La flota se la juega en la tempestad
Patrones y marineros desaf¨ªan las alertas y faenan pese al temporal Las tripulaciones asumen m¨¢s riesgos porque tras el amarre los precios se desploman
Con alerta naranja en toda la fachada atl¨¢ntica, vientos fuerza siete y olas de cinco y seis metros, zarp¨® la pasda semana del puerto de Ribeira el Ventura Paz, uno de los 4.190 barcos de artes menores de la flota gallega, ¡°a salvar el d¨ªa¡±. A bordo, el patr¨®n mayor de la cofrad¨ªa, Jos¨¦ Antonio P¨¦rez y dos hombres m¨¢s. Lo suyo es el palangre pero, como la mayor¨ªa de tripulaciones en esa ma?ana de mar picado y fuertes rachas de noroeste, buscan el abrigo de la r¨ªa para dedicarse al marisqueo. Salvo ¡°dos o tres d¨ªas¡±, llevan todo el invierno as¨ª.Desde el 16 de diciembre, Meteogalicia, el servicio de predicciones de la Xunta, encadena alertas ininterrumpidas por mal tiempo en el litoral. Juan Taboada, uno de sus t¨¦cnicos, confirma que menos ¡°tres o cuatro jornadas de enero¡±, el mar est¨¢ imposible. ¡°No es como en tierra que al d¨ªa siguiente de una tormenta, para el viento y puede salir el sol. En el segundo d¨ªa ah¨ª llega el mar de fondo. Este invierno hemos acumulado muchas borrascas profundas y por eso las alertas amarillas o naranjas han sido continuas¡±.
Hoy est¨¢ decretada de nuevo la alerta naranja, ya que se espera una fuerte borrasca, a la que seguir¨¢ otra ma?ana, con vientos de hasta 120 kil¨®metros por hora. El temporal de las ¨²ltimas horas ha vuelto a causar destrozos en el paseo mar¨ªtimo de A Coru?a, mientras en alta mar las duras condiciones impidieron ayer remolcar al buque Esnaad, con bandera de Emiratos ?rabes Unidos, que el martes qued¨® a la deriva a 38 millas de cabo Ortegal. Desde A Coru?a hasta Santander, la flota de arrastre ha parado esta semana, la pasada y la mayor parte de los d¨ªas de temporal. El sector del cerco, los que van a la sardina o el jurel, tambi¨¦n amarr¨®. Pero embarcaciones m¨¢s peque?as siguen saliendo a jug¨¢rsela para intentar resistir. Fuentes del sector sostienen que solo as¨ª los marineros pueden llegar a los 800 euros mensuales. ¡°Somos como los toreros, pero nosotros nos jugamos la vida a cambio de muy poco¡±, cuenta el patr¨®n mayor de Ribeira, y tim¨®n del Ventura Paz. ¡°Los avisos no nos dan de comer, tratamos de ser prudentes porque el mar est¨¢ muy bravo, pero aqu¨ª si no pescas, no comes. Aun arriesgando, este invierno si trabajamos diez d¨ªas ya han sido muchos y hay ma?anas que no dan para gastos¡±. En su pesquero, las ma?anas que toca salir a la almeja, no hay diferencias entre armador y tripulantes. Descuentan el coste del combustible y parten las capturas entre tres. ¡°O eso o te toca salir solo¡±, responde resignado el patr¨®n, quien admite que la crisis cada vez les aprieta a arriesgar m¨¢s: ¡°El mal tiempo empuja a salir por el tema de los precios¡±.
¡°El tema de los precios¡± es la ley de la oferta y la demanda, el primer mandamiento del capitalismo, que en ¨¦poca de temporales propicia en la pesca una espiral diab¨®lica: si no se puede salir no se cobra, pero tras d¨ªas de barcos amarrados, cuando por fin amaina, los pesqueros llegan cargados a tierra y el kilo de pescado se desploma. Las balanzas de las lonjas han pesado merluza menuda a 60 c¨¦ntimos el kilo, como hace 25 a?os. Maragotas y congrios a 30 c¨¦ntimos, lo que cuesta un chupa chups. Descargar ese mismo pescado en el puerto un d¨ªa de vendaval multiplica su importe por tres o cuatro.
La facturaci¨®n de Ribeira, a la mitad
Las semanas buenas del a?o, las dos ¨²ltimas de diciembre, la lonja de Ribeira factur¨® en 2012 casi un mill¨®n de euros. El mes pasado cay¨® m¨¢s o menos a la mitad, lamenta Jos¨¦ Manuel Orell¨¢n, administrador de la lonja y funcionario municipal. Tambi¨¦n ¨¦l ha sido testigo de c¨®mo part¨ªan estos d¨ªas los barcos peque?os en ma?anas de terror por la r¨ªa al marisqueo y al pulpo. ¡°De Noia siempre sale alguno, en Rianxo siempre va a llegar chopo y en Ribeira siempre vamos a tener pulpo, por mal tiempo que haga¡±.
