El topo y el conejo

(Ring, ring, ring¡­)

¡ª Hola topo, ?te pillo bien?

¡ª Hola conejo, todo en orden en esta fuente hermosa.

¡ª Capullo, no hace falta que me digas d¨®nde est¨¢s y adem¨¢s, no me llames conejo. Yo soy un tibur¨®n y esos se van a enterar.

¡ª Lo que tu digas jefe, pero, cuidado, que, de momento, al tiburonet lo tienen entre rejas.

¡ª ?C¨®mo tiburonet? ?Es que te has hecho blavero? Cal dir tauroni.

¡ª S¨ª, jefe, ya lo s¨¦, que yo tengo el mitj¨¤, pero lo dec¨ªa por seguridad.

¡ª Tranqui, que llamo desde una cabina.

¡ª Por cierto jefe, muy bueno lo tuyo del otro d¨ªa, cuando dijiste que te hubiera gustado que la polic¨ªa hubiera grabado todas tus conversaciones.

¡ª A m¨ª a c¨ªnico no me gana nadie. Aunque el catedr¨®n, siempre tan comedido, me dijo que me hab¨ªa pasado, que pod¨ªa sonar a provocaci¨®n, que esos juececillos son profesionales y que no son como un jurado, que se deja impresionar por cualquier golpe de efecto.

¡ª En eso no has tenido la suerte de Petronio, que con el jurado se sali¨® de rositas.

¡ª Cost¨® lo suyo, pero s¨ª, tienes raz¨®n, porque si hubiera sido por el de la toga, le hace un traje de verdad y le mete un puro que te cagas.

¡ª A ese siempre le han gustado los puros, acu¨¦rdate que cuando estaba por aqu¨ª fumaba calique?os. Pero bueno, jefe, ?para qu¨¦ me llamabas?

¡ª Te tengo dicho que no me llames jefe.

¡ª S¨ª, jefe.

¡ª Tu eres idiota.

¡ª S¨ª, jefe.

¡ª A ver, so memo, ?para qu¨¦ te voy a llamar? ?qu¨¦ has encontrado?

¡ª M¨¢s de lo mismo, bueno ahora los yogures son con b¨ªfidos activos.

¡ª ?Y eso de qu¨¦ nos sirve?

¡ª A nosotros no lo s¨¦, pero a ellos les facilita el tr¨¢nsito intestinal.

¡ª Muy gracioso, pero te tengo dicho que no te andes con chorradas. Si te pillan que sea por algo gordo, as¨ª que vete directamente al mogoll¨®n.

¡ª Pero jefe, los pasteles gordos son de cuando tu estabas por aqu¨ª, al ¨²nico que le vamos a joder la digesti¨®n es al elegante boy-scout.

¡ª A ese d¨¦jalo en paz, que ya no pinta nada. Yo lo que quiero es joder al cara de mero, que es el que me ha echado encima a sus perros, como si no tuviera bastante con las hienas de la oposici¨®n.

¡ª Pero Tibu, esos son perros amaestrados, corderitos.

¡ª Me cago en tu estampa, topo, tan corderitos como t¨², gilipollas. Y no me jodas, ah¨®rrate el diminutivo, tibur¨®n a secas.

¡ª S¨ª, Tibur¨®n, gran C¨¦sar, tienes raz¨®n, pero t¨² y el peque?o tibu, tened cuidado con Bruto.

¡ª La verdad es que cuando me giro en el banquillo y veo sus ojeras y su cara de cordero degollado, me da pavor.

¡ª Siempre fue un chivato.

¡ª Pero yo no soy un conejo, soy el gran tibur¨®n, que lo sepa ese cobarde y que lo sepa el cara de mero: si he de morir, morir¨¦ matando. Mientras tanto, topo, sigue buscando.

¡ª S¨ª conejo, perd¨®n, jefe Tibu, gran C¨¦sar¡­ y recuerdos a la se?ora.

¡ª Esa s¨ª que sabe, lo heredar¨¢ todo. Siempre es un consuelo.