, el limite est¨¢ en hasta 200.000 euros, sin contar el IVA¡ª entre un m¨ªnimo de tres empresas previamente invitadas, de su libre elecci¨®n. Pero suele resultar cara para las arcas p¨²blicas al restringir las ofertas.

Los 25 contratos del plan de carreteras de 2012 adjudicados a dedo permitieron rebajar en 482.076 euros el coste real de la obra sobre el precio inicial de licitaci¨®n. Las otras seis adjudicaciones resueltas por concurso p¨²blico de este mismo plan permitieron un ahorro de 582.331 euros. Al hacerse por el procedimiento abierto, la Diputaci¨®n, entre 2007 y 2011, logr¨® ahorrar anualmente una media de 2,3 millones, seg¨²n c¨¢lculos del PSdeG. Pero el pasado a?o solo consigui¨® un mill¨®n. La agilidad que el gobierno de Calvo blande como justificaci¨®n para esquivar concursos p¨²blicos tampoco se demostr¨®: la reparaci¨®n de carreteras, que normalmente se adjudica entre abril y mayo para realizar las obras en verano, aprovechando el buen tiempo, se adjudic¨® en septiembre en 2012. Este a?o fue en junio. Pero volvieron a ser mayor¨ªa las contrataciones a dedo (el 53%), seg¨²n datos del PP. Sumaron un valor de ocho millones. Los restantes 4,2 millones se concedieron mediante concurso p¨²blico, con rebajas entre el precio de licitaci¨®n de la obra y su coste real en torno al 30%. Una media demasiada alta, seg¨²n argument¨® en el pleno provincial de junio, el portavoz del PP en la Diputaci¨®n y alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz Rivas, al defender ¡°por el bien de la instituci¨®n¡± que se eviten los concursos p¨²blicos. Seg¨²n ¨¦l, apremiadas por la crisis o al borde de la liquidaci¨®n, hay empresas que logran contratos con rebajas en el precio ¡°dif¨ªcilmente defendibles¡± y que las abocan a no terminar nunca esas obras. Para Ruiz Rivas, ¡°la transparencia es exactamente la misma" con el negociado sin publicidad, una modalidad que no preveer¨ªa la ley, subray¨®, ¡°si el procedimiento abierto fuera el ¨²nico que garantiza independencia e igualdad de acceso".