El dictamen del Consell Jur¨ªdic sobre el valenciano no arregla nada

El dictamen del Consell Jur¨ªdic Consultiu sobre la potestad de la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua para definir el valenciano se convirti¨® este mi¨¦rcoles en un bumer¨¢n para el Gobierno valenciano.

Las conclusiones del informe solicitado por la Consejer¨ªa de Educaci¨®n no satisfacen las expectativas de quienes en el Consell y el PP apuestan por reabrir el conflicto ling¨¹¨ªstico a cuenta de la definici¨®n que la Acad¨¨mia ha otorgado al valenciano en su nuevo Diccionari Normatiu. Una definici¨®n que sit¨²a al valenciano dentro del mismo sistema ling¨¹¨ªstico que el catal¨¢n. Pero tampoco las de quienes, dentro del Gobierno valenciano, buscaban que el dictamen dejase sin ox¨ªgeno a quienes alientan la pol¨¦mica.

El Consell Jur¨ªdic Consultiu constata en sus conclusiones que la definici¨®n del Diccionari Normatiu de la Acad¨¨mia ¡°no se acomoda¡± a lo dispuesto en el art¨ªculo 6.1 del Estatut, que afirma que ¡°la lengua propia de la Comunidad Valenciana es el valenciano¡±. El informe, que no tiene car¨¢cter vinculante, deja claro que la potestad para confeccionar el diccionario en valenciano y definir la lengua es de la Acad¨¨mia.

Es decir, de acuerdo con la Constituci¨®n, el Estatut y la ley de creaci¨®n de la AVL, ¡°el valenciano es lo que la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua diga que es, en ejercicio de su funci¨®n para determinar la normativa oficial del valenciano en sus aspectos gramaticales, sint¨¢cticos, fon¨¦ticos, ortogr¨¢ficos, l¨¦xicos y cuantos otros sean necesarios para el correcto uso de la lengua¡±.

El Gobierno valenciano, dividido, retrasa la difusi¨®n ¨ªntegra del informe

El pronunciamiento del Consell Jur¨ªdic Consultiu es mucho m¨¢s laxo que el redactado en 2004, cuando la Consejer¨ªa de Educaci¨®n pidi¨® un informe para saber si la Acad¨¨mia era competente para emitir un dictamen sobre ¡°la denominaci¨®n y entidad del valenciano¡±. Entonces el Consell Jur¨ªdic Consultiu asegur¨® que la Acad¨¨mia carec¨ªa ¡°de competencia para acordar o emitir un dictamen sobre la denominaci¨®n y entidad del valenciano¡±. Sin embargo, dado el car¨¢cter no vinculante de los informes del CJC, la Acad¨¨mia opt¨® por ignorar el dictamen y ejercer su competencia. Diez a?os despu¨¦s, el nuevo dictamen ya no recoge la conclusi¨®n emitida hace una d¨¦cada sobre la misma materia.

El Gobierno valenciano, sumido en la confusi¨®n, decidi¨® retrasar la difusi¨®n ¨ªntegra del dictamen para intentar ganar tiempo y buscar una soluci¨®n al problema generado por ellos mismos.

Por un lado, el sector del Consell que apuesta por cerrar el conflicto apostaba por aprovechar el informe para abrir una v¨ªa de di¨¢logo con la Acad¨¨mia y buscar una salida para reconducir el conflicto y dar una salida airosa al Ejecutivo valenciano.

Por otro, los partidarios de alentar el conflicto apostaban por presionar a los acad¨¦micos para que acomoden la definici¨®n de valenciano a lo dispuesto en el Estatut.

El problema, seg¨²n fuentes del Consell, es que la beligerancia del secretario general del PP y consejero de Gobernaci¨®n, Seraf¨ªn Castellano ¡ªque ha puesto en cuesti¨®n la continuidad de la Acad¨¨mia¡ª ha arrastrado al propio presidente de la Generalitat.

La opini¨®n del CJC, no vinculante, es mucho m¨¢s laxa que la de 2004

¡°Al equiparar el valenciano y el catal¨¢n, la AVL pierde todo su sentido, porque se cre¨® precisamente para defender la personalidad de nuestra lengua¡±, se?al¨® d¨ªas atr¨¢s Castellano, que sabe perfectamente que la Acad¨¨mia qued¨® blindada en la reforma del Estatut de 2006 y que no se puede modificar sin una mayor¨ªa cualificada de las Cortes Valencianas.

El conflicto abierto por una parte del Gobierno valenciano a cuenta de la definici¨®n de valenciano de la Acad¨¨mia ha convertido, adem¨¢s, en est¨¦riles los esfuerzos de los populares por colocar en la agenda pol¨ªtica el discurso de la recuperaci¨®n econ¨®mica.

Este mismo mi¨¦rcoles, Castellano y los consejeros de Hacienda y Econom¨ªa, Juan Carlos Moragues y M¨¢ximo Buch, respectivamente, se reunieron con las direcciones de la patronal auton¨®mica Cierval y los sindicatos Comisiones Obreras del Pa¨ªs Valenciano y CSI-F y comprobaron como el conflicto ling¨¹¨ªstico eclipsaba sus esfuerzos.

Y es que la dificultad de lanzar un bumer¨¢n consiste en que, o bien das en el blanco o bien sabes recogerlo. En caso contrario, el abatido puede ser el lanzador.