Volutas de humo
El autor de 'Gang Bang' y de 'El principi d'Arquimedes' aborda en su ¨²ltimo trabajo un tema tan evasivo y nebuloso como el humo
El autor de Gang Bang y de El principi d'Arquimedes aborda en su ¨²ltimo trabajo un tema tan evasivo y nebuloso como el humo del t¨ªtulo y dif¨ªcil, por tanto, de resumir en una sola palabra. Habla de conflictos personales en un contexto de violencia terrorista; de la dualidad de la naturaleza humana representada por Eros y Thanatos: del instinto de reproducci¨®n de la especie y de su destrucci¨®n; de la fragilidad de las relaciones humanas y de las relaciones de poder que se establecen entre las parejas; de los espejismos que nos construimos a diario para seguir adelante. Para ello sit¨²a a los cuatro protagonistas, una pareja joven y otra en plena madurez, en un hotel de un pa¨ªs deliberadamente indeterminado, probablemente poscolonial, y los encierra en ¨¦l durante tres o cuatro d¨ªas como refugio ante una serie de estallidos violentos por parte de un sector de la poblaci¨®n.
Qu¨¦ provoca estos motines o cu¨¢l es la situaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs en cuesti¨®n es lo de menos. Lo que le interesa a Josep Maria Mir¨® es el efecto que esos disturbios tienen sobre las relaciones entre sus personajes. Estructurada en once escenas, que ¨¦l llama instant¨¢neas por la naturaleza fugaz de lo que en ellas se capta y lo que no, la pieza se mueve bien por el terreno impreciso de la ambig¨¹edad, imprescindible, por otro lado, para crear la tensi¨®n que desea. Y la tensi¨®n est¨¢ ah¨ª, bien palpable desde la primera escena y hasta la ¨²ltima, m¨¢s evidente en algunos momentos que en otros en los que, como las volutas de humo, da vueltas sobre s¨ª misma dispers¨¢ndose un poco.
FUM.
Autor¨ªa y direcci¨®n: Josep Maria Mir¨®.
Int¨¦rpretes: Joan Carreras, Carme El¨ªas, Llu¨ªs Marco, Anna Sahun.
Teatre Nacional de Catalunya, Sala Petita.
Barcelona, 18 de diciembre.
?Qu¨¦ ocurre en Fum? Pues no gran cosa; tampoco eso tiene importancia. La pareja joven (Anna Sahun y Joan Carreras) coincide en el hotel con la pareja madura (Carme El¨ªas y Llu¨ªs Marco), surgen intercambios verbales y traspasos de informaci¨®n de una a otra que generan equ¨ªvocos y mentiras, y una vez se calma el ambiente exterior y los hu¨¦spedes pueden abandonar el hotel, cada una sigue por su lado. No sabemos si ser¨¢n capaces de seguir con sus vidas como hac¨ªan antes del encierro, ni hasta qu¨¦ punto podr¨¢n reciclar lo que se dicen y lo que se callan; tambi¨¦n eso da un poco igual. El espectador se queda con el juego que propone Mir¨® y lo siguegracias al gancho de sus personajes. Los int¨¦rpretes han de hacer visible lo intangible y los cuatro lo consiguen, especialmente Carme El¨ªas, elegante como siempre, en la construcci¨®n del personaje que se crea su propio personaje para sobrevivir, y Joan Carreras en la construcci¨®n de lo opuesto, del tipo sin m¨¢scaras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.