Los Mossos desalojan el edificio ¡®okupado¡¯ de La Carboneria
Una manifestaci¨®n contra la medida acaba con incidentes por la noche en la zona de la Universitat Dos j¨®venes se cuelgan de la fachada durante el desalojo Millares de personas se manifiestan por el centro de la ciudad
Las cadenas despedazadas por un globo azul de fantas¨ªa que pintan la fachada del edificio okupado de La Carboneria, en la Esquerra de l¡¯Eixample de Barcelona, se volvieron a ensamblar ayer por imperativo judicial. Los Mossos desalojaron al mediod¨ªa el emblem¨¢tico edificio que desde 2008 albergaba un centro social autogestionado por los propios okupas.
¡°Mientras la gente se queda sin trabajo y sin hogar, vosotros os dedic¨¢is a desalojar una casa que hace cosas buenas por los dem¨¢s¡±, les reprochaba una mujer, entre llantos, a los mossos desplegados ante La Carboneria. En un ampl¨ªsimo dispositivo policial en el que participaron decenas de antidisturbios, bomberos y hasta un helic¨®ptero policial, los agentes ejecutaron en poco m¨¢s de tres horas la orden judicial de desalojo que hab¨ªa solicitado el propietario del edificio, Barcklays Bank.
Adem¨¢s de identificar a unas 15 personas que se atrincheraron en el interior del inmueble para impedir la entrada de los agentes, los polic¨ªas tuvieron que usar una gr¨²a para descolgar a dos okupas que permanecieron m¨¢s de una hora suspendidos sobre cuerdas en la fachada.
Un portavoz de los Mossos dijo que el desalojo se produjo sin incidentes. ¡°Los okupas opusieron resistencia pasiva y no se enfrentaron a los agentes en ning¨²n momento. Despu¨¦s de identificarlos, salieron por su propio pie del inmueble¡±, concret¨®.
Mientras se ejecutaba el desalojo, a los pies de La Carboneria, en la confluencia de Comte d¡¯Urgell con Floridablanca, medio millar de personas mostraban su apoyo a los okupas bajo la atenta mirada del cord¨®n de antidisturbios. Agentes de los mossos cortaron el paso de veh¨ªculos y personas en todo el cuadrante y acompa?aron personalmente hasta su portal a los transe¨²ntes que viv¨ªan en alguno de los bloques de la esquina acordonada.
Un miembro de La Caborneria, Marcel, calific¨® de ¡°desproporcionado¡± el dispositivo policial y denunci¨® que el desalojo obedece a que el edificio est¨¢ en un cruce ¡°muy goloso para los especuladores¡±, junto al mercado de Sant Antoni. El vicepresidente de la Asociaci¨®n de Vecinos de Sant Antoni, Toni S¨¢nchez, puntualiz¨® que, si bien no apoyan la ocupaci¨®n en s¨ª misma, no quieren ¡°edificios vac¨ªos cuando hay gente que est¨¢ en la calle¡± y sin trabajo. ¡°Siempre hemos apoyado La Carboneria porque ofrecen un espacio abierto al barrio y siempre se han ce?ido a las normas¡±, a?adi¨®.
La protesta en la calle se intensific¨® cuando algunos manifestantes lanzaron petardos al aire, al grito de ¡°quien siembra miseria, recoge rabia¡±. Los j¨®venes continuaron una marcha improvisada cortando la Gran Via, escoltados por una decena de furgones de los antidisturbios. En la entrada a la plaza de Catalu?a por Pelai, los manifestantes volcaron decenas de contenedores y causaron algunos desperfectos en un cajero autom¨¢tico. La concentraci¨®n acab¨® ante las puertas de la Facultad de Filosof¨ªa de la Universidad de Barcelona, en el barrio de El Raval, con una asamblea.
Por la noche, unas 2.500 personas ¡ª600, seg¨²n la polic¨ªa¡ª, la mayor¨ªa j¨®venes, se concentraron en la plaza Universitat para recorrer la distancia hasta La Carboneria. En su desplazamiento, quemaron numerosos contenedores de basura, apedrearon sedes de bancos y lanzaron objetos contra los agentes integrantes del fuerte dispositivo antidisturbios que acompa?¨® la marcha con numerosas furgonetas. Un intento de carga de los Mossos dividi¨® la concentraci¨®n y algunos j¨®venes se desplazaron al vecino Raval, donde volvieron a quemar contenedores ante la at¨®nita mirada de los turistas que en aquellos momentos paseaban por aquel d¨¦dalo de callejuelas.
Con las ventanas de la fachada tapiadas, vigilancia privada y mossos rondando por los aleda?os, el edificio que anta?o alberg¨® un bloque de viviendas de familias obreras y m¨¢s tarde una carboner¨ªa ¡ªde ah¨ª el nombre del centro social¡ª volvi¨® a echar el cierre. Esta vez, se cierran las puertas de una biblioteca, un punto de encuentro y salas donde se realizaban talleres, comedores populares y clases de danza.
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