La reforma bancaria que necesitamos
Una reforma en profundidad deber¨ªa gravar las transacciones especulativas y potenciar la banca cooperativa, apostar por la banca ¨¦tica y hacerlo con la implicaci¨®n ciudadana directa
Tras el desencadenamiento de la crisis financiera, cab¨ªa la posibilidad de revisar un modelo bancario que ha estado basado en la especulaci¨®n del ladrillo y en la fuerte vinculaci¨®n con los poderes pol¨ªticos a trav¨¦s de la politizaci¨®n de las cajas de ahorros; modelo que ha tenido una gran responsabilidad en las causas que han provocado la crisis, al contribuir mediante una pol¨ªtica descontrolada de concesi¨®n de cr¨¦ditos a constructores y promotores a crear una burbuja inmobiliaria, que tras su estallido, ha generado una cantidad desmesurada de activos t¨®xicos que ha provocado la ca¨ªda de una parte importante del sistema bancario. Despu¨¦s de varios a?os de insistir en la idea de que el sistema bancario espa?ol era el m¨¢s fuerte y saneado de Europa, se ha llegado a una situaci¨®n en la que las principales cajas de ahorros han tenido que ser intervenidas y/o saneadas por los poderes p¨²blicos. Surg¨ªa as¨ª la necesidad de llevar a cabo una reforma de la banca con el fin de crear una nueva estructura que nos ayude a salir de la crisis. Sin embargo, la reforma del sistema bancario que se est¨¢ llevando a cabo, no s¨®lo no est¨¢ resolviendo sus graves problemas, si no que adem¨¢s est¨¢ suponiendo un coste econ¨®mico insostenible que est¨¢ generando un grave problema de deuda p¨²blica.
Pero, ?cu¨¢les han sido las bases sobre las que se ha asentado la reciente reforma de la banca en Espa?a?. Tres han sido las premisas: 1) el problema de la banca es su escasa capitalizaci¨®n y sus bajos niveles de solvencia; 2) para mejorar la capitalizaci¨®n de la banca hay que aumentar su tama?o mediante fusiones; y 3) los bancos con problemas hay que intervenirlos y sanearlos a trav¨¦s de las cuentas p¨²blicas y despu¨¦s venderlos a otros bancos. Es verdad que la banca est¨¢ poco capitalizada y como consecuencia de ello tiene un problema de solvencia, pero la cuesti¨®n clave es: ?porqu¨¦ esto es as¨ª?. El problema de fondo no es la falta de capital de los bancos, si no que esta descapitalizaci¨®n e insolvencia ha sido provocada por la mala gesti¨®n de los mismos bancos al seguir una pol¨ªtica crediticia descontrolada, basada en la especulaci¨®n inmobiliaria. Por tanto, incrementar su capital mediante reformas legales no va a resolver el problema de fondo que es la mala gesti¨®n del riesgo crediticio y la escasa profesionalizaci¨®n en las decisiones de financiaci¨®n, destinadas en gran medida a grandes proyectos empresariales y no al emprendimiento y a las micro, peque?as y medianas empresas, que son las que realmente generan actividad productiva y empleo en Espa?a.
La medida que se ha tomado para capitalizar los bancos ha sido aumentar su tama?o a trav¨¦s de fusiones, disfrazadas mediante una figura jur¨ªdica denominada Sistema Institucional de Protecci¨®n SIP, tambi¨¦n llamada fusi¨®n fr¨ªa o virtual porque consiste en crear un grupo de bancos (principalmente cajas de ahorros) con el fin de conseguir una consolidaci¨®n contable que garantice la solvencia de las entidades que se agrupan, pero que a medio- largo plazo supone la fusi¨®n real de ¨¦stas. De esta manera, se ha conseguido una reivindicaci¨®n hist¨®rica de los grandes bancos espa?oles, que era la desaparici¨®n de las cajas de ahorros y con ellas, de la fuerte competencia que estas supon¨ªan. La creaci¨®n de los SIP ha supuesto: agrupar cajas de ahorros con dificultades y, por tanto, agravar a¨²n m¨¢s el problema hasta generar situaciones insostenible como la de Bankia, por poner el ejemplo m¨¢s sangrante; y la transformaci¨®n de cajas de ahorros en bancos. Junto a esto, tambi¨¦n se han seguido dando fusiones reales entre entidades, as¨ª como la compra, una vez saneadas, de cajas de ahorros (Caja Castilla-La Mancha, CAM) y de bancos (Banco de Valencia, Novagalicia Banc) por parte de otros bancos, incrementando estos ¨²ltimos su poder de mercado. Por ¨²ltimo, para sanear los bancos y cajas en dificultades, se han creado dos herramientas: el Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria FROB y la Sociedad de Activos Reestructurados SAREB o banco malo. Adem¨¢s, el Gobierno centraltuvo que solicitar un rescate bancario a la Uni¨®n Europea de hasta 100.000 millones de euros, de los cuales se han utilizado unos 41.300 millones aproximadamente. Recientemente, el FROB ha reconocido que casi 40.000 millones de euros de los destinados al saneamiento de la banca (que es el equivalente a los recortes realizados en los servicios p¨²blicos hasta la fecha) van a incorporarse a la deuda p¨²blica directa.
Las consecuencias de esta reforma est¨¢n siendo todas ellas negativas. En primer lugar, la desaparici¨®n de las cajas de ahorros va a suponer tambi¨¦n muy probablemente la eliminaci¨®n de la Obra social y, por tanto, de los fondos que la banca destinaba hist¨®ricamente a actividades socioculturales. En segundo lugar, la reestructuraci¨®n del sistema bancario est¨¢ suponiendo un fuerte incremento de la concentraci¨®n del sector, de manera que los cinco primeros bancos controlan ya m¨¢s del 50% de los dep¨®sitos del sistema. Y en tercer lugar, el saneamiento del sistema bancario est¨¢ suponiendo un incremento importante de la deuda p¨²blica espa?ola, que el Gobierno est¨¢ compensando a trav¨¦s de recortes en servicios b¨¢sicos para los ciudadanos. Podemos afirmar, por tanto, que la reforma bancaria llevada a cabo durante la crisis ha sido totalmente equivocada, al no hacer un diagn¨®stico de los verdaderos problemas de la banca y poder plantear as¨ª reformas realmente efectivas.
Una reforma del sistema bancario espa?ol en profundidad deber¨ªa basarse en cuatro principios clave: 1) Gravar las transacciones especulativas y poco ¨¦ticas de la banca actual con el fin de penalizar los abusos de poder y las pr¨¢cticas bancarias fraudulentas y desincentivar as¨ª este modelo de sistema bancario que nos ha llevado a la crisis y actualmente nos est¨¢ impidiendo salir de ella; 2) Potenciar la banca cooperativa, de fuerte arraigo e implantaci¨®n en Espa?a, con el fin de apostar por un modelo de banca local y de proximidad a las necesidades financieras reales de las familias y las empresas; 3) Apostar por la banca ¨¦tica, de escasa implantaci¨®n en Espa?a, con el fin de potenciar un modelo de banca transparente y socialmente responsable; y 4) todo lo anterior se ha de hacer desde abajo hacia arriba, con la implicaci¨®n directa de los ciudadanos, potenciando la figura del consumidor socialmente responsable.
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