Fallece Carlos Par¨ªs, pensador marxista y presidente del Ateneo de Madrid
El pasado verano inici¨® su cuarto mandato al frente de la entidad cultural m¨¢s veterana de la ciudad, muy afectada por la crisis
El pensador Carlos Par¨ªs (Bilbao, 1925) ha muerto hoy viernes 31 de enero en una cl¨ªnica madrile?a, aquejado de una neumon¨ªa. En su cuarto mandato por elecci¨®n, presid¨ªa el Ateneo Art¨ªstico, Cient¨ªfico y Literario de Madrid, la instituci¨®n cultural m¨¢s veterana de la ciudad y una de las decanas de Espa?a. En la sede de la calle del Prado 21, ser¨¢ colocado un pliego de firmas para rubricar las condolencias y este domingo quedar¨¢ instalada su capilla ardiente.
De natural observador y talante reflexivo, caracterizado seg¨²n sus allegados por una singular serenidad introspectiva, Carlos Par¨ªs supo simultanear tal atributo con actitudes batalladoras, aventureras y literarias propulsadas por un vigoroso impulso hacia el saber, se?aladamente el filos¨®fico. Tal empuje, seg¨²n manifestaba recientemente a este diario con una sonrisa, ¡°comenz¨® cuando, siendo ni?o en Valladolid, en el colegio de religiosos donde estudiaba, me encomendaron escribir una redacci¨®n; el sacerdote coment¨® lo escrito por un compa?ero de quien dijo que su redacci¨®n era la de un poeta y de la m¨ªa asegur¨® que se trataba m¨¢s bien la de un fil¨®sofo¡±. Y a?ad¨ªa: ¡°A partir de entonces, comenzaron a llamarme as¨ª, ¡°el fil¨®sofo¡±; aquel apodo orient¨® mi afici¨®n por las cosas del conocimiento¡±. Carlos Par¨ªs se defin¨ªa a s¨ª mismo como ¡°un animal te¨®rico para el que la filosof¨ªa es, ha sido y ser¨¢ el ejercicio m¨¢s puro del pensamiento¡±.
Una tr¨ªada de j¨®venes pensadores
Nacido en Bilbao en una familia con tres hijas mayores y un var¨®n, su padre fue empleado del Banco Hispano Americano -¡°que nunca se hizo rico¡±, apuntaba- y su madre, una mujer con valores religiosos muy enraizados. Alumno de distintos colegios religiosos de La Rioja y Valladolid, cuando contaba apenas con 16 a?os, la muerte de su padre la acarre¨® una crisis existencial con derivaciones religiosas. La guerra civil la pas¨® en Valladolid y al finalizar la contienda, ya en Madrid, comenz¨® la carrera de Filosof¨ªa y Letras. Desde el arranque de sus estudios universitarios trab¨® amistad con dos personas desde entonces muy vinculadas a su vida: Miguel S¨¢nchez Ferlosio, hijo del ef¨ªmero ministro de Franco, Rafael S¨¢nchez-Mazas ¨C¨¦ste se sent¨® en el Gabinete apenas unas horas- y con Francisco P¨¦rez Navarro. Fruto de aquella amistad fue el trueque mutuo de saberes y sensibilidades entre unos y otros ya que Miguel se orientaba hacia los estudios de la L¨®gica Formal, Navarro hacia los de las Ciencias emp¨ªricas y Carlos Par¨ªs hacia la Filosof¨ªa, aunque ¨¦l simultane¨® su vocaci¨®n filos¨®fica con un inter¨¦s permanente por las cuestiones cient¨ªfico-t¨¦cnicas, lo cual le encaminar¨ªa hacia la Filosof¨ªa de la Ciencia y, m¨¢s adelante, hacia la Filosof¨ªa Moral y la Ecolog¨ªa.
Era la ¨¦poca de la difusi¨®n de la teor¨ªa de la relatividad y de las leyes de la termodin¨¢mica, del surgimiento de la microf¨ªsica, de un aluvi¨®n de conocimientos cient¨ªficos que encandilaron la imaginaci¨®n creadora de los tres j¨®venes pensadores. Con S¨¢nchez Ferlosio, Carlos Par¨ªs dirigir¨ªa en 1953 la revista ¡°Theor¨ªa¡±. De sus maestros record¨® sobre todo a Santiago Montero Alonso, por su empuje intelectual, y a un sacerdote, el padre Mind¨¢n, a quien defin¨ªa como ¡°persona propiciadora, que volcaba su sabidur¨ªa y su afecto sobre sus alumnos¡±. Sin embargo, Par¨ªs tildaba los estudios de Filosof¨ªa bajo el franquismo como ¡°desastrosos¡±. Y matizaba: ¡°Era el reino de la Escol¨¢stica¡±, se lamentaba a prop¨®sito del sesgo dogm¨¢tico con el que se impart¨ªan tales disciplinas desde las c¨¢tedras franquistas. En Madrid Carlos Par¨ªs culmin¨® pronto sus estudios y obtuvo por oposici¨®n una plaza como adjunto a la c¨¢tedra de Fundamentos de Filosof¨ªa en la Universidad de Santiago de Compostela.
