¡°Si acabo en el banquillo por la Pok¨¦mon, algo falla en la justicia¡±
El alcalde de Lugo afirma que las acusaciones de la juez no frenan sus "ganas" de volver a presentarse
Lleva 14 a?os con el bast¨®n de mando de Lugo en la mano y no piensa soltarlo. La juez del caso Pok¨¦mon acusa al socialista Xos¨¦ L¨®pez Orozco (Foz, 1947) de cobrar sobornos de una trama de corrupci¨®n en la que su estrecho colaborador, el exconcejal Francisco Li?ares, era presunto cabecilla. Pese a la gravedad de las imputaciones, Orozco se revuelve proclamando su inocencia y esgrime que no puede traicionar a los alumnos a los que en el instituto ense?aba ?tica. Sus pupilos le apodaron Arist¨®teles; los malhechores de la Pok¨¦mon se refer¨ªan a ¨¦l como El Cura.
Pregunta. Sostiene que no cometi¨® ning¨²n delito. ?Pero se arrepiente de alguna de las actuaciones que recoge el sumario?
Respuesta. Sinceramente no. En todo momento mi actuaci¨®n ha sido justa y leg¨ªtima.
P. Li?ares fue su mano derecha. ?Nunca sospech¨® nada?
R. Li?ares fue un compa?ero de corporaci¨®n como otros muchos. Nunca sospech¨¦ nada de ¨¦l. Tuvimos alguna conversaci¨®n fuerte pero por su modo de ser.
P. ?Tampoco se considera responsable pol¨ªtico por no haberse dado cuenta de lo que hac¨ªa su colaborador?
R. Cuando llegu¨¦ al Ayuntamiento en 1999, con el gobierno de coalici¨®n con el Bloque, le dije al secretario municipal que ced¨ªa a los concejales todas las competencias que se pod¨ªan ceder. Eso demuestra la confianza con la que actu¨¦ en aquel momento y con la que act¨²o hoy.
P. ?Y no va a cambiar?
R. No voy a cambiar. Si yo tuviera alguna sospecha en este asunto, s¨ª que cambiar¨ªa, porque es mi obligaci¨®n. Pero si no la tengo, si no llega a mis o¨ªdos, si no tengo ning¨²n signo externo o interno que me demuestre ese comportamiento¡ Volver¨ªa a hacer lo mismo y sigo haciendo lo mismo.
P. ?Ha vuelto a hablar con Li?ares tras salir de la c¨¢rcel?
R. Solo habl¨¦ el d¨ªa que sali¨®. Le pregunt¨¦ qu¨¦ tal estaba, c¨®mo lo hab¨ªa pasado, b¨²scate quien te defienda, un abrazo y adi¨®s. No he vuelto a hablar con ¨¦l.
P. ?No le pidi¨® explicaciones?
R. No, porque no me pareci¨® el momento oportuno.
P. ?Se siente con fuerza para seguir?
R. Tengo la fortaleza de la persona que se sabe inocente. Flaco favor le har¨ªa yo a la instituci¨®n dimitiendo pese a saber que soy inocente. Si yo dimito ahora, en cualquier momento se puede presentar una patra?a contra cualquier otro y eso ser¨ªa ir en contra del Estado de derecho, de la Constituci¨®n, de los derechos humanos y de la propia instituci¨®n. Si con [las acusaciones de] Dorribo hubiera dimitido¡ F¨ªjese c¨®mo acab¨®, desinculpado. Hubo gente en aquel momento que ya me dec¨ªa que ten¨ªa que dimitir.
P. Al margen de posibles delitos, ?no cree que la falta de consecuencias pol¨ªticas en los ayuntamientos afectados pese a los manejos que se est¨¢n conociendo acrecienta la desafecci¨®n de los ciudadanos con los pol¨ªticos?
R. No. Los ciudadanos saben leer. La opini¨®n p¨²blica y la opini¨®n publicada son cosas distintas. Yo no digo que los medios mientan o exageren, porque hay unos datos reales que est¨¢n en el sumario, pero, hablando por m¨ª, la gente me conoce desde hace much¨ªsimos a?os. He pensado mucho estos d¨ªas en mis alumnos. ?Qu¨¦ dir¨¢n ellos? Les expliqu¨¦ Filosof¨ªa y ?tica. Por ellos tampoco puedo dimitir y admitir algo que no hice. Y como no lo hice, no puedo tener ning¨²n tipo de responsabilidad. Ni por lo que no hice yo ni por lo que hizo presumiblemente alguien a mi lado y de lo que no fui consciente ni yo ni nadie. Ning¨²n compa?ero me dijo nada.
P. ?Nunca escuch¨® siquiera rumores en Lugo de presuntos testaferros o sobre el tren de vida ciertos implicados?
R. Nunca, nunca, nada, nada¡ En Li?ares jam¨¢s vi ese tren de vida. Nunca estuve en su casa de la calle Conde pero s¨ª en la de A Ponte, la misma casa que ten¨ªa el d¨ªa que habl¨¦ con ¨¦l para que viniera conmigo en la lista a finales de 1998. No hab¨ªa ning¨²n signo.
P. ?No le result¨® extra?o que Li?ares, cuando no era ya concejal, se interesase por el concurso de la concesi¨®n de los autobuses urbanos y le hablase de una empresa que se quer¨ªa presentar?
R. Extra?o s¨ª, pero el pliego de condiciones [de ese concurso] todav¨ªa hoy no est¨¢ acabado. Es verdad que me habl¨® de eso. Ese era un poco su estilo, lo de hablar con mucha gente. ?Que conozca a funcionarios del Ayuntamiento? Es l¨®gico, estuvo aqu¨ª ocho o nueve a?os. Que mantuviera contactos conmigo es l¨®gico tambi¨¦n porque¡ podr¨ªa decirle que ¨¦ramos amigos.
