Un tripartito contra ¡°el tripartito¡±
La expectativa electoral adversa fuerza al PP a considerar alianzas Los populares criminalizan la opci¨®n de los partidos de izquierda
A falta de agua, el fuego tambi¨¦n se combate con fuego. Las expectativas electorales no resultan nada atractivas para el Partido Popular valenciano y con el transcurso del tiempo empeoran. Tras 19 a?os en el Palau de la Generalitat y con la parrilla de la crisis al rojo vivo, la prospectiva demosc¨®pica pasa factura a los incontables casos de corrupci¨®n, a los excesos cometidos y a los radicales ajustes aplicados tras la extenuaci¨®n de las arcas.
El ¨²ltimo sondeo de Metroscopia sobre la intenci¨®n de voto en la Comunidad Valenciana para EL PA?S, publicado el pasado 9 de octubre, ratificaba con creces el vuelco electoral aflorado en 2012. El estado de opini¨®n de los valencianos ha consolidado la necesidad de un cambio. Los 44 esca?os que obtendr¨ªa el PP en las Cortes Valencianas quedan muy lejos de los 55 que ostenta. Incluso de los 50 que otorgan la mayor¨ªa absoluta. Adem¨¢s, el PP no podr¨ªa formar gobierno ni con el apoyo de Uni¨®n Progreso y Democracia (UPyD), que entrar¨ªa en las Cortes Valencianas con grupo parlamentario propio (cinco diputados), frente a la posible alianza del PSPV, que obtendr¨ªa 27 esca?os, EU y Comprom¨ªs, que lograr¨ªan 13 cada uno.
Pero a medida que la legislatura se adentra en su tramo final (mayo del 2015) y se intensifican los problemas financieros de la Generalitat sin que la proclamada recuperaci¨®n se sustancie en las econom¨ªas familiares, el p¨¢nico en el partido es mayor. ¡°Nuestras encuestas todav¨ªa son peores [que la de Metroscopia]¡±, admite un alto cargo del PP, ¡°y a¨²n no contemplan el impacto de los l¨ªos judiciales pendientes para este nuevo a?o [casos Cooperaci¨®n, Fitur, G¨¹rtel, Brugal...]¡±.
Desde que el PP percibi¨® que se mov¨ªa el suelo bajo sus pies y que los partidos de izquierda ten¨ªan al alcance de la mano la formaci¨®n de gobierno mediante una alianza, en el Palau de la Generalitat y la calle Quart (principal sede del partido en la Comunidad Valenciana) se puso en marcha una voraz campa?a de desgaste contra este hipot¨¦tico pacto a tres bandas. El argumentario, y los medios de comunicaci¨®n que lo siguen a pies juntillas, se han ocupado de cargar de sustantividad negativa el vocablo ¡°tripartito¡± en las declaraciones y los titulares. Y de saturarlo de azufre hasta su criminalizaci¨®n.
El concepto ¡°tripartito¡± reun¨ªa, adem¨¢s de la problem¨¢tica experiencia de la f¨®rmula llevada a cabo en Catalu?a tras la firma del Pacte del Tinell en 2003 (luego extendida en 2006 al Govern d¡¯Entesa), una connotaci¨®n de catalanidad cuyo potencial erosivo siempre le ha funcionado muy bien al PP valenciano. Se un¨ªa una estrepitosa praxis pol¨ªtica al fantasma catal¨¢n y el PP mataba dos p¨¢jaros de un tiro. Este ha sido su discurso oficial hasta la pasada semana, cuando el vicepresidente del Consell y presidente del PP alicantino, Jos¨¦ Ciscar, tendi¨® la mano a UPyD y Ciutadans frente a ¡°un tripartito radical y de izquierdas¡±, una alianza que, sin embargo, conformar¨ªa otro ¡°tripartito¡±, aunque, a diferencia del anterior, en palabras del vicepresidente, aceptar¨ªa ¡°postulados¡± de ¡°defender siempre el inter¨¦s de la Comunidad Valenciana¡±.
Ciscar abre una puerta a pactos electorales que Fabra no cierra
En esta entrevista concedida a Efe, Ciscar establec¨ªa un antes y un despu¨¦s. Exteriorizaba la situaci¨®n de vulnerabilidad en la que se halla su partido y que las encuestas que manejan tanto el Gobierno valenciano como el PP refrendan desde hace tiempo. Pese a no moverse de la posici¨®n de que ¡°el PP es la ¨²nica alternativa¡±, admit¨ªa que ¡°el partido estar¨ªa dispuesto a pactar con cualquier formaci¨®n, siempre que se tenga claro cu¨¢l es el inter¨¦s general de la Comunidad Valenciana y qu¨¦ es lo que quieren los valencianos¡±. Es decir, pon¨ªa en evidencia la necesidad.
La desesperaci¨®n que transmiti¨® el vicepresidente del Consell era incluso mayor si se considera que las formaciones que integrar¨ªan este tripartito de derechas est¨¢n todav¨ªa por coagular. Si bien es cierto que las expectativas de la extraparlamentaria UPyD son firmes en los sondeos (adem¨¢s ha aumentado en un 45% su afiliaci¨®n en la Comunidad Valenciana desde 2010), la plataforma Movimiento Ciudadano, liderada por el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, todav¨ªa est¨¢ explorando v¨ªas para presentar la candidatura para las auton¨®micas y municipales de 2015.
Castellano matiza que el escenario del partido es la mayor¨ªa absoluta
Pero m¨¢s all¨¢ de las afinidades obvias con las formaciones a las que abre la puerta Ciscar, existen no pocas barreras de naturaleza, discurso y sistema en este nuevo tripartito, en el que el lastre de la corrupci¨®n que arrastra el PP y el temor a la fagocitaci¨®n de UPyD y Ciutadans (tras la can¨ªbal experiencia de Uni¨®n Valenciana) se imponen como factores determinantes. Adem¨¢s, UPyD ha fijado posiciones poco compatibles con el PP, como en el caso del cierre de R¨¤dio Televisi¨® Valenciana (RTVV), en el que firm¨® una iniciativa legislativa con otros cuatro partidos en el Congreso de los Diputados para mantener las emisiones.
Pero la angustia del PP por alcanzar pactos con estas formaciones, una puerta que no cerr¨® el propio Alberto Fabra el viernes en su comparecencia tras el pleno del Consell, no aporta ning¨²n beneficio a la deteriorada marca del partido. El secretario general del PP valenciano, Seraf¨ªn Castellano, que considera el tripartito de izquierdas ¡°una amenaza para la Comunidad¡±, ha desplegado su repertorio de matices insistiendo en que el escenario en el que trabaja, en una coyuntura en la que ¡°salen partidos a los que no se conoce ning¨²n proyecto que vender¡±, es el de ¡°revalidar la mayor¨ªa absoluta¡±. Aunque, llegado el caso, ¡°el PP es un partido de di¨¢logo y de consenso¡±, como afirm¨® este s¨¢bado en una entrevista concedida a Efe.
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