Aviador en Santiago, minero en Palencia
All¨ª, su pasi¨®n por la ciencia y la t¨¦cnica le hizo perge?ar la idea de hacerse aviador, prop¨®sito que consigui¨® que en el aeropuerto de Santiago de Compostela, donde obtuvo su carnet de piloto civil: en una pared de su casa de la madrile?a calle de Magdalena, una caricatura suya en la que aparece subido a una avioneta azul recuerda aquella peque?a gesta del que ha sido, con certeza, el ¨²nico fil¨®sofo espa?ol con el t¨ªtulo de aviador. Bajo aquel impulso experimentador, decidi¨® consagrar un verano completo al trabajo en las minas de hulla de la localidad norte?a de Barruelo de Santull¨¢n, donde entr¨® en contacto directo con las condiciones de trabajo que escarnec¨ªan la vida de los mineros bajo el r¨¦gimen franquista, cuya toma de conciencia estallar¨ªa en el comienzo de la d¨¦cada de 1960 con potentes movimientos huelgu¨ªsticos, duramente reprimidos por la polic¨ªa y seguidos de gravosos juicios.
Compromiso marxista
Ya a trav¨¦s de sus estudios, Carlos Par¨ªs hab¨ªa comenzado a madurar las convicciones sociales y pol¨ªticas que, desde entonces, en clave marxista, mantendr¨ªa hasta su muerte. Durante algunos a?os form¨® parte del Comit¨¦ Central del Partido Comunista de Espa?a, donde se desempe?¨® en tareas de direcci¨®n de la lucha cultural y del trabajo intelectual.
¡°Permaneci¨® entregado a una causa siempre fiel a sus ideales comunistas, que nunca neg¨® y defendi¨® en las peores circunstancias¡±, dice de ¨¦l el pensador Jos¨¦ Luis Abell¨¢n, catedr¨¢tico de Historia del Pensamiento Espa?ol, que asegura hallarse muy afectado y que le precedi¨® en la presidencia del Ateneo de Madrid. ¡°Ha sido un hombre muy inteligente y leal: en ¨¦l coexist¨ªa, junto a sus poderosas convicciones pol¨ªticas marxistas, una vocaci¨®n cr¨ªtica y un sustrato human¨ªstico que, en el desarrollo de algunos de sus escritos, entraban en contradicci¨®n con alguna de aquellas¡±, se?ala Abell¨¢n.
Los departamentos de Filosof¨ªa de las universidades de Valencia y, por fin, la Aut¨®noma de Madrid, donde llegar¨ªa tambi¨¦n a impartir clases a alumnos de la Facultad de Econ¨®micas de la Universidad Aut¨®noma, establecida en su origen en un palacete del Retiro de Madrid, ser¨ªan sus consecutivos destinos.
Casado con una mujer que muri¨® a los 27 a?os de manera repentina, Carlos Par¨ªs volvi¨® a casarse con Emy Bouza, con la que aseguraba haber sido muy feliz. Pero la tragedia volvi¨® a cebarse con ¨¦l: Emy fue una de las v¨ªctimas del incendio del Hotel Corona de Arag¨®n, acaecido en Zaragoza en 1979. La emoci¨®n surg¨ªa en su semblante cuando evocaba la ternura con la que sus cuatro hijos le envolvieron para mitigar su dolor. ¡°Cuando ya pensaba que mi vida afectiva hab¨ªa terminado, conoc¨ª a Lidia Falc¨®n, me enamor¨¦ de ella y vivimos juntos desde hace m¨¢s de veinte a?os¡± comentaba risue?o. Falc¨®n, letrada, escritora y periodista, es una de las l¨ªderes pol¨ªticas feministas de mayor nombrad¨ªa en Espa?a, donde fue pionera en la defensa activa, en la calle y en los foros, de los derechos de las mujeres.
Carlos Par¨ªs, cr¨ªtico comprometido contra la carrera nuclear, el belicismo y el imperialismo, amigo de Nicaragua y de los pa¨ªses del Tercer Mundo, ha desarrollado su pensamiento en numerosos libros y ensayos, tambi¨¦n en la novela, caracterizados todos ellos, en su diversidad, por una ¡°b¨²squeda incesante de respuestas a las grandes preguntas sobre el ser humano, su entorno social y su destino¡±, afirmaba. Fruto prioritario de su atenci¨®n fueron las herramientas naturales, tecnol¨®gicas y cient¨ªficas de las cuales la Humanidad se ha dotado para organizar la vida y todas sus construcciones te¨®ricas se vieron signadas por un involucramiento profundo en la lucha por la verdad, que su pr¨¢ctica vital le permitieron comprobar que, seg¨²n afirmaba, ¡°resultan inseparable del combate por la justicia y la igualdad: son estos los ideales que quisiera contribuir a estimular desde el Ateneo de Madrid¡±, se?alaba al iniciar su ahora truncado por la muerte cuarto mandato, rubricado con su discurso inaugural, en octubre de 2013, titulado ¡°En la ¨¦poca de la mentira¡±, recuerda Francisco del Barrio, presidente de la Asociaci¨®n ?gora y Secretario Tercero del Ateneo madrile?o.
La direcci¨®n interina del Ateneo ser¨¢ asumida por el Vicepresidente primero, Pedro L¨®pez Arribas, letrado de la Seguridad Social, hasta una nueva e inmediata convocatoria electoral.
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