P. ?Qu¨¦ pens¨® al leer en el sumario que mientras hablaba con usted del concurso Li?ares pactaba con esa empresa ponerles la publicidad a sus buses a trav¨¦s de una firma de su propiedad?
R. No s¨¦ si pactando¡ Pero ah¨ª hay una expresi¨®n hacia m¨ª que denota un modo de ser que yo desconoc¨ªa. Da la impresi¨®n de que ten¨ªa dos caras.
P. Hay una charla suya con Li?ares donde este proclama su admiraci¨®n por Jos¨¦ Luis Baltar, el expresidente de la Diputaci¨®n de Ourense, y define el caciquismo como la ¡°gesti¨®n de la cercan¨ªa¡±. ?Admira las artes de Baltar?
R. En absoluto.
P. ?Se considera un ¡°cacique moderno¡±?
R. En absoluto, ni quiero serlo. Pero creo en la pol¨ªtica de cercan¨ªa: conocer a la gente, que te cuenten sus problemas y te hagan sus cr¨ªticas¡ Eso lo defiendo porque es la manera de tener los pies en la tierra, pero no el caciquismo. He atendido las peticiones de la gente pero no he pedido nada a cambio, ni pol¨ªticamente. Eso es pan para hoy y hambre para ma?ana, la gente ha espabilado.
P. ?Qu¨¦ diferencia su forma de hacer pol¨ªtica de la de Baltar?
R. Esa posici¨®n m¨¢s caciquil es ¡°hago esto a cambio del voto, a cambio de coger tu voluntad y porque yo quiero¡±. Yo lo hago porque la gente tiene derechos y mi obligaci¨®n es cumplirlos. Si voy a una inauguraci¨®n no presumo de la acci¨®n sino que le digo a la gente que lo hemos hecho con su dinero y por su necesidad.
P. En el caso de la mujer a la que busc¨® un trabajo en Vendex y dijo que lo hizo por caridad¡
R. No fue tanto por caridad¡ Ese trabajador jubilado del Ayuntamiento vino a verme desesperado. Hice gestiones con empresas, en el centro laboral para ver si hab¨ªa alg¨²n curso de formaci¨®n pero no hab¨ªa. Lo hice sin pedir nada a cambio, solo por atender una necesidad de una persona. ?Ante un caso as¨ª he de ser una piedra berroque?a, que tenga que apartar de mi lado a todo aquel que tenga una necesidad de este estilo por algo tan puntual, que busco, que no encuentro y que me graban?
P. ?Lo ha hecho m¨¢s veces?
R. No, nunca.
P. ?Le aleja esta imputaci¨®n de ser candidato en 2015?
R. Si es necesario me volver¨¦ a presentar.
P. ?Qu¨¦ quiere decir ¡°si es necesario¡±?
R. Teniendo mayor¨ªa absoluta siempre consultaba al partido. Volver¨¦ a consultar y si el partido me dice que ya llevo 16 a?os, pues seguir¨¦ pegando carteles. Pero me siento totalmente con ganas de volver a presentarme.
P. ?Se siente respaldado?
R. S¨ª. Con Rubalcaba habl¨¦ en navidades y a trav¨¦s de Pepe Blanco recibo constantemente el apoyo. Me conocen y saben que todo esto acabar¨¢.
P. Despu¨¦s de lo que ha sabido de Li?ares, ?sigue poniendo la mano en el fuego por todos los que han sido miembros de su gobierno en todos estos a?os?
R. Pese a que siempre te queda un resquemor, s¨ª. Si no tengo ni un cent¨ªmetro para desconfiar de m¨ª mismo ?por qu¨¦ tengo que desconfiar de gente que se ha dejado la piel aqu¨ª trabajando?
P. Ese equipo incluye a Jos¨¦ Ram¨®n G¨®mez Besteiro. ?Qu¨¦ le ha dicho el secretario general del PSdeG de su situaci¨®n?
R. Me dice que adelante. ?l mejor que nadie sabe c¨®mo sucedieron estos a?os las cosas y sabe mi comportamiento. El secretario general del partido, presidente de la Diputaci¨®n y compa?ero de corporaci¨®n conoce la intrahistoria estupendamente bien.
P. Pero Besteiro se alej¨® de Li?ares hace a?os, ?no?
R. Hab¨ªa diferencias pero yo tambi¨¦n las ten¨ªa. Pero soy el alcalde y tengo que procurar unir.
P. ?Besteiro tampoco sospechaba de Li?ares?
R. Nunca me dijo nada. Hace pocos d¨ªas volv¨ª a hablar con ¨¦l y me dijo que en absoluto. Los signos externos eran contrarios a todo esto que ahora sale.
P. ?Se ve en el banquillo?
R. Si yo acabo en el banquillo, algo falla en la justicia. Tiene que haber pruebas y no las hay ni las puede haber. Puede ser que alguien afirme que los 2.000 euros eran para el alcalde, pero no basta con decirlo.
P. La juez investiga la financiaci¨®n de PP y PSOE.
R. No he recibido ni siquiera una insinuaci¨®n. No conozco ni me dieron nada, ni para m¨ª ni para el partido. Nunca me han tentado. Ser¨¢ porque me conocen.
P. O sea, que pone la mano en el fuego por la financiaci¨®n de su partido.
R. Hasta donde yo puedo llegar, por lo que yo s¨¦, por lo que ha pasado a mi alrededor o delante de m¨ª, le digo que s¨ª.
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