Navidad de mercadillo

¡°Por favor, se?ora, ?ha visto usted a un ni?o solo, as¨ª como perdido?¡±, pregunta el abuelo, Jos¨¦ Isbert, a una casta?era de la plaza Mayor. ¡°?Hay que encontrar a Chencho!¡±, exclama, buscando desesperado entre los puestos del mercadillo navide?o a su nieto de dos a?os, extraviado entre el gent¨ªo. ¡°Ese es el estr¨¦s que vivimos a diario, y durante un mes, las familias con hijos que vivimos en el centro. Una cosa es acercarse un d¨ªa, y otra muy distinta este agobio de gente que nos impide disfrutar de las vacaciones¡±, explica Carmen. La asociaci¨®n de vecinos de ?pera-Austrias, de la que forma parte, no se opone a los mercadillos navide?os, ¡°una tradici¨®n bonita a mantener¡±, pero cree que ¡°hacerlos pivotar en una sola zona genera incomodidad a los vecinos¡±.

En estas fechas, la pr¨¢ctica totalidad de plazas del centro alberga tenderetes de baratijas, dulces, artesan¨ªa o ropa. Los comerciantes se quejan de competencia desleal, y alertan de controles sanitarios insuficientes en la venta de alimentos. El Ayuntamiento defiende que, sin mercadillos, las calles estar¨ªan ¡°desangeladas¡±. ¡°Es una tradici¨®n, a la gente le encanta, tiene alicientes como tiovivos y pistas de hielo, y a la ciudad no solo no le cuesta ni un euro sino que gana dinero¡±, cree el edil de Centro, David Erguido (PP).

Trineos en Luna

En Callao se instala desde hace a?os una tienda de regalos con una pista de hielo y un enorme abeto (pr¨¢cticamente el ¨²nico de Madrid, puesto que el Ayuntamiento ha vendido a marcas comerciales los conos con los que sustituy¨® estos ¨¢rboles navide?os). En la plaza de la Luna hay otra pista de hielo y una de descenso en trineo. En Santo Domingo, una treintena de puestos de ropa y alimentos. En la plaza de Espa?a, una feria de artesan¨ªa. En la de Oriente se ha instalado por primera vez un tiovivo, otra pista de patinaje y una fila de casetas de churrer¨ªas, etc¨¦tera. En ?pera hay un mercadillo de dulces. En Jacinto Benavente, otro que remeda un pueblo medieval. En la plaza Mayor, el tradicional mercadillo de adornos; y al lado, en Santa Cruz, otro de art¨ªculos de broma. ¡°Y se nos ha quedado alguna plaza libre porque no la quer¨ªa nadie, como Lavapi¨¦s o Tirso de Molina¡±, a?ade Erguido.

Los mercadillos los organizan empresas que toman prestado el espacio, y montan y alquilan los puestos a quien est¨¦ interesado. El Ayuntamiento cobra una tasa por utilizaci¨®n privativa o aprovechamiento especial del dominio p¨²blico, con la que en 2013 espera ingresar 1,8 millones por la colocaci¨®n de puestos. Las terrazas suponen, en comparaci¨®n, 7,5 millones. ¡°Se pone en manos privadas la explotaci¨®n del espacio p¨²blico¡±, denuncia el edil de IU ?ngel Lara.

"Los mercadillos se adjudican sin oferta p¨²blica a empresas concretas, que revenden los espacios obteniendo ping¨¹es beneficios", a?ade Lara. El Ayuntamiento obtiene entre 20.000 y 50.000 euros por mercadillo, seg¨²n Erguido. "Los ingresos no est¨¢n mal, pero no lo hacemos por eso sino para tener una Navidad atractiva. Sin mercadillos, las calles estar¨ªan desangeladas, se hablar¨ªa de la decadencia de Madrid. La gente est¨¢ satisfecha, se ve en las redes sociales, y los vecinos tambi¨¦n, porque as¨ª se ahorran el botell¨®n. La ocupaci¨®n inteligente del espacio p¨²blico a veces es la soluci¨®n para determinados problemas", a?ade el edil.