El cerco, sin embargo, ni se ha movido y las ventas se han desplomado estas ¨²ltimas semanas un 60%. Cuando no se pesca porque no se pesca y cuando hay muchas descargas porque porque su importe es irrisorio.
¡°Para tres d¨ªas que se puede ir al mar, se caen los precios¡±, asegura Orell¨¢n. En la lonja ha visto salir la faneca a un euro el kilo hacia las furgonetas de los pescaderos que venden puerta a puerta. Y c¨®mo el lenguado pasa de 18 euros, los d¨ªas de escasez, a 12 en las jornadas de pesca. O la centolla, que un d¨ªa est¨¢ a 25 euros y, cuando el mar da un respiro, baja a 10. Y eso que la lonja de Ribeira vende marisco y pescado fresco que se captura desde Fisterra a O Grove, lo que deber¨ªa dar una cierta estabilidad a los precios.
Julio Alonso, patr¨®n mayor de la cofrad¨ªa San Francisco de Vigo, tampoco es de los se queda a esperar. La pasada semana sali¨® ¡ªcomo buena parte de la flota menor en ese puerto¡ª pese al naranja de la alerta. Al pulpo. ¡°No estamos pendientes de los avisos, bajamos al muelle y si hay posibilidad de salir, salimos por la r¨ªa¡±. Alonso cita el ¡°problema de los bancos¡±, que es igual mar adentro que en tierra firme: no prestan dinero. Antes, los patrones tiraban de p¨®lizas de cr¨¦dito que les permit¨ªan afrontar los gastos (combustible, carnada y seguros) durante los meses malos y devolver el dinero al final de la campa?a. ¡°Eso ha desaparecido, y es un problema grave. Un barco que sale al pez espada necesita 180.000 euros para una campa?a de cinco meses. Antes, los bancos lo adelantaban, ?pero qu¨ªen tiene 30 millones de pesetas hoy para ir al mar?¡±.
Moncho Vilela, presidente de los percebeiros de Mux¨ªa, lleva 41 a?os saltando de roca en roca. ¡°A los 11 ya era un percebeiro a pleno rendimiento¡±, admite. Sonr¨ªe cuando se le pregunta si no hay seguros que cubran las paradas por temporal: ¡°Hay compa?¨ªas que lo ofrecieron, pero aqu¨ª todo el mundo anda muy apretado¡±. Desde diciembre pasa las semanas mano sobre mano esperando a que escampe. ?l y su mujer. Junto a los otros 66 percebeiros del municipio. ¡°Debimos de ir unos 12 d¨ªas en los ¨²ltimos tres meses. Vivimos de mirar. Hay que saber guardar del verano para el invierno, pero aun as¨ª, cuesta mucho resistir. Y est¨¢n los j¨®venes, que se han metido en hipotecas y gastos fijos, y lo pasan realmente mal. Claro que se arriesga m¨¢s, sales aunque solo sea para traer un kilo¡±. El cupo m¨¢ximo por persona y d¨ªa es de seis. Ahora mismo se los pagan a 20 euros el kilo. Lejos queda la Navidad, en que subieron hasta 180. Para salvar esa campa?a, como cada a?o, ¨¦l y sus compa?eros vedaron la zona de A Barca, que no se toca durante el resto del a?o a la espera de Nochebuena. Ahora cada ma?ana que salen ¡ªVilela insiste en que han sido tres o cuatro en estas ¨²ltimas semanas¡ª pueden hacer 50 o 60 euros. Solo el seguro de accidentes les cuesta 180 cada mes. A la m¨ªnima que pueden salen a raspar las rocas. Con semejante panorama, Vilela se sorprende de que al ¨²ltimo curso de percebeiro se apuntasen en el pueblo 40 personas para 11 plazas. Son charlas te¨®ricas sobre c¨®mo se reproducen los percebes y que conciencian a los aspirantes para que no esquilmen el producto. Las pr¨¢cticas en los acantilados ¡°ya son cosa de cada uno¡±. La Costa da Morte es pesca o emigraci¨®n, ahora que el ladrillo ha dejado de representar, tambi¨¦n all¨ª, una alternativa.
La Conseller¨ªa do Mar, entretanto, insiste a marineros y patrones que extremen la prudencia. Son solo consejos, no hay previsto un r¨¦gimen de sanciones que todav¨ªa podr¨ªa empeorar el estado de ¨¢nimo en las cofrad¨ªas. La facultad de cerrar puertos es de las Capitan¨ªas Mar¨ªtimas.
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