El arquitecto que odiaba al MoMA
La retrospectiva sobre Le Corbusier en Caixaforum Barcelona recupera la maqueta de los palacios de los soviets en Mosc¨² que lo enfrent¨® con el museo
La maqueta que el arquitecto francosuizo Charles ?douard Jeanneret-Gris, Le Corbusier (1887-1965), realiz¨® en 1931 con el fin de participar en el concurso para construir los palacios de los soviets en Mosc¨², s¨ªmbolo del incipiente triunfo del comunismo, acab¨®, por el azar de la historia, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). Se la vendi¨® el propio arquitecto en una operaci¨®n que acab¨® mal, ya que Le Corbusier siempre asegur¨® que el museo no se la hab¨ªa pagado. Por eso, repiti¨® en m¨¢s de una ocasi¨®n que odiaba al MoMA. El tiempo lo cura todo y ha sido este museo neoyorquino quien ha organizado la ¨²ltima gran retrospectiva junto a la Foundation Le Corbusier de Par¨ªs. Le Corbusier. Un atlas de paisajes modernosse centra en su preocupaci¨®n por el paisaje que desarroll¨® a lo largo de seis d¨¦cadas de trabajo, muchos de ellos no realizados.
La conflictiva maqueta ha viajado a Barcelona con otros 214 objetos: dibujos, fotograf¨ªas, cuadernos de viaje, pinturas, esculturas, muebles, maquetas, sus incontables planos ¡ªmuchos de ellos nunca expuestos¡ª y los multicolores croquis a mano alzada que realizaba en rollos de papel durante las conferencias que realizaba por medio mundo, en las que intentaba convencer al p¨²blico de la validez de sus planteamientos. Un papel que luego se llevaba a casa y que por eso se puede exponer ahora.
La exposici¨®n repasa la trayectoria de esta figura clave, influyente y pol¨¦mica de la arquitectura del siglo?XX, donde queda patente que tambi¨¦n fue urbanista, pintor, dise?ador de interiores, escritor, fot¨®grafo y aficionado al cine.
Le Corbusier trabaj¨® en toda su vida en unos 400 proyectos arquitect¨®nicos, construy¨® 75 edificios en una docena de pa¨ªses, en todos los continentes excepto Ocean¨ªa, y public¨® unos 40 libros. Muchos de ellos han quedado como manifiestos arquitect¨®nicos.
Comisariada por uno de los m¨¢ximos especialista en el arquitecto, Jean-Louis Cohen, la muestra es un viaje que recorre los lugares donde vivi¨®, en los que dibuj¨®, dise?¨® o lleg¨® a construir: desde las monta?as suizas del Jura donde naci¨®, hasta India, pasando por R¨ªo de Janeiro, Mosc¨², Nueva York, Par¨ªs, Barcelona, Argelia y otras orillas del mar Mediterr¨¢neo, como la Costa Azul donde muri¨® en 1965.
Est¨¢ representado el primer trazo de su teor¨ªa de ¡°la ley del meandro¡±, que descubri¨® en uno de sus m¨²ltiples vuelos sobre Brasil; los dibujos realizados en Chicago donde habl¨® de la ciudad-jard¨ªn vertical que 10 a?os m¨¢s tarde levant¨® en Marsella y alguna de sus propuestas m¨¢s radicales, como la de arrasar Par¨ªs. Bueno, solo sus viviendas, sobre las que construir¨ªa rascacielos de cristal que dialogaban con los monumentos, los ¨²nicos que dan personalidad a la ciudad.
Tambi¨¦n se detiene la exposici¨®n en sus planes para Barcelona. Se expone el enorme diorama, un gouache en papel, conservado en el Colegio de Arquitectos de Catalu?a que realiz¨® en 1933, dentro del llamado Plan Maci¨¤ y en el que, una vez m¨¢s, pensaba cargarse parte de la ciudad antigua. Impresionante. ¡°Estos proyectos son cuestionables, pero lo que permanece despu¨¦s de los a?os es la actitud. La actitud de hablar del mundo desde la arquitectura¡±, explic¨® el comisario.
Tambi¨¦n se puede ver el proyecto Una casa, un ¨¢rbol que realiz¨® para la ciudad de Barcelona, tras recibir las cr¨ªticas de otro arquitecto, Josep Llu¨ªs Sert de no entender la idiosincrasia barcelonesa. Seg¨²n dibuj¨®, el arquitecto pens¨® en manzanas de 400 por 400 metros en la que se establec¨ªa una relaci¨®n ¨ªntima entre los bloques de viviendas, las avenidas arboladas y las plazoletas que conformaban las manzanas.
La exposici¨®n re¨²ne 215 dibujos, muebles, fotograf¨ªas, planos y cuadernos de viaje
Al final de su carrera consigui¨® muchos de sus objetivos, como construir cuatro unidades habitacionales en Francia y otra en Berl¨ªn, tambi¨¦n su ¨²nico edificio en Estados Unidos, en la Universidad de Harvard, tras el fracaso que represent¨® el que la autor¨ªa del nuevo edificio de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas de Nueva York se atribuyera solo a Oscar Niemeyer y se negara su participaci¨®n ¡ªpese a su esfuerzo por demostrar con collages y fotograf¨ªas lo contrario¡ª. Una de cal y otra de arena. En 1950 consigui¨® el proyecto de concebir una ciudad entera cuando le propusieron levantar Chandigarth, la nueva capital del estado del Panyab, al norte de la India; una ciudad que ha acabado convertida en el paradigma de de la nueva po¨¦tica del hormig¨®n visto.
De este momento es tambi¨¦n su construcci¨®n m¨¢s famosa: la capilla de Notre Dame du Haut en Ronchamp, Francia, donde consigui¨® la comuni¨®n entre el edificio y su paisaje.
Durante el recorrido se pueden ver las fotograf¨ªas del brit¨¢nico Richard Pare que durante dos a?os ha revisitado la obra construida por Le Corbusier en todo el mundo, viendo su actual estado y uso, dando a conocer una nueva visi¨®n de todos ellos, su encaje con el entorno y las vistas del paisaje que enmarca el edificio.
La exposici¨®n en Caixaforum reproduce, como si fuera un Ikea vintage, y a tama?o original, cuatro estancias creadas por Le Corbusier, con el mobiliario original, alguno creados por ¨¦l mismo, como un vetusto escritorio realizado para su madre Maria Carlota en 1915. Desde una de las estancias que creara para sus padres en la Maison Blanche; un pabell¨®n para la Villa Church, en Ville d¡¯Avray; la unidad de habitaci¨®n de Marsella y su ¨²ltima caba?a de Roquebrune-Cap-Martin, situada junto a la Costa Azul, donde pas¨® los ¨²ltimos a?os de su vida. Un espacio m¨ªnimo realizado en madera: las paredes, techos, suelo y los austeros muebles, en los que el paisaje, por fin, parece tomar el interior del edificio.
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