Una iglesia abierta al arte urbano
El colegio Virgen de Atocha colabora con el centro alternativo Neomud¨¦jar para integrar sus creaciones en el complejo
La escena tiene lugar en una antigua nave de la estaci¨®n de Atocha. Las manos est¨¢n sobre una peque?a estufa, mientras un fraile habla con artistas de arte callejero en el interior de un gran tubo, como los que se usan en las zonas de acceso a las pistas de esqu¨ª. El padre dominico Xabier G¨®mez est¨¢ sentado en el centro de los 1.600 metros cuadrados de esta antigua escuela de ferroviarios, convertida desde el a?o pasado en un centro de arte contempor¨¢neo llamado Neomud¨¦jar. Junto con sus dos comisarios, N¨¦stor Prieto y Francisco Brives, G¨®mez organiza ¡°una apuesta arriesgada¡±. Nada menos que abrir el complejo de la tradicional Bas¨ªlica de Nuestra Se?ora de Atocha ¡ªdonde don Felipe y do?a Leticia presentaron a sus hijos a la Virgen¡ª al street art, ese fen¨®meno urbano frecuentemente ilegal que se realiza con sprays?en las calles.
La idea del fraile dominico es exponer arte urbano en el patio del colegio Virgen de Atocha y, por qu¨¦ no, en las estrechas paredes de la torre-campanario normalmente cerrada al p¨²blico. Si no puede ser, le gustar¨ªa usar sus fachadas para hacer v¨ªdeo mapping o proyecci¨®n de imagen y v¨ªdeo sobre edificios.
Un masaje a cuatro manos sobre el hambre
"Un masaje a cuatro manos para tratar un tema comprometido y de lamentable actualidad, el hambre". As¨ª describen su nueva muestra los dos artistas de arte callejero, Dr. Homes y Ze Carri¨®n, que van a intervenir en abril en el hist¨®rico sitio de la Bas¨ªlica de Nuestra Se?ora de Atocha. Mientras acuerdan con el padre Xabier los detalles de su futuro proyecto de arte urbano, estrenan en el centro de arte contempor¨¢neo Neomud¨¦jar su muestra Hambre, hasta el 23 de febrero, que tambi¨¦n refleja la problem¨¢tica social y callejera.
Retrataron con sprays, al estilo street art, la delgadez extrema o los ni?os que gritan por carecer de leche, pero tambi¨¦n la otra cara; exceso. Pintaron una pareja obesa reci¨¦n casada, ella con una corona del Burger King, abriendo la boca pidiendo m¨¢s y una especie de Buda enorme, a punto de explotar, que se masturba el est¨®mago.
La fuerza de las im¨¢genes est¨¢ amplificada por su tama?o: el mural principal se extiende sobre 15 metros. Pero no se trata de perder las sutilezas del mensaje, tambi¨¦n pintan el hambre espiritual, el hambre de fama o el hambre de justicia.
Si bien el objetivo es universalizar el mensaje, nunca olvidan la realidad de las calles de Madrid, donde dejaron numerosos grafitis. Se inspiraron para pintar una de las obras en un mendigo del barrio, sin un brazo, que suele pedir dinero con un vaso de pl¨¢stico en la boca. Los artistas recrearon, bajo la pintura, el entorno habitual del hombre: los cartones.
Vanguardias y periferias se llama el montaje que tendr¨¢ lugar del 28 de abril al 1 de junio y que refleja la preocupaci¨®n com¨²n de los artistas y el dominico: crear un espacio de encuentro, cercan¨ªa e integraci¨®n. Dicen que estos valores positivos est¨¢n ¡°arrinconados¡± en la sociedad actual y que el arte puede ayudar a devolverlos a un lugar privilegiado.
¡°El Papa dijo que hab¨ªa que mancharse las manos¡±, se r¨ªe este religioso que viste vaqueros. Y efectivamente trabajan duro nueve artistas para crear un recorrido por entre los monumentos religiosos, la escuela, el pante¨®n y el centro de arte, separados solamente unos metros.
Dos artistas urbanos, Dr. Homes y Ze Carri¨®n, pintar¨¢n la b¨®veda cubierta del patio del colegio que acoge el sitio hist¨®rico de la bas¨ªlica. ¡°Acostados, como Miguel Angel cuando pint¨® el techo de la Capilla Sixtina en el Vaticano¡±, precisa el fraile con una sonrisa.
?C¨®mo explicar a los m¨¢s peque?os este concepto abstracto? Ante la pregunta, el religioso ense?a el collage que se observa a la entrada de la escuela. Un mapa de Am¨¦rica Latina, con la imagen de un pueblo de la selva donde los ni?os carecen de todo, enlazado con un coraz¨®n al mapa de Espa?a. ¡°Acabamos de unir las escuelas con un hermanamiento y explicamos a los alumnos con el arte callejero que la exclusi¨®n es universal, tambi¨¦n pasa en las calles de Madrid¡±, concluye el dominico.
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