Siete meses de peregrinaci¨®n truncada en Angrois

Crist¨®bal Gonz¨¢lez Rabad¨¢n ten¨ªa 51 a?os cuando sali¨® en julio de su casa de Sevilla para hacer el Camino de Santiago en bicicleta recorriendo la Ruta de la Plata. Pero no lleg¨® a Compostela a bordo de su montura de dos ruedas hasta ayer, siete meses despu¨¦s y ya con 52 a?os. En este tiempo, en un intento de atajar, el 24 de julio, cuando a¨²n estaba en Puebla de Sanabria (Zamora), decidi¨® subirse a media tarde a un tren para llegar a Santiago en la v¨ªspera de la fiesta grande. Ese Alvia Madrid-Ferrol descarril¨® cuatro kil¨®metros antes de que Crist¨®bal alcanzase su destino. As¨ª que la semana pasada, m¨¢s recuperado de sus heridas, decidi¨® terminar lo que empez¨® en julio y esta ma?ana, mil kil¨®metros despu¨¦s, cumpli¨® su objetivo.

Crist¨®bal, militar retirado, no quer¨ªa solo saldar una deuda pendiente. Es el presidente de la Asociaci¨®n de Perjudicados por el Accidente Ferroviario del Tren Alvia de Santiago (Apafas), y como tal se reuni¨® con Luis Al¨¢ez y Antonio Roma, juez y fiscal encargados de la instrucci¨®n del accidente en el que fallecieron 79 personas y otras muchas, como ¨¦l, sufrieron heridas f¨ªsicas y sicol¨®gicas. M¨¢s de dos horas estuvo en los juzgados de Santiago para entregarles una carta de la asociaci¨®n y pedirles ¡°que se haga justicia, que se investigue y se sepa toda la verdad¡±. Y sali¨® contento de esas ¡°dos charlas sin prisas¡±: ¡°Me transmiten los dos una palabra, confianza, y me voy con ella, es suficiente y justifica haber hecho este viaje¡±, asegura. ¡°Van a hacer todo lo que est¨¢ en sus manos para conseguir justicia¡±, a?ade, y se muestra convencido de que el juez Al¨¢ez, que ha pedido el cambio de juzgado por motivos personales y de carrera judicial, decisi¨®n que respeta, ¡°va a seguir¡± con la instrucci¨®n y retrasar¨¢ su traslado mientras tanto.

Gonz¨¢lez Rabad¨¢n cree que ¡°la responsabilidad del maquinista no es la ¨²nica, hay m¨¢s¡±, pese a que el conductor del tren, Francisco Jos¨¦ Garz¨®n, siga siendo actualmente el ¨²nico imputado tras reconocer que circulaba a m¨¢s velocidad de la debida despistado tras recibir una llamada telef¨®nica del interventor del tren. El presidente de Apafas cree que est¨¢ ¡°fuera de lugar¡± culpar solo al maquinista porque ¡°no se puede dejar una m¨¢quina as¨ª solo en manos de una persona¡±. ¡°En Espa?a vendemos nuestro tren como l¨ªder, y no lo pongo en duda, pero es dif¨ªcil asimilar c¨®mo puede producirse un accidente de esta magnitud si somos punteros en esta tecnolog¨ªa¡±.

Antes de llegar al juzgado a bordo de su bici, Crist¨®bal entr¨® en Santiago por Angrois, por donde lleva siglos discurriendo esa Ruta de la Plata que ¨¦l inici¨® en Sevilla. All¨ª se detuvo a colocar un ramo de flores en la verja que lleva siete meses acogiendo los homenajes a los fallecidos. Y all¨ª par¨® a hablar con los vecinos que el 24 de julio saltaron a las v¨ªas para socorrer a los pasajeros del tren. El propio Crist¨®bal, con una brecha en la cabeza, ayud¨® a sacar heridos de entre los restos del tren hasta que las fuerzas lo abandonaron y, pensando que iba a morir, se despidi¨® de su mujer con un mensaje telef¨®nico. Ahora el tel¨¦fono tampoco para. Son periodistas de toda Espa?a que quieren que les cuente su viaje. Crist¨®bal, paciente, atiende a todos, porque lo que ¨¦l quiere es que nadie se olvide de la tragedia de Angrois.