"Los mercadillos tienen su sentido si ofrecen productos de valor a?adido, como los de artesan¨ªa, y en plazas que necesiten cierta reactivaci¨®n, como Tirso de Molina o el Carmen. Lo que no entendemos ni apoyamos es la comercializaci¨®n del espacio p¨²blico con fines b¨¢sicamente recaudatorios, que es lo que est¨¢ sucediendo, teniendo en cuenta adem¨¢s que se perjudica al comerciante establecido. En el t¨¦rmino medio est¨¢ la virtud, y en este caso nos tememos que al Ayuntamiento se le ha ido la mano", critica sin embargo el portavoz de UPyD, David Ortega.

Lara (IU) coincide en que los productos de los mercadillos no son en general de calidad. "Nos son mercadillos de artesan¨ªa, sino de gente que compra una mercanc¨ªa y luego la revende m¨¢s cara", incide Florencio Delgado, de la Federaci¨®n de Comerciantes y Vecinos del Centro. Critica la competencia desleal, su aspecto cutre y descuidado, y la falta de medidas sanitarias. "Son feos y no venden nada original", abunda Javier Ollero, presidente de la Federaci¨®n de Mercados.

"Est¨¢n m¨¢s cuidados que nunca; no llegamos al nivel de algunas ciudades alemanas o francesas, pero gustan bastante", replica Erguido. "?Que los adornos son de cart¨®n piedra? Es que no hab¨ªa dinero para m¨¢rmol", a?ade ir¨®nico. Ollero sugiere sin embargo que los puestos comerciales podr¨ªan instalarse en el espacio libre que queda en los mercados municipales. La asociaci¨®n de vecinos de ?pera aboga por "una mayor descentralizaci¨®n". "Es cierto que son tradicionales del centro, pero la oferta crea la demanda, podr¨ªan buscarse f¨®rmulas, potenciar otras zonas o incluso colocarlos en Matadero", explica la asociaci¨®n.

Esa propuesta de descentralizaci¨®n coincide de hecho con las directrices del nuevo Plan General de Ordenaci¨®n Urbana que prepara el gobierno municipal, y que aboga por crear centros de actividad social y comercial en cada distrito que supongan una alternativa al casco hist¨®rico. "La tradici¨®n no me la he inventado yo, la gente se mueve en funci¨®n de los atractivos y el centro gusta porque es bonito", explica Erguido, que niega adem¨¢s que la zona se colapse en Navidades. "Solo ocurri¨® puntualmente en el puente de la Inmaculada, cuando hubo que cerrar el metro de Sol. Pero fue porque vino mucha gente de otros lugares de Espa?a. No se registr¨® ni una intervenci¨®n del Samur. Y hubo comerciantes que ese fin de semana facturaron una quinta parte de lo que en todo el a?o", a?ade.

"El PP quiere que el turismo vuelva a los a?os 60", denuncia sin embargo el concejal socialista Gabriel Calles. En su opini¨®n, el mercadillo instalado a solo unos metros del palacio de Oriente da?a la imagen de la ciudad. "Artesan¨ªa no es. Son productos chinos, una churrer¨ªa y dos cafeter¨ªas, con un vallado que parece un corral", se?ala.

Erguido asegura que cont¨® con el visto bueno de la Comisi¨®n para la Protecci¨®n del Patrimonio, regida por Comunidad (PP) y Ayuntamiento (PP). Pero Calles se?ala: "Un turista ahora no puede hacer una foto del Palacio Real, ni de la Plaza Mayor, ni de la plaza de ?pera. Esto es una masificaci¨®n de quioscos de hosteler¨ªa, no es una feria de artesan¨ªa". Sea lo que sea, hasta despu¨¦s de Reyes, el centro de Madrid seguir¨¢ tomado por los mercadillos. Cuiden de Chencho.