¡°Sin apoyo nacional, la difusi¨®n es m¨¢s dif¨ªcil¡±

Ella era una ni?a de seis a?os cuando su t¨ªo abuelo, ¡°con alma y esp¨ªritu de un ni?o¡±, muri¨® en Puerto Rico. Carmen Hern¨¢ndez-Pinz¨®n (Sevilla, 1952) es la representante de los herederos del Nobel de Literatura Juan Ram¨®n Jim¨¦nez y este a?o est¨¢ de enhorabuena. La celebraci¨®n del centenario de la publicaci¨®n de Platero y yo es un hito para el legado del autor. Como dice su sobrina nieta, que ha recibido la Medalla de Andaluc¨ªa por la difusi¨®n de su trabajo, ¡°hay que seguir d¨¢ndole relieve en el ¨¢mbito mundial¡±.

Pregunta. ?Qu¨¦ supone esta celebraci¨®n?

Respuesta. Es muy importante que se conozca la tremenda dimensi¨®n de su obra. Platero y yo es junto a la Biblia y El Quijote uno de los libros traducidos a m¨¢s idiomas del mundo. Y en pa¨ªses como Latinoam¨¦rica es de lectura obligatoria, est¨¢ traducido incluso al guaran¨ª.

P. ?En Espa?a no es de lectura obligatoria?

R. Aqu¨ª no, normalmente solo se estudia su figura como poeta. Aunque por otro lado hay que reconocer la gran labor an¨®nima de los profesores andaluces que desde peque?os pueblos escondidos ense?an su obra a?o tras a?o en las escuelas.

P. ?Y qu¨¦ difusi¨®n internacional se espera del evento?

R. Nos gustar¨ªa que fuera la m¨¢xima, pero no tenemos de momento ning¨²n apoyo de las instituciones culturales nacionales y ellas son las que nos pueden dar m¨¢s visibilidad hacia el exterior, sin ellas lo tenemos m¨¢s dif¨ªcil. En el ¨¢mbito local, en cambio, se cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Moguer, la Diputaci¨®n, las Universidades y profesionales y vecinos que aportan lo que pueden con cari?o.

P. ?Qu¨¦ le piden a las instituciones nacionales?

R. No pedimos dinero, es m¨¢s que nada apoyo en la gesti¨®n de la difusi¨®n. Tampoco Juan Ram¨®n era una persona de sofisticaciones, era m¨¢s de cosas sencillas. Por nuestra parte ya tenemos material, hay reproducciones de libros, ilustraciones... lo que har¨ªa falta ser¨ªa que se movieran estos recursos. Pero no hemos tenido respuesta ni del Ministerio de Cultura, ni del Instituto Cervantes, ni de Acci¨®n Cultural Espa?ola.

¡°Platero y yo¡¯ es uno de los libros m¨¢s traducidos del mundo¡±

P. ?C¨®mo va la financiaci¨®n de la Fundaci¨®n Zenobia-Juan Ram¨®n Jim¨¦nez?

R. Es peque?a por los tiempos que corren. El a?o pasado incluso se temi¨® que se cerrara la Casa Museo Zenobia-Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, pero se salv¨® por los esfuerzos municipales y el sacrificio de sus trabajadores, que se bajaron el sueldo. Adem¨¢s, en diciembre se ha reabierto su casa natal, que se cerr¨® por la crisis. Y tambi¨¦n est¨¢ aprobada la C¨¢tedra Juan Ram¨®n Jim¨¦nez con la que colabora la Diputaci¨®n de Huelva, a pesar del recorte brutal que ha sufrido.

P. ?C¨®mo ser¨¢ el congreso internacional?

R. Se celebrar¨¢ en noviembre, aunque quedan cosas por cerrar. Lo destacable es que por cuesti¨®n de presupuesto, la Universidad Internacional de Andaluc¨ªa y la Universidad de Huelva se han unido para traer a personas de fuera y hacer actividades que se vayan alternando en las dos universidades.

P. Dec¨ªa que Juan Ram¨®n era una persona sencilla...

R. S¨ª, era austero. No le gustaban las grandes cuestiones. Prefer¨ªa pocas cosas y bien hechas. Parte de este evento se est¨¢ haciendo con aportaciones sencillas de la gente del pueblo. Incluso los freseros de la zona, que normalmente no est¨¢n vinculados a temas culturales, han financiado el dise?o del logo para la celebraci¨®n. Y los profesores est¨¢n haciendo actividades con los ni?os. Con buena voluntad se consiguen las cosas.

P. ?Los ni?os ser¨¢n protagonistas en la celebraci¨®n?

R. Nunca se public¨® esta obra para ni?os, pero el esp¨ªritu de Platero es cercano al de un ni?o. Y el de Juan Ram¨®n tambi¨¦n. ?l nunca perdi¨® la capacidad de asombrarse, de encontrar en lo diario algo nuevo. Se sent¨ªa feliz alrededor de los ni?os, de hecho, falleci¨® porque uno de ellos le contagi¨® una gripe.

P. ?Qu¨¦ quedar¨ªa por hacer con la obra de Juan Ram¨®n?

R. Much¨ªsimo, su archivo guarda 300.000 documentos. Pero ser¨ªa bonito que hubiese una edici¨®n con todas las ¨²ltimas correcciones que Juan Ram¨®n le hizo a Platero y yo. ?l, aun terminadas y publicadas las obras, segu¨ªa corrigiendo los textos. Aunque no lo llamaba correcci¨®n, conceb¨ªa cada cambio como un elemento que hac¨ªa revivir al texto. Y a todos los revivi¨®.