Cr¨ªmenes subterr¨¢neos
Llega a La Abad¨ªa ¡®El polic¨ªa de las ratas¡¯, un ¡®thriller¡¯ de roedores humanizados que ?lex Rigola ha construido apoyado en el universo po¨¦tico de Roberto Bola?o y en un intenso duelo actoral
Debajo de los pies de la ciudadan¨ªa, en los oscuros, putrefactos y olvidados t¨²neles y alcantarillas, incluso en las peligrosas alcantarillas muertas, usted puede ser v¨ªctima de nuestros depredadores, las serpientes blancas o los caimanes ciegos. Provocan cortes fatales en el cuello y profundas heridas en el lomo. Solo, claro est¨¢, si usted forma parte de nuestro sucio pueblo del subsuelo. Tenga cuidado, porque una ola de cr¨ªmenes est¨¢ acabando con nosotros: las ratas.
Pero hay detectives que investigan estos cr¨ªmenes subterr¨¢neos. Uno de ellos es Pepe el Tira, protagonista ahora de la obra El polic¨ªa de las ratas, y previamente del cuento hom¨®nimo de Roberto Bola?o incluido en la recopilaci¨®n El gaucho insufrible. Hasta el 23 de febrero puede verse en el Teatro de La Abad¨ªa este espect¨¢culo sin piedad que convierte un escenario muy blanco e impoluto en una l¨²gubre cloaca llena del miedo y la desesperanza que acompa?a a un personaje de literatura noir. Todo por obra y gracia de la palabra po¨¦tica de Bola?o, casi desnuda, y el trabajo actoral de los (humanos) Andreu Benito y Joan Carreras bajo la direcci¨®n del (tambi¨¦n humano) ?lex Rigola.
La idea surge de la ¡°relaci¨®n amorosa¡± del director con la obra de Bola?o, no en vano ya hab¨ªa adaptado con anterioridad la monumental novela del chileno 2666 en una no menos monumental obra. ¡°?Por qu¨¦ el regreso y la pasi¨®n por Bola?o?¡±, se pregunta Rigola, ¡°por la calidad y la exquisitez de sus palabras, por su pasado como poeta que le sirve para acabar creando esta magna cantidad de novelas y relatos en los que nunca abandona el territorio po¨¦tico¡±, se responde. ¡°Independientemente de la trama¡±, contin¨²a, ¡°uno siempre puede elegir una p¨¢gina al azar de Bola?o y recrearse en su lectura de la misma forma en que uno se recrea en la poes¨ªa. A m¨ª me produce la misma paz¡±.
Este thriller de roedores humanizados (¡°separarse de los seres humanos funciona muy bien para vernos reflejados¡±, opina el director) se inspira en una obra anterior, Josefina la Cantora o el pueblo de los ratones, de Franz Kafka, (de hecho el protagonista, Pepe el Tira, es sobrino de la kafkiana Josefina) que tambi¨¦n trata de la angustiosa supervivencia de los ratones en sus madrigueras y de la irrupci¨®n del arte y del artista. Y su adaptaci¨®n a escena conserva mucho de lo que ser¨ªa una lectura. ¡°No hab¨ªa ninguna intenci¨®n de convertir este relato al teatro m¨¢s cl¨¢sico, en el que b¨¢sicamente hay personajes dialogando¡±, cuenta Rigola, ¡°quer¨ªamos mantener la narraci¨®n literaria, acercarla al escenario y transmitir esa belleza, todo lo que le produce la lectura al espectador. La suma de la calidad del relato y el saber hacer de los actores hizo que yo solo tuviera que separarme un poco y dejar que todo fluyera¡±.
Y aunque la obra est¨¦ muy cerca de la lectura, ¡°y parezca que los actores no hacen nada y apenas se le levanten de la silla, el trabajo actoral es muy fuerte, lleno de trabas, de tal manera que cada vez que voy a verlos al camerino despu¨¦s de la funci¨®n, est¨¢n agotados¡±, explica Rigola. Los cambios en el texto original son m¨ªnimos, tal vez el m¨¢s notorio sea dividir al narrador original en diferentes voces que se entrecruzan sobre el escenario dando dinamismo a la funci¨®n.
Al final, El Polic¨ªa de las ratas que, producida por Heartbreak Hotel y el Teatre Lliure, se gest¨® en la Schaub¨¹hne de Berl¨ªn, se estren¨® en la pasada Bienal de Venecia y viene de representarse en Barcelona, trata de lo individual, de lo raro, de lo diferente que existe junto a lo colectivo. ¡°Es siempre en la diferencia donde una sociedad avanza¡±, opina Rigola, ¡°no en la repetici¨®n continua sino cuando alguien para y decide tomar otro camino. Muchos caen, pero hay algunos que encuentran, y esto se da en todos los campos: no solo en el cultural y art¨ªstico, sino tambi¨¦n en el cient¨ªfico, el pol¨ªtico o el social¡±.
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