Adif supo del riesgo de una curva similar a Angrois hace 12 a?os

En 2002 la entrada a la estaci¨®n de Puertollano (Ciudad Real), en la l¨ªnea de AVE Madrid-Sevilla, ten¨ªa una curva con caracter¨ªsticas geom¨¦tricas y de se?alizaci¨®n similares a la de Santiago en la que el pasado 24 de julio descarril¨® un tren Alvia y fallecieron 79 personas. Adif, la empresa p¨²blica gestora de las v¨ªas, fue entonces consciente de que en aquellas condiciones ¡°en caso de fallo humano se producir¨ªa una situaci¨®n de grave riesgo¡±. El informe que recoge c¨®mo Adif, entonces integrada a¨²n en Renfe, advirti¨® aquella situaci¨®n fue presentado ayer en el juzgado por el abogado del maquinista del Alvia, Francisco Jos¨¦ Garz¨®n, ¨²nico imputado en la causa, para evidenciar que la empresa deb¨ªa ser consciente del riesgo que implicaba Angrois.

Seg¨²n la documentaci¨®n del letrado, en Puertollano hab¨ªa una curva limitada a 80 kil¨®metros por hora, como la de Santiago. Por el tramo inmediatamente anterior pod¨ªan circular trenes sin ning¨²n sistema de control constante de velocidad a un m¨¢ximo de 200 kil¨®metros por hora, como pasa entre Ourense y Santiago con los Alvia. En esas circunstancias, en Puertollano la frenada que se requer¨ªa por parte del maquinista estaba se?alizada en la v¨ªa con carteles indicativos de la velocidad limitada a 80, pero dichos paneles carec¨ªan de ning¨²n sistema de control puntual de la velocidad que frenase en caso de despiste.

Ante la situaci¨®n de Puertollano, el entonces director de Operaciones de Alta Velocidad de Renfe, Alfredo Dur¨¢n, advert¨ªa en un escrito de mayo de 2002 al director de Producci¨®n de la Unidad de Circulaci¨®n (¨¢rea hoy integrada en Adif, seg¨²n el letrado), de que ¡°en estas condiciones, la seguridad descansa exclusivamente en la observaci¨®n directa de la se?al de anuncio de velocidad limitada por el maquinista [...] [¡­]no existiendo ning¨²n otro elemento de seguridad, por lo que en caso de fallo humano se producir¨ªa una situaci¨®n de grave riesgo con posibilidad de que el tren entrara a la velocidad de 200 km/h en la curva con limitaci¨®n a 80¡±. Eso fue lo que sucedi¨® en Angrois, donde Garz¨®n descarril¨® a 179 kil¨®metros por hora, despistado tras recibir una llamada del interventor del tren. Con la diferencia de que en Angrois, adem¨¢s de no haber ning¨²n sistema de control de la velocidad, tampoco exist¨ªa se?al en la v¨ªa que alertase al maquinista como s¨ª hab¨ªa en Puertollano. Adif y Renfe siempre han argumentado que para indicarle la velocidad al maquinista basta, seg¨²n el reglamento, con recogerla en el Libro Horario de a bordo.

El informe de 2002, que se dec¨ªa ¡°fruto de la experiencia de millones de kil¨®metros¡± de los maquinistas y se ofrec¨ªa para mejorar ¡°las futuras l¨ªneas de AVE que se construyan¡±, recomendaba la instalaci¨®n de una baliza ASFA de control de la velocidad asociada a la se?al de limitaci¨®n a 80 que permitiese evitar ¡°un posible fallo humano por falta de observaci¨®n de esta se?al¡±. Tras el accidente de Santiago, Adif instal¨® se?ales y balizas ASFA de control de la velocidad similares a las que se reclamaban para Puertollano en 2002. El informe de Adif, que el abogado de Garz¨®n considera ¡°de capital importancia¡± para demostrar que se pod¨ªa prever la posibilidad de un accidente similar, se suma al aviso sobre el ¡°riesgo¡± de Angrois que un maquinista jefe envi¨® a una decena de compa?eros y superiores de Renfe un a?o y medio antes.