Los hospitales p¨²blicos ofrecen desde 2010 menos opciones para abortar

Galicia ha ido dando pasos atr¨¢s en la pr¨¢ctica de los derechos que recoge la actual ley del aborto. En el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) hace cuatro a?os que dejaron de realizarse interrupciones voluntarias de embarazos de m¨¢s de 14 semanas. La Conseller¨ªa de Sanidade, presidida entonces por Pilar Farjas, no lleg¨® a acuerdo con el personal de matronas y enfermer¨ªa respecto al pago de las horas de una intervenci¨®n quir¨²rgica larga y estos sanitarios renunciaron a prestar el servicio p¨²blico. Desde entonces, la pr¨¢ctica de abortos de las ourensanas de nueve a 14 semanas de gestaci¨®n se deriva a cl¨ªnicas concertadas, fundamentalmente de Vigo y las de entre 14 y 22 semanas (b¨¢sicamente malformaciones gen¨¦ticas), a Madrid. En el Complexo Hospitalario Universitario de A Coru?a (CHUAC) no se practica ning¨²n aborto: los m¨¦dicos que hace cinco a?os hac¨ªan interrupciones de embarazo se han declarado objetores y derivan a las mujeres ahora a cl¨ªnicas privadas.

Hasta 2009 en Ourense se hac¨ªan interrupciones de embarazos de hasta 22 semanas y en el CHUAC, solo las relacionadas con malformaciones fetales. Los ginec¨®logos de A Coru?a se declararon siempre objetores en los casos de decisi¨®n libre de la madre (hasta las 14 semanas). Los gobiernos del PP presididos por Alberto N¨²?ez Feij¨®o no han puesto obst¨¢culos a la pr¨¢ctica legal del aborto, pero, seg¨²n coinciden en afirmar profesionales consultados por este diario, ¡°desmotivaron al personal sanitario¡±.

El ginec¨®logo ourensano Jos¨¦ Luis Doval (pionero en la pr¨¢ctica de abortos en Galicia en hospitales p¨²blicos) sostiene que el Gobierno gallego ha respetado la ley y atribuye el retroceso del ¨²ltimo lustro tanto a la falta de inter¨¦s de esta Administraci¨®n y de los gerentes hospitalarios como a la de los profesionales. ¡°En Galicia la pr¨¢ctica del aborto es muy dif¨ªcil de manejar, nunca se asumi¨® como una asistencia sanitaria, sino como una cuesti¨®n ideol¨®gica y muchos m¨¦dicos ten¨ªan miedo a ser se?alados¡±, explica Doval el alto ¨ªndice de objeci¨®n. En su opini¨®n, la renuncia a esa objeci¨®n durante el bipartito se debi¨® al ¡°empe?o¡± de aquel gobierno, ¡°para el que era prioritaria esta cuesti¨®n¡±, en que los abortos se realizaran en la red p¨²blica. Doval cree que la ¡°ausencia de motivaci¨®n¡± de los profesionales provoc¨® que en los lugares en los que no hab¨ªa gran inter¨¦s profesional, se viniera abajo la estructura.

La desmotivaci¨®n lleg¨® por varios frentes. A la merma de los apoyos a los profesionales ¡ªel bipartito lleg¨® a ofrecer compensaciones econ¨®micas¡ª se sum¨®, en 2011, la Ley de Apoyo a la Familia y a la Convivencia promovida por el PP que dej¨® en manos de la asociaci¨®n antiabortista Red Madre (vinculada al ultracat¨®lico Foro Espa?ol de la Familia) el asesoramiento a las mujeres embarazadas. La Ley de la Familia concedi¨® al feto personalidad jur¨ªdica de facto: lo consider¨® un miembro de la unidad familiar a tener en cuenta a la hora de conceder subvenciones p¨²blicas. En la presentaci¨®n del anteproyecto, la conselleira de Benestar, Beatriz Mato, adelant¨® que la norma ten¨ªa la vocaci¨®n de proteger la maternidad y que preve¨ªa, ¡°sin limitar ni entrar en colisi¨®n¡± con la ley de plazos vigente, actuaciones encaminadas a ayudar e informar a las mujeres c¨®mo seguir adelante con su embarazo.

Por su parte, la conselleira de Sanidade, entonces Pilar Farjas, se opuso al cumplimiento de la orden gubernamental que obligaba a las comunidades a incluir en un sobre informativo datos relativos a la ampliaci¨®n de los supuestos del aborto y relacionados con las posibilidades de acceso a la asistencia sanitaria para las mujeres que quer¨ªan interrumpir sus embarazos. La conselleira precis¨® entonces que no incluir¨ªa ninguna informaci¨®n a la facilitada por el ministerio. La secretaria de Estado de Igualdad durante la ¨²ltima etapa del Gobierno de Zapatero, Laura Seara, alert¨® entonces de que la Xunta realizaba una estrategia de insumisi¨®n encubierta a la ley del aborto.

¡°La Xunta no ha puesto una sola traba en estos ¨²ltimos cinco a?os para el cumplimiento de la ley del aborto, pero s¨ª hubo desmotivaci¨®n, un abandono del impulso anterior, que acab¨® repercutiendo en menos facilidades para las mujeres¡±, sostiene tambi¨¦n la trabajadora social del Centro de Orientaci¨®n Familiar (COF) de Ourense, Celsa Perdiz. En su opini¨®n, la labor encomendada a la Red Madre ¡°pese a que no lleg¨® a desarrollarse, supuso un paso atr¨¢s¡±. Perdiz considera ¡°ins¨®lito¡± que la Conseller¨ªa de Sanidade haya mantenido hasta ahora colgadas en la intranet de su p¨¢gina web ¡ªa la que acceden los trabajadores sanitarios¡ª los postulados de la Fundaci¨®n Red Madre sobre la salud sexual y reproductiva de las mujeres.

No ha habido impedimentos, pero las mujeres tienen menos opciones de someterse a las interrupciones voluntarias de sus embarazos cerca de casa y menos informaci¨®n. Cuando lleg¨® Feij¨®o al poder, todos los hospitales p¨²blicos practicaban abortos; ahora ya no . ¡°Las mujeres en ese proceso no est¨¢n para tonter¨ªas. ?Qu¨¦ embarazada de m¨¢s de 14 semanas que va a someterse a un aborto de un hijo deseado (la mayor¨ªa de los casos de malformaciones gen¨¦ticas) puede querer ir a Madrid? Es muy duro, por eso hubo gran inter¨¦s desde el bipartito en estimular a los profesionales para que practicaran los abortos en la red p¨²blica gallega: algunos lo hac¨ªan en la privada¡±, explica un t¨¦cnico de Sanidade que trabaj¨® con el bipartito. ¡°Se consigui¨® implicaci¨®n de m¨¦dicos de todos los hospitales gallegos, muchos de los que ahora se han echado atr¨¢s¡±.

En el hospital de Ourense el n¨²mero de ginec¨®logos que realizan abortos es el mismo que durante el Gobierno de PSOE y BNG: tres. Pero el ¨²nico que se mantiene fijo es Doval. Hasta hace cuatro a?os practicaba interrupciones de embarazos de hasta 22 semanas; desde entonces (con la retirada del personal de enfermer¨ªa por el desacuerdo econ¨®mico con Sanidade) solo realiza los de hasta 14 semanas de gestaci¨®n. Si se aprueba la reforma que promueve el Gobierno de Rajoy, que anula la opci¨®n de libre decisi¨®n de la madre en embarazos de menos de 14 semanas, no har¨¢ ya ninguno. Ni ¨¦l ni nadie.