Oportunismo sin fronteras
Los oportunismos crean lenguaje, las claves del momento, pero ignoran la dimensi¨®n de su propia ignorancia
El oportunismo est¨¢ en un gran momento. Las crisis econ¨®mica, social y cultural, lo amparan. Quienes trabajan para que todo resulte patas arriba aseguran (como Soros, Gallard¨®n o Renzi) que el caos abre mil oportunidades y aconsejan tomarlas al vuelo (acumulando dinero, recortando derechos de todo tipo o cambiando Gobiernos). Puro populismo. Ver oportunidad en las crisis sin considerar los sufrimientos creados es oportunismo crudo: se trata de aprovechar los traumas para arrastrar individuos en la direcci¨®n que interesa al oportunista para afianzar o lograr su liderazgo y poder. As¨ª funciona, d¨ªa tras d¨ªa. Menuda tentaci¨®n, pura cultura de la competici¨®n. Sacar ventaja propia de la adversidad ajena, algo viejo, est¨¢ a la ¨²ltima.
?Oportunistas? Los conocemos, proliferan, crean doctrina y t¨®picos. Se tienen por modelo. Devienen predicadores, sabios que hablan en nombre de los catalanes, los espa?oles, las mujeres o del futuro. Se les reconoce pronto: ignoran la pluralidad, sus propios l¨ªmites y el sentido del rid¨ªculo. Aman las encuestas, los MBA, la gente como ellos. Utilizan con maestr¨ªa el victimismo. Hay predicadores oportunistas en televisi¨®n, en los medios, en la cultura y en la pol¨ªtica. Estos sabelotodo ignoran las humanidades, rinden culto a la t¨¦cnica y a un futuro de smart cities capaces de suplir a ciudadanos tontos, pasivos e in¨²tiles. As¨ª nos ven los oportunistas (ver Sociofobia, Cesar Rendueles, Capit¨¢n Swing).
Est¨¢n por todas partes, aseguran salvar las almas ingenuas del pa¨ªs, aquellas que pasaron del analfabetismo a los programas de cotilleo televisivo a leer solo im¨¢genes. Crean t¨®picos que se les vuelven en contra: ya no saben qu¨¦ hacer con el ¡°Catalu?a contra Espa?a¡± o viceversa. Y si al se?or Montoro le salen en las autonom¨ªas 200 balanzas fiscales, a los impulsores del proceso (¨²ltimo eufemismo para independencia) ahora les toca repetir que ¡°amamos a Espa?a¡±.
Ver oportunidad en las crisis sin considerar los sufrimientos creados es oportunismo crudo
¡°No se trata de romper nada, ni de levantar fronteras, ni de alejarnos, sino justamente estrechar los lazos que nos unen¡ (¡) ser¨ªa absurdo concebir esta independencia como una v¨ªa de ruptura con Espa?a¡±, se lee en un documento de la Presidencia de la Generalitat. ?Es esto oportunismo o lo es el dar por hecho (sin consulta) que los independentistas son mayor¨ªa abrumadora? En cambio, la consulta (saber de una vez cu¨¢ntos est¨¢n a favor o en contra de la independencia) no puede ser m¨¢s oportuna, a la vista del l¨ªo oportunista.
Los oportunismos crean lenguaje, las claves del momento, pero ignoran su propia ignorancia. Si los dem¨¢s trampeamos la nuestra como podemos, intentado aprender de la realidad, el oportunismo crea su propia realidad. Sucede entonces que inventos maravillosos, como la televisi¨®n, acaban en esas manos que transforman lo que deber¨ªa ser una ventana al mundo en un homenaje a la estupidez.
No dudan en decir que ¡°el p¨²blico (subnormal) manda¡± para justificar su aburrida incapacidad. Si aparece un Jordi ?vole rob¨¢ndoles audiencias porque trata al telespectador como un ser normal, intentar¨¢n destruirle. Venden motos donde solo hay chatarra. Y se deshacen de sus rivales y compinches como Pedro J. Ram¨ªrez, que ¡°ya no es rentable para la empresa¡±. Todo un estilo. Cultura de la incultura.
Sucede entonces que inventos maravillosos, como la televisi¨®n, acaban en esas manos que transforman lo que deber¨ªa ser una ventana al mundo en un homenaje a la estupidez
El oportunismo anticipa el futuro. ¡°Amazon patenta un sistema (env¨ªo de anticipaci¨®n) para enviar el producto antes (sic) de que se pida¡±. Como ellos saben (eso creen) lo que quiero sin que yo lo pida, mi destino est¨¢ trazado ?por una m¨¢quina visionaria! Lo contrario consiste en que el individuo se encuentre libre de elegir entre opciones plurales: la libertad de elecci¨®n es un derecho menospreciado por el derecho a decidir solo blanco o negro. Por contra, en la nueva Encyclopaedia/Herder se ofrecen on line conocimientos b¨¢sicos y contrastados por especialistas reconocidos en esas humanidades menospreciadas (y reclamadas en un manifiesto por gente como Vict¨°ria Camps o Salvador Giner). ?C¨®mo anticipar algo si se desconoce lo que el saber ha descubierto sobre lo humano a lo largo de siglos? ?Hay que acabar con el conocimiento civilizatorio?
El oportunismo utiliza el saber de la historia para consolidar su posici¨®n: todos los nacionalismos, empezando por el espa?ol, as¨ª lo hacen. El oportunismo no rescata textos conmovedores como Treblinka (Chil Rajchman, Seix Barral) diario de un polaco, testigo de la industrializaci¨®n del mal. Tampoco edita antiguos textos sobre el exilio (El extranjero, Anagrama) de Richard Sennet o de Stefan Zweig (Confusi¨®n de sentimientos, Acantilado).
Hay una guerra sorda, una guerra cultural entre cultura (en el sentido m¨¢s amplio) e incultura (en la que entrar¨ªa la especializaci¨®n sin sentido). Todo ello favorece el contagio de la enfermedad del oportunismo, enfermedad de tristeza, miedo, individualismo y desprecio a lo humano. Si el oportunismo funciona como una polic¨ªa de las ideas solo la cultura nos puede librar de esta tiran¨ªa y dar paso a lo cotidianamente oportuno para el beneficio colectivo.
Margarita Rivi¨¨re es periodista